sábado, 22 de octubre de 2011

Berajot 4

La Guemará sigue narrándonos sobre las bondades del Rey David. En Salmos 86:2 él mismo escribe: Guarda mi alma, porque soy piadoso. David se llama a sí mismo Jasid. En relación a esto Levi y Rabi Itzjak van a buscar cuáles son los motivos para que David pueda ser considerado un beato. Uno dice, como veníamos viendo, porque a diferencia de todos los reyes él se levantaba cada media noche a estudiar y a rezar, algo que demuestra gran pietismo. El otro sabio dice: que a diferencia de los demás reyes que trabajan sobre cosas mundanas él se preocupa por la halajá, por la ley judía. El funciona también como juez y como sabio controlando la sangre de una mujer para ver si la misma está habilitada o no para el marido (por las leyes de Nidá. Ver Levítico: 15:19). Por otro lado se dice que David iba a Mefiboshet, un consejero, luego de cada cosa que él juzgaba para preguntarle: lo he hecho bien? He cumplido con mi deber?, esto demuestra la humildad del rey David, que no por ser un rey dejaba de consultarle a otros maestros si había actuado de manera correcta. Los que dominan el hebreo podrán ver la conexión entre Mefiboshet y Busha, vergüenza. Preguntar no le daba vergüenza.    

 
Volvamos a la Mishná. Los sabios habían dicho que uno puede decir el Shema Israel hasta la media noche. ¿Por qué si en realidad se puede hasta el amanecer? Para alejar así al hombre del pecado. La Guemará indica que no vaya a ser cosa que el hombre que está en el campo cuando vuelva para su casa diga: comeré un poco, dormiré un poco y luego diré el Shema y así llega el amanecer, sin decirlo, y trasgrede así el precepto de la Torá. El hombre debe acostumbrarse a que cada noche debe pasar por el Beit Hakneset y decir el Shema Israel para así no olvidarse de su obligación. 

¿Quién es un hombre que heredará el mundo venidero? se pregunta Rabi Iojanan. La respuesta: el que pide por la redención cada noche. El que dice la bendición luego del Shema Israel pidiendo por la Gueulá tiene un lugar en el mundo venidero, según este sabio. Rabi Eleazar en nombre de Rab Abina sostiene que quien con seguridad tiene un lugar en el mundo venidero es quien recita tres veces al día el salmo 145, conocido como el "Ashrei". ¿Por qué este salmo y no otros? Porque allí está todo el Alef-Bet, lo que simboliza todas las palabras y todas las formas de loar a D-s a través de sus letras y porque allí se habla de D-s como el que da sustento a todas las criaturas. La única letra que falta es la Nun נ  porque con esa letra comienza la profecía (Amos 5:2) de la caída de Israel.   נָֽפְלָה֙ לֹֽא־תוֹסִ֣יף ק֔וּם בְּתוּלַ֖ת יִשְׂרָאֵ֑ל נִטְּשָׁ֥ה עַל־אַדְמָתָ֖הּ אֵ֥ין מְקִימָֽהּ"׃ ¡Cayó la virgen de Israel para no volver a levantarse! Sobre su suelo yace abandonada, y no hay quien la levante." Pero aún así, dice la Guemará, a esta letra ausente le sigue en el alfabeto, y por ende en el salmo, la letra Samaj ס, y con esa letra el salmo dice: Somej Noflim, el que apoya a los caídos. Aún cuando caigamos en el dolor y desolación debemos tener la fe que hay un D-s y que Él está junto al que caído y que finalmente podremos levantarnos.  

Hermosa enseñanza. Enséñale a tu lengua a decir "no lo sé", no vaya a ser cosa que te acostumbres a la mentira. למד לשונך לומר איני יודע, שמא תתבדה ותאחז 

Shavua Tov

No hay comentarios:

Publicar un comentario