lunes, 28 de mayo de 2018

Jaguigá 8 - Cada quién según su posibilidad

Como ya hemos visto en cada festividad cada judío estaba obligado a ascender al Templo de Jerusalén y entregar allí varios sacrificios (Reaiá, Jaguigá y Simjá). Ahora bien ¿Qué ocurre si uno no tiene mucho dinero? ¿Cómo debe hacer frente a todos estos sacrificios? Una nueva Mishná y el Talmud hablan al respecto y de forma sencilla nos dividen este asunto sobre sacrificios, realidades familiares y recursos económicos en cuatro categorías:

1. Quienes tienen muchos dependientes y pocos recursos, es decir personas con familias grandes las cuales alimentar y pocos recursos económicos con los cuales afrontar dicha comida, deben en cada festividad ofrecer muchos Shelamim (Korban Jaguigá) y pocos Olot (Korban Reaiá). Como ya hemos explicado los Shelamim eran sacrificios que también quien lo ofrecía y su familia podían comer por lo cual las personas de menores recursos y con muchas personas a las que alimentar debían entregar muchos Shelamim ya que también de ellos podrían comer, y muy pocos Olot ya que estos sacrificios se quemaban íntegramente en el altar.

2. Quienes tienen muchos recursos y pocos dependientes, el caso contrario al anterior, debe ofrecer muchos Olot y pocos Shelamim. La lógica es evidente, una persona con muchos recursos y con pocas personas a las que alimentar debe entregar más Olot ya que estos son para Dios y pocos Shelamim ya que no hay muchas personas que coman de aquel.

3. Quienes tienen pocos recursos y pocos dependientes deben entregar por lo menos la cantidad mínima establecida por la Mishná. Estos montos de los sacrificios de Jaguigá y Reaiá eran los suficientemente bajos para que todo el pueblo de Israel pueda acceder a ellos. No debe ofrecer sacrificios de más, pero debe dar por lo menos lo mínimo preestablecido.

4. Quienes tengan muchos dependientes y muchos recursos deben: "cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Adonai tu Dios te hubiere dado." (Deut. 16:17). Es decir, deben ofrecer muchos Shelamim y muchos Olot.

En otras palabras, la Mishná nos enseña que cada quién debe dar según su posibilidad y según su necesidad como muchos años después dirá un intelectual judío en la Europa del siglo XIX: "De cada cual, según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades". Todos deben aportar, pero cada uno según sus recursos y sus necesidades.

domingo, 27 de mayo de 2018

Jaguigá 7 - Las Mitzvot sin medidas

Según una famosa Mishná (Pea 1:1) hay ciertos mandamientos que no tienen “medidas” preestablecidas. Algunos de estos mandamientos son: Peá, Bikurim, Reaion, Gemilut Jasadim y Talmud Torá.  Según nuestros maestros hay ciertos mandamientos bíblicos cuyas medidas y límites fueron ordenados por la Torá, los ejemplos abundan (Arajín, los valores de las valuaciones, Pidión Haben, la redención de los primogénitos, el tiempo que uno puede ser Nazir, etc.).  Sin embargo, hay otros mandamientos que no tienen “límites” ni medidas.
Peá, el dejar las esquinas de los campos sin segar para que los pobres puedan comer de allí, no tiene ningún límite.  Uno puede dejar una esquina pequeña o dejar todo el campo (sin embargo, los sabios, aunque la Torá no lo haga, establecieron un piso para está mitzvá, pero no un techo: uno debe dejar por lo menos 1/60 del campo sin segar).
Bikurim, el traer las primicias durante la festividad de Shavuot tampoco tenía limite. Uno podía traer todas las frutas o tan solo unas pocas. Nuevamente los sabios fijaron un piso, pero no un techo (uno debe llevar por lo menos 1/60 de sus frutos al Templo).
Gemilut Jasadim, los actos de bondad y amor tampoco tienen algún limite. No hay un límite prescripto a la cantidad de veces que uno puede visitar a un enfermo, consolar a un deudo, alegrar a los novios, etc.  Mientras más, mejor.
Talmud Torá, el estudio de la Torá tampoco tiene límite alguno.  No hay un mínimo ni tampoco un máximo, pero uno debería aspirar e intentar estudiar Torá cada día, toda la vida.
Según esta versión de esta famosa Mishná otro mandamiento que aparentemente no tiene “medidas” es Reaion.  ¿Qué es Reaion? Los sabios talmúdicos no se ponen de acuerdo. Algunos dicen que es presentarse en el Templo durante las festividades y otros dicen que es presentarse en el atrio del Templo con un sacrificio durante las festividades.  ¿Cuál es la diferencia? Según la primera opinión no hay límite en cuanto a la cantidad de veces que uno puede ascender al Templo durante las fiestas de peregrinación sin embargo para la segunda opinión no hay un límite al respecto de cuántos sacrificios y de qué valores uno puede ofrecer durante las festividades.  En este caso, sin embargo, los sabios nuevamente fijaron un “piso” pero no un “techo” estableciendo los valores mínimos de los sacrificios que se deben entregar.

Elú Devarim Sheein LaHem Shiur, Estas son las cosas que no tienen medidas.  Gemilut Jasadim, Talmud Torá y otros mandamientos no tienen límites ni medidas prescritas, todo depende de nuestra voluntad y nuestras posibilidades.  ¡Que siempre podamos y tengamos la oportunidad de dar más!

viernes, 25 de mayo de 2018

Jaguigá 6 - Los tres mandamientos (sacrificios) de las festividades

Nos encontramos estudiando el tratado de Jaguigá el cual explica y detalla algunos de los mandamientos propios de las tres festividades de peregrinación (Pesaj, Shavuot y Sucot). En estas tres oportunidades del año todos los judíos (con algunas excepciones como ya hemos visto) estaban obligado a ascender hacia Jerusalén y visitar el Templo. Sin embargo, ya la misma Torá nos dice que las personas no podían llegar allí con las manos vacías y es Rabí Iosi HaGalili quien nos detalla los tres mandamientos, o, mejor dicho, los tres sacrificios que cada persona debía ofrecer en el Templo en cada una de estas tres oportunidades. Cada uno de estos sacrificios, continúa explicando Rabí Iosi es único y diferente a los otros dos:


  1. Reaiá (vista): El primer sacrificio que cada persona debía entregar es el sacrificio de Reaiá por poder ver y visitar Jerusalén y el Templo. Este sacrificio es único porque es un Korban Olá, un holocausto que era consumido íntegramente en el altar. 
  2. Jaguigá (festivo): El segundo sacrificio que cada uno debía ofrecer es el sacrificio propio de la festividad. Este sacrificio es único ya que según el Talmud era ofrecido también Lifnei HaDivur, antes de que Dios se revele al pueblo de Israel en el Monte Sinaí. Por otro lado, este sacrificio, es Shelamim, es decir un sacrificio el cual una parte era consumida por los sacerdotes, otra era quemada en el altar y otra era consumida por quienes ofrecían aquel sacrificio. 
  3. Simjá (alegría): El último de los sacrificios a entregar cada festividad era el sacrificio por la alegría. Según la Torá es un mandamiento alegrarnos durante las festividades y el espíritu de alegría según el Talmud debía traducirse en un sacrificio a Dios que es la fuente de nuestras alegrías. Este sacrificio era único por cuanto debía ser entregado tanto por hombres como por mujeres mientras que los dos anteriores eran solo entregados por hombres.


Se me ocurre que podemos recordar estos sacrificios con el siguiente acróstico: “RaJaS” (Reaiá, Jaguigá y Simjá): “Cuanto te RaJaS para Jerusalén estos son los tres sacrificios que nuestros antepasados solían ofrecer”.

jueves, 24 de mayo de 2018

Jaguigá 5 - Los rabinos también lloran

Los rabinos también lloran.  Y mucho.  Dispersos en el Talmud Babilónico encontramos diversas historias de rabinos que al llegar a un determinado versículo bíblico lloran.  En general, en esas historias, lloran porque no comprenden el significado de aquel versículo; y al no comprender cabalmente aquel versículo, se angustian al no poder entender la totalidad de la revelación divina.  Si cada versículo y cada palabra del texto bíblico son parte de un mensaje de Dios para la humanidad, y de forma particular para el pueblo de Israel, el no entender el sentido o el mensaje de alguno de aquellos pasajes significa no comprender parte de aquella revelación y por ende no poder actuar en consecuencia.  

En nuestro Daf del día encontramos también casi una decena de rabinos que al llegar a un versículo bíblico también lloraban.  Estos rabinos no lloraban porque no podían comprender aquel pasaje sino por el contrario porque podían entender cabalmente el significado de aquel versículo se ponían a llorar cada vez que lo volvían a estudiar.  Algunos sabios lloraban ante algunos versículos que mencionaban algún castigo o alguna reacción frente a los actos de un hombre y se imaginaban cuanto más severo sería aquella acción en el momento que Dios decidiera ejercerla.  Y por miedo a aquella (potencial) represalia divina lloraban.  Otros rabinos lloraban cuando encontraban la palabra “quizás” en un versículo, algunos de estos pasajes hablaban de personas que actuaban con justicia, piedad y rectitud y sin embargo el versículo bíblico decía que “quizás” serían premiados por Dios.  ¿Cómo que quizás? decían aquellos sabios mientras lloraban ¿Todo aquel esfuerzo tan solo por un quizás?  Un rabino lloraba por ejemplo al leer un versículo que daba a entender que hay personas que mueren sin razón y antes de tiempo.  Esta injusticia en el “plan divino” lo angustiaba y por eso lloraba.  

Los rabinos, quienes veneraban a Dios y a Su Torá, no ocultaban sus sentimientos de frustración, de enojo frente a la injusticia o de tristeza.  Los rabinos no dejaban nunca de leer o de estudiar la Torá, pero cuando algo no comprendían, cuando algo les causaba temor, o cuando algo les parecía injusto lloraban y en sus lágrimas buscaban una explicación por parte de Dios.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Jaguigá 4 - ¿Quién es un loco (Shoté)?

¿Cuál es la definición legal de un Shoté? La traducción literal del término Shoté es tonto, sin embargo, creo que una traducción más adecuada en el contexto y para nuestros días sería loco o demente.  La Mishná si bien nos dice que todas las personas están obligadas a ascender a Jerusalén durante las fiestas de peregrinación (Pesaj, Shavuot y Sucot) establece también algunas excepciones. Por ejemplo: los ciegos (porque no pueden ver), los tuertos (porque no pueden ver “totalmente”), los cojos o quienes no tienen piernas (por no poder caminar) son algunas de las personas que por alguna deficiencia física no están obligados a ascender anualmente al Templo (ni a ofrecer el sacrificio correspondiente). Los enfermos y los ancianos tampoco. La Mishná también exceptúa a los locos.  

Ahora bien ¿Cuál es la definición halájica de un loco? El Talmud se hace esta pregunta y nos da algunas respuestas posibles: (1) Aquel que sale a caminar solo por la noche, (2) Aquel que duerme en los cementerios, (3) Aquel que se desgarra las vestiduras, o (4) Aquel que pierde todo lo que uno le da.  Estas son algunas de las definiciones para declarar a una persona “insana” según la tradición legal judía.  No obstante, como desarrollarán los códigos medievales, estos son solo ejemplos y no las únicas definiciones posibles.  Toda persona que de forma constante realiza este tipo de actos poniendo su vida en peligro, actuando de forma extraña o careciendo de todo tipo de memoria, es una persona considerada como un Shoté y en consecuencia está exceptuada de casi todos los mandamientos positivos tanto bíblicos como rabínicos.

martes, 22 de mayo de 2018

Jaguigá 3 - Jidushim

Se cuenta que cierta vez dos sabios fueron a visitar al gran Rabí Ioshua. Este les preguntó “¿Qué Jidush (interpretación novedosa de comprender un versículo bíblico o de interpretar una ley) hubo hoy en la casa de estudios?”. Rabí Ioshua quería saber que Jidush se escuchó en las paredes del Beit HaMidrash aquel día. Sus alumnos, sin embargo, le respondieron: “Todos somos tus estudiantes, de tu agua nosotros bebemos”. Estos dos sabios, estudiantes y discípulos de Rabí Ioshua, dicen que no podrían tener un Jidush, una forma novedosa, ya que ellos son sus estudiantes y todo lo que saben, lo aprendieron de él. Rabí Ioshua insiste diciendo: “No puede existir una casa de estudios sin una interpretación novedosa” (Hi Efshar LeBeit HaMidrash BeLo Jidush). Según Rabí Ioshua aunque ellos sean sus estudiantes, cada casa de estudios requiere diariamente de Jidushim.

La historia no se detiene y Rabí Ioshua pregunta quién estaba a cargo de dar la enseñanza aquel Shabbat y cual era el tópico que le correspondía enseñar. Los alumnos responden que era Rabi Eleazar ben Azaria y que el tópico era Parashat Hakel (el mandamiento de juntar a todo el pueblo judío una vez cada siete años para enseñar las palabras de la Torá). Rabí Ioshua quiso saber que interpretación novedosa dió Rabi Eleazar al respecto. Sus alumnos le transmitieron lo que Rabí Eleazar enseñó aquel Shabbat, a lo que Rabí Ioshua respondió: “Una piedra preciosa tenían en sus manos y ustedes querían que yo me la perdiese”. En otras palabras, Rabí Ioshua aprendió un Jidush, una novedad, algo que nunca había pensado o que desconocía, sobre cómo se podía interpretar una de las leyes del mandamiento de Hakel.


Esta hermosa historia nos demuestra una de las esencias del pensamiento judío rabínico: el poder del Jidush. Si bien aprendemos de nuestros maestros y abrevamos de sus aguas cada estudiante de Torá es un manantial que puede extraer nuevas aguas, con nuevos sabores, de cada uno de los versículos de la Torá. Rabí Ioshua exige un Jidush, una lectura novedosa. Por más que él sea el maestro, siente la necesidad de aprender la Torá de sus estudiantes. No solamente los estudiantes aprenden de los maestros, sino que los estudiantes también tienen algo que enseñarles a los maestros. Siempre hay una lectura, una interpretación, una idea o una apreciación que el otro, por más sabio que sea, carece. Que nuestra humildad no le prive al mundo de oír nuestra Torá.  

jueves, 17 de mayo de 2018

Jaguigá 2 - Reaia ¿Qué es?

Comenzamos con alegría y como un nuevo desafío un tratado más del Talmud, en esta oportunidad: Jaguigá. Jaguigá era aquel sacrificio festivo (Korban Jaguigá) que era entregado por cada persona durante las tres festividades de peregrinación: Pesaj, Shavuot y Sucot. Sin embargo no nos adelantemos todavía. 

Nuestro Mishná comienza diciendo que "Todos están obligados BaReaiá" ¿Qué es Reaía? Rashí y Tosafot no se ponen de acuerdo. Reaiá literalmente significa la acción de "mirar/observar". Según Rashí esto hace referencia al mandamiento de Exódo (23:17) de que "Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Adonai el Señor." Es decir que según el todo hombre (ya la Mishná y el Talmud pondrán todas las excepciones correspondientes) esta obligado a presentarse en el Beit HaMikdash y hacerse "visible" frente a Dios en Su Templo. Sin embargo los Tosafot no están de acuerdo con Rashí que ya como luego se discutirá en la Mishná la Mitzvá de Reaiá tenía un costo y si esto es así esto debía estar haciendo referencia a otra Mitzvá también llamada Reaiá que es conocida como Korban Reaía, el sacrificio de Reaiá. Según los sabios aparte de presentar un sacrificio por la festividad (Korban Jaguigá) todo aquel que se hacía presente en el Templo no debía presentarse con las "manos vacías" (Deut. 16:16) esto significaba, según su lectura, que debían entregar un sacrificio extra para marcar "su presencia" en la fiesta de la peregrinación. 



miércoles, 16 de mayo de 2018

Moed Katan 29 - Lej Beshalom y Lej LeShalom

Al concluir el servicio religioso en el cementerio es costumbre hasta el día de hoy que los deudos y demás acompañantes se despidan del difunto. El Talmud nos enseña que quien se despide del fallecido no debe decir "Lej LeShalom" (Ve hacia la paz) sino "Lej BeShalom" (Ve en paz). Lo contrario ocurre cuando nos despedimos de alguien que todavía esta vivo, a esta persona debemos despedirla diciendo "Lej LeShalom". ¿Por qué? El Talmud nos dice que esto se debe a dos versículos bíblicos. En uno cuando Itro se despide de Moshé le dice Lej LeShalom y este triunfa mientras que cuando David le dice a Abshalom Lej Beshalom este muere.

Ahora bien ¿Por qué a alguien que falleció lo despedimos diciendo Lej BeShalom y no Lej LeShalom? Los comentaristas medievales discuten y ninguno se pone de acuerdo. A mi me gustaría sugerir y concluir el estudio del tratado de Moed Katan diciendo que al despedirnos de alguien que ya falleció no le deseamos que vaya hacia la paz (Lej LeShalom) porque ya esta descansando en paz, ya esa persona encontró el reposo y la quietud eterna. Sabemos que va a un lugar de paz, de shalom. Lo que le deseamos es que recorra aquel camino en paz, en shalom como sugiere el Ritvá.

Que podamos siempre recorrer este mundo yendo hacia la paz, y que el día que nos toque irnos de este mundo podamos irnos en paz.

Hadran Alaj VeElu HaMegaljin veSalika La Masejet Moed Katan!
Así completamos el estudio del tratado de Moed Katan!

martes, 15 de mayo de 2018

Moed Katan 28 - LeSaiem BeDavar Tov

La última Mishná de Moed Katan nos enseña ciertas costumbres y prohibiciones de duelo durante Jol HaMoed, Rosh Jodesh, Janucá y Purim. Si bien estos son días en los cuales se permiten realizar entierros (frente a Shabbat y Yom Tov que esta prohibido) como estos son días de celebración se intenta disminuir las practicas de duelo y la intensidad en los funerales. Era una costumbre en aquel entonces que las mujeres reciten ciertos versos, poemas mientras que se golpeaban los pechos y las piernas en señal de duelo y para aumentar la congoja de los deudos y demás presentes. Sin embargo en los días previamente mencionados algunas de estas practicas son omitidas.

Una gran parte del tratado de Moed Katan habla sobre la muerte, sus rituales y costumbres. Esta última Mishná no es la excepción. Sin embargo con el correr de las generaciones los sabios fueron desarrollando una sensibilidad con respecto a terminar los capítulos, las parashiot y los tratados con temas negativos. Y es por eso que en algún momento de la historia a nuestra última Mishná algún sabio o copista le agregó el siguiente versículo: "Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Adonai el Señor toda lágrima de todos los rostros" (Isaias 25:8). En un tratado donde el tema de la muerte y el dolor que cada muerte causa se encuentra presente en casi todos los folios nuestro tratado termina en un tono positivo. En el futuro, según el profeta Isaías, Dios "borrará" para siempre la muerte y secará las lagrimas de angustia en los rostros de los deudos. No habrá más muerte ni dolor. Ya los Tosafot afirman que este versículo fue agregado para "LeSaiem BeDavar Tov" (Para terminar con una buena cuestión). Este principio también ocurre en otros tratados de la Mishná y en muchos tratados del Talmud Babilónico. También la forma de dividir las Parashiot, aunque hay excepciones, esta hecha para siempre terminar con un "tono positivo". Con las Haftarot ocurre lo mismo. 

También nosotros al cerrar una clase, concluir un discurso, despedirnos de algún amigo o terminar una conversación deberíamos siempre intentar terminarlo con algo positivo para que ese sea el último sabor y recuerdo. 

lunes, 14 de mayo de 2018

Moed Katan 27 - "Por el honor de los carenciados"


En la Halajá, ley judía, como en la misma Torá existen cambios. Siempre existieron y existirán. En relación a las costumbres y rituales de duelo en nuestra Guemará del día encontramos una gran cantidad de cambios que empiezan todo contándonos como solía ser la costumbre de antaño (BaRishoná) para luego contarnos que debido a cierta situación los sabios decidieron instituir (Hitkinu) una nueva práctica. La mayoría de estos cambios fueron hechos para no avergonzar a los más carenciados de la sociedad por no poder contar con los recursos para un entierro más pomposo. Veamos algunos ejemplos:
  1. En un comienzo las comidas que los vecinos y amigos preparaban eran llevadas a la casa de los deudos con bandejas de plata y oro en el caso de los ricos y de mimbre en el caso de los pobres. Esto avergonzaba a los pobres y por ende los sabios decretaron que todas las comidas deben ser llevadas en una sencilla canasta de mimbre.
  2. En un comienzo se solía llevar al cementerio los cuerpos de los ricos estando estos descubiertos y de los pobres tapados ya que estos estaban mucho más degradados por la hambruna. Esto avergonzaba a los pobres y es por eso que los sabios decidieron que todos los cuerpos debían ser llevados estando tapados.
  3. En un comienzo solían ponerle mortajas de materiales caros y refinados a los ricos y mortajas de lino simple para los pobres. Esto avergonzaba a los pobres y es por eso que Raban Gamliel pidió que pongan para él mortajas de lino simple y desde ese momento esa es la costumbre para todo el pueblo de Israel.

Así podríamos continuar. Muchas son las prácticas que el Talmud relata que fueron modificadas “en honor a los carenciados” para no avergonzarlos. Como los necesitados no tendrían los recursos para igualarse a los ricos la igualación es hacia “abajo”. Y es por eso que a diferencia de otras culturas y religiones los entierros judíos suelen ser apreciados por su simpleza. En nuestros días las mortajas siguen siendo blancas y sencillas, los cajones recomendados son los de madera más simple, no hay música ni instrumentos musicales (como sí solía haber en los tiempos talmúdicos y hoy en día en otras culturas), etc. Simpleza, equidad, y respeto ante todo.

domingo, 13 de mayo de 2018

Moed Katan 26 - Rasgandose las vestiduras

De todas las señales y costumbre de duelo quizás la más antigua y más presente en la Biblia sea la Keriá, el rasgarse las vestiduras al escuchar que alguien fallece. En innumerables casos encontramos en la Torá y en el Tanaj en general diversos personajes que al enterarse que un familiar cercano o un ser querido falleció se rasgaban las vestiduras mostrando así su dolor, su furia y su desesperación. Hasta el día de hoy esta sigue siendo una de las costumbres de duelo más extendidas y practicadas en las comunidades judías de todo el mundo. Hoy en día, sin embargo, no se suele hacer en las mayoría de los casos en el momento mismo que uno escuchaba que alguien falleció, o cuando uno presencia la muerte de alguien, sino que se suele hacer durante la ceremonia del entierro o previo a la misma en la capilla. 

Según nuestra Guemará no solo por los familiares inmediatos uno debe rasgarse las vestiduras sino que esta señal de dolor que evidencia tener el "corazón roto" también debe hacerse (aunque hoy en día ya no se acostumbra) ante la muerte de "tu rabino de cabecera", de un principe, cuando uno escucha noticias tragicas, cuando uno escucha que alguien maldice a Dios, cuando uno ve que una Torá esta siendo quemada o dañada, cuando ve las ciudades de Yehuda destruidas, Jerusalén o el Beit HaMikdash. Hoy en día no hay un Nasi (principe) del pueblo judío ni tampóco se ve la destrucción de las ciudades de Yehuda o de Jerusalén como sí era el caso hace unos 150 años. Hoy en día solo hacemos la Keriá por los familiares cercanos que fallecen. 

Algunas reglas de la Keriá

  • Coser: Por todos los casos previamente mencionados no se puede coser de forma profesional la rasgadura, la misma puede ser retocada pero la rasgadura debe seguir siendo siempre visible. 
  • Tamaño: La rasgadura debe ser de por lo menos un Tefaj (puño, unos 8-10 centimetros de largo). Si otro familiar muere y uno desea utilizar la misma prenda se le debe agregar a aquella rasgadura otra rasgadura a continuación de algún par de centimetros más. 
  • Lugar: La rasgadura debe hacerse en algún lugar visible en el torso. Entre la zona del cuello y el ombligo es el lugar indicado. En nuestros días se acostumbra a hacer a la altura del corazón del lado izquierdo por los padres y del lado dercho por los otros familiares (sin embargo esta costumbre es posterior al Talmud). 

viernes, 11 de mayo de 2018

Moed Katan 25 - Adam Kasher

En una nueva Mishná se nos enseña que durante Jol HaMoed solo se realiza la Keriá (rasgadura de las vestiduras), Jalitzá (mostrar el hombro) y otras señales de duelo únicamente por los siete familiares cercanos. Como ya hemos visto el Talmud hace una distinción entre los familiares que estamos obligados a hacer duelo por y otros familiares o personas que uno puede "elegir" hacer duelo por. Ahora bien el Talmud se pregunta ¿Y un sabio? ¿Se puede hacer duelo por un rabino/sabio durante Jol HaMoed? La respuesta talmúdica es: sí, ya que "Cuando muere un sabio, todos son como sus familiares". Según la mentalidad talmúdica un sabio era considerado como un padre espiritual e intelectual de una congregación o una ciudad y es por eso que la gente puede (y en algunos casos debe) realizar algunas costumbres de duelo ante la muerte de su o de un maestro. Incluso durante Jol HaMoed. 

En este contexto aparece una figura muy poco conocida en el Talmud, la figura de un "Adam Kasher" (una persona apta-confiable). No nos referimos aquí a si la carne del ser humano es kasher y por ende permitida para comer (este es, aunque no lo crean un gran debate en la Halajá, ya que según Maimonides la carne del ser humano esta prohibida desde la Torá sin embargo Najmanides rechaza está opción, e incluso el Rav Kook reconocerá que no hay una prohibición estricta de comer carne humana excepto que se ha hecho costumbre no hacerlo porque "genera repulsión", pero bueno este es otro tema!) sino más sobre si la persona es "Kasher". Kasher significa literalmente apta pero también puede ser entendida como honesta o conifable. Un Adam Kasher sería en este sentido "una persona honrada". El Talmud también enseña que por un Adam Kasher uno también debe llorar su muerte, rasgar sus vestiduras y oir el panegirico en su honor.

Ahora bien ¿Cómo se define estrictamente un Adam Kasher? Los rabinos medievales suelen dar dos posibles explicaciones sobre quien es un Adam Kasher: (1) Una persona la cual no es sospechada de ninguna transgresión y que también cumple cada uno de los mandamientos no siendo este un sabio o un gran erudito; (2) Una persona que es reconocida por ser una persona caritativa que se dedica a hacer buenas acciones (Gemilut Jasadim).   

La sociedad rabínica es una sociedad que se privilegia y pondera el conocimiento y por ende se honra a los sabios (Jajamim). De tanto en tanto es bueno también encontrar textos donde se pondere, se honre y se reconozca no a quien es sabio ni a quien ha estudiado mucha Torá sino que es conocida por ser un Adam Kasher, una persona buena, confiable y dedicada a hacer el bien. A estos hombres y mujeres también debemos honrar cada día. 

jueves, 10 de mayo de 2018

Moed Katan 24 - El duelo durante Shabbat

¿Se deben observar las normas y costumbres de duelo durante Shabbat? ¿Sí o no? Los sabios talmúdicos se hacen esta pregunta y la respuesta, como de costumbre, es: depende. La conclusión luego de un extenso debate es que en Shabbat no se deben observar las costumbres publicas del duelo (BeFaresia) pero sí se deben mantener los ritos privados (BeTziná). Como Shabbat es un día de alegría la presencia de un deudo no debería disminuir aquella alegría por lo cual un deudo, en público, tiene permitido usar otra vestimenta que no sea la rasgada, ponerse zapatos, sacarse el pañuelo que cubre su cabeza (a la usanza de los árabes) y debe dar vuelta su cama a la posición original. Todas estas costumbres previamente mencionadas son diversas costumbres de duelo que le hacen recordar a uno mismo y a los otros que uno se encuentra de duelo. Ahora bien ciertas costumbres de carácter privado, como bañarse por placer o tener relaciones sexuales o estudiar Torá, siguen estando prohibidas para el deudo incluso en Shabbat. 

miércoles, 9 de mayo de 2018

Moed Katan 23 - Un entierro y un casamiento

Según una braita un deudo debe esperar por lo menos treinta días para casarse después del fallecimiento de uno de sus familiares cercanos. Ahora bien si es el conyugue quien falleció uno debe esperar que pasen el periodo de tres festividades completas (por lo menos unos seis meses y un poco más). Ahora bien si la persona no cumplió el precepto de Pru uRbu (tener hijos) luego de la Shivá uno podría volver a casarse para cumplir con aquel mandamiento. También uno puede volver a casarse casi inmediatamente si uno quedo viudo con niños pequeños para tener a alguien que cuide de ellos. En todo este contexto se nos trae la siguiente historia: "Cuando murió la esposa de Iosef HaKohen, él le dijo a su hermana durante el funeral: "ve y ocupate de los hijos de tu hermana" (es decir, casate conmigo) a pesar de esto no mantuvieron relaciones hasta mucho tiempo después". Si bien uno no debe, al leer estas historias, juzgar con nuestros ojos modalidades y costumbres de hace unos 1700 años nos sorprende que en el mismo día que muere su esposa un hombre le pide matrimonio (en el momento mismo del entierro!) a su mismísima hermana. Ahora bien el Talmud para "suavizar" esta escena nos dice que si bien se casaron, para que haya alguien que se ocupe de los niños pequeños, esta nueva pareja no mantuvo relaciones "hasta mucho tiempo después". Ustedes se preguntaran ¿Cuánto es mucho tiempo? El Talmud responde: ¡30 días!

¡Como ven ciertas historias no solo ocurren en las películas! 

lunes, 7 de mayo de 2018

Moed Katan 22 - Duelo por los padres

El quinto mandamiento dice: "Honra a tu padre y a tu madre". Si bien la legislación rabínica nos llama a observar las leyes de duelo por los Sheva Kerobim, siete familiares cercanos (padre, madre, hermano, hermana, hijo, hija y conyugue), hay ciertas diferencias en cuanto a lo que respecta al duelo por los padres. En términos generales el duelo y las leyes de duelo que uno debe hacer en caso, Dios no lo permita, de la muerte de uno de nuestros padres es el más intenso y el más prolongado. Nuestra Guemará nos enumera muchas de estas diferencias. Repasemos alguna de ellas:


  • Lehadiaj Mita. Por todos los muertos si uno apresura su entierro uno es loado pero por un padre y por una madre eso no es correcto. Según la tradición bíblica y rabínica uno debe apurarse a enterrar a los fallecidos. En la antiguedad solían enterrar a alguien a las pocas horas, en nuestros días se acostumbra a si es posible, a enterrarlo el día siguiente. Sin embargo por un padre o por una madre, según el Talmud, uno no debe correr ni precipitarse, todo el proceso por lo que los padres representan debe ser más lento y prolongado. 
  • Jalitzat Ketef. Una antigua costumbre, ya en desuso, es que una señal de duelo opcional era "destaparse un hombro". Como la Keriá, la rasgadura de las vestiduras, destaparse uno de los dos hombres de la túnica que solían utilizar era otra señal de duelos. Según el Talmud por todos los muertos esta costumbre es opcional pero por los padres está es obligatoria. 
  • Lehistaper. Por todos los muertos uno puede volver a afeitarse y cortarse el pelo después de treinta días pero por los padres el tiempo se extiende "hasta que lo critiquen los amigos". Es decir: no hay un tiempo determinado. Sin embargo cuando un conocido ya dice que estas muy desprolijo es tiempo de cortarse el pelo y recortarse la barba. 
  • Simja. Por todos los muertos uno puede volver a asistir a una fiesta luego de treinta días pero tras la muerte de los padres uno debe esperar un año completo. La Halajá distingue entre Beit HaSimjá (una gran celebración), Simja LeMeriut (celebración pequeña entre amigos) y Seudat Mitzva (una comida por la celebración de un mandamiento como ser un casamiento). En nuestros días se suele ser más laxo en relación a este punto y se permite luego de los 30 días participar de una celebración especialmente cuando es una celebración familiar cuya presencia es importante. 
  • Kería: Muchas son las diferencias entre la Kería, la rasgadura de las vestiduras, por los padres que por los demás muertos. Por todos los muertos basta con que uno se rasgue un Tefaj (un puño, unos diez centimetros) sin embargo por los padres uno debe hacerlo "hasta que se rebele su corazón". Por todos los muertos uno debe solo rasgarse la vestidura exterior pero por los padres uno debería rasgarse todas las vestiduras (sin importar la cantidad de capas). Por todos los muertos uno puede reparar de forma profesional después de la Shivá o Shloshim la ropa que fue rasgada (piensen que en la antiguedad la gente no solía contar con muchas prendas de ropa) pero por los padres la rasgadura nunca puede ser cosida de forma profesional. Por los padres uno debe rasgarse las vestiduras con las manos pero por los otros familiares uno puede hacerlo si lo desea con algún instrumento. 

viernes, 4 de mayo de 2018

Moed Katan 21 - Saludos y palabras de consuelo

Nuestra Guemará sigue detallando muchos rituales y costumbres del duelo. Nos cuenta, por ejemplo, que la Keriá (rotura de las vestiduras) debe hacerse sí o sí de pie ya que así lo hizo Iob (1:20). También se nos relata una discusión sobre que días el deudo no debe ponerse los Tefiliín, si son los primeros dos días o solamente el primero. La Halajá queda como la segunda postura diciendo que solamente el primer día de la Shivá un deudo no debe ponerse los Tefilin. Aprendemos también que una persona, incluso alguien que vive de la Tzedaká, no puede trabajar en lo absoluto los primeros tres días del duelo pero los últimos cuatro días de la Shivá si tiene la necesidad económica puede hacerlo pero en privado. Sin embargo de todos los temas mencionados en nuestra Guemará quiero hacer hincapié en el que se conoce como "Sheilat Shalom" (saludar). 

Las reglas de saludo en relación a los deudos son muy particulares y muy profundas. En términos generales esta es la Halajá:


  1. Los primeros tres días de duelo no se saluda al deudo y este no debe responder los saludos. 
  2. Los últimos cuatro días de la Shivá un deudo puede responder los saludos pero no debe saludar. 
  3. Luego de la Shivá el deudo puede responder y saludar de forma habitual.
¿Por qué? ¿Cuál es el motivo detrás de esta halajá? No obligar al deudo a decir que esta bien cuando no lo esta. Ahora bien otro dato muy interesante es que después de treinta días (para todos los familiares) y después de un año (para el padre y la madre) uno no debe ofrecer palabras de consuelo (Tanjumim) a los deudos. Durante la Shivá y durante el primer tiempo del duelo uno en vez de saludar a un deudo debe ofrecerle palabras de consuelo y de cariño, sin embargo después de un tiempo esta prohibido ofrecerle estas palabras de consuelo a un deudo ¿Por qué? Rabi Meir lo enseña con una metáfora: "Si uno se encuentra a un deudo después de doce meses (de que su familiar falleció) y le ofrece palabras de consuelo ¿A qué se parece? A una persona que se rompió su pierna y luego se curó y luego un medico lo invita a su consultorio y le rompe nuevamente su pierna para después poder sanarla para demostrarle cuan buenos son sus remedios". Rabi Meir en esta hermosa metáfora nos dice que después de un tiempo cuando ya la persona procesó y pudo "sanar" su dolor no es correcto recordarle nuevamente el dolor por la perdida de un familiar a través de palabras de consuelo. La persona ya "sanó" y ofrecer palabras de consuelo no lo ayudarán sino que volverán a romperle el corazón para luego poder sanarlo nuevamente. Según Rabi Meir quien hace esto solo quiere demostrar cuan buen orador es, y cuan buenos son sus remedios "verbales". Aprendamos a hablar cuando hay que hablar y callar cuando hay que callar. 

jueves, 3 de mayo de 2018

Moed Katan 20 - Conceptos importantes del duelo

En nuestro Daf del día seguimos aprendiendo muchos detalles sobre el duelo. Veamos algunas de estas enseñanzas:

La Shivá y los Shloshim: ¿De dónde aprendemos que hay un periodo de duelo de siete días y uno más extenso de treinta? Según el Talmud la Shivá, los primero siete días de duelo intenso, se originan en un versículo del profeta Amos quien dijo "Afajti Jagueijem LeEvel" (y convertiré sus fiestas en duelo). Como algunas festividaes como Pesaj y Sukot duran 7 días la Shivá, el duelo también debe durar siete días. Por otro lado los treinta días de duelo más laxo se deriva de los votos de los Nezirim, el tiempo mínimo de Nezirut era de 30 días según los sabios tiempo en el cual, entre otras cosas, tenía prohibido el Nazir cortarse el pelo tal como el deudo tiene prohibido cortarse el pelo. 

Shmuá Kerová y Shmuá Rejoka: Ya hemos visto que el duelo, el periodo de la Shivá y los Shloshim se cuentan, no desde el momento que la persona fallece sino desde que la misma es enterrada. Ahora bien ¿Qué pasa si un familiar cercano falleció y yo no me enteré hasta tiempo después? Según los sabios si uno se enteró del fallecimiento de un familiar antes de los treinta días entonces tiene que realizar la Shivá y los Shloshim de forma normal y por el tiempo preestablecido. A esto se lo denomina "Shemuá Kerová". Ahora bien si uno se entera de un fallecimiento después de los treinta días del entierro (Shemuá Rejoka) uno no tiene Shivá ni Shloshim, sino que hace duelo por un día y ni siquiera un día completo sino simplemente por una hora ya que hemos visto ayer que los sabios enseñaban que una parte del día es como todo el día. En una Shmuá Rejoká uno no debe realizarse la Keriá (rasgadura de las vestiduras) excepto por un padre y una madre. 

Metei Mitzvá: ¿Por quiénes uno debe hacer duelo? Justo en la Parashá de esta semana, Emor, se nos cuenta que el Kohen Ediot, el sacerdote simple, podía impurificarse en caso de la muerte de su padre, su madre, su hermano, su hermana, su hijo, su hija. Los sabios agregan a esta lista a la esposa. Y estos son los conocidos Sheva Kerobim, siete familiares cercanos, por los cuales uno esta obligado a hacer la Shivá y los Shloshim. Está es la Halajá. Sin embargo por otros familiares un poco más distantes si uno lo desea, aunque no esta obligado puede también hacer la Shivá. En el Talmud por ejemplo Rabí Akiva sugiere que uno también debe guardar duelo por los familiares cercanos de tus familiares cercanos, y Rabi Shimon ben Eleazar sugiere que uno debe hacerlo solamente por sus abuelos y sus nietos. Si bien es cierto que el principio general de la Halajá como enseñó Shmuel es que en temas de duelo uno adopta siempre la posición más laxa (Halajá KeDibrei HaMekil BeEvel) si uno siente por su relación que desea realizar algunas costumbres de duelo por otro familiar uno puede hacerlo como lo vemos aquí en nuestra Guemará con historias de diversos sabios. 

miércoles, 2 de mayo de 2018

Moed Katan 19 - El duelo, Shabbat y las fiestas

Un principio general de la Halajá es que las prácticas exteriores y publicas del duelo se cancelan durante Shabbat y los Jaguim (festividades). Estos son días de alegría y regocijo, incluso, aunque es muy difícil, también para los deudos. Ahora bien nuestra Mishná analiza si estos días donde el duelo exterior es cancelado cuentan o no como parte de la Shivá (y los Shloshim) o no. Según la regla general de la Mishná (aunque así no quedará la Halajá) si una persona es enterrada tres días antes de una festividad la festividad cancela la Shivá. Es decir el periodo de la Shivá para los deudos no será en esos casos de siete días como normalmente lo es sino que tan solo de tres ya que las festividades "cortan" la Shivá. Si una persona, sigue enseñando la Mishná, es enterrada ocho días antes de una festividad la festividad cancela las leyes del duelo de los treinta días (Shloshim) como ser cortarse el pelo, la barba o asistir a fiestas. Shabbat sin embargo no corta ni la Shivá ni los Shloshim porque siempre hay un Shabbat durante la Shivá y si Shabbat cortase la Shivá casi todas indefectiblemente tendrían menos de siete días. 

En la Guemará se analiza nuestra Guemará y uno de los Jidushim que aparece es que según Aba Saul, y así quedará la Halajá, el séptimo o tercer día o el último día de la Shiva no debe ser observado todo el día. Es decir normalmente un día en el calendario hebreo concluye con la salida de las estrellas sin embargo por un principio general del Talmud Babilónico "Halajá KeDibrei HaMekil BeEvel" (la Halajá es siempre como la posición más indulgente en temas de duelo) el último día de la Shivá y todas sus prohibiciones y practicas concluye apenas unas horas entrado el día, usualmente la Shivá se corta luego de Shajarit. ¿Por qué? Por otro principio halájico que dice "Miktzat HaIom Kejulo", una parte del día es como todo el día. En el próximo post seguiremos viendo como afecta Shabbat y las festividades a la Shivá y a los Shloshim. 

martes, 1 de mayo de 2018

Moed Katan 18 - Las uñas

¿Se puede uno cortar las uñas durante Jol HaMoed o durante la Shivá? Rav Iehuda dice que no y Rabi Iosi dice que sí. La halajá, antes que me pregunten, queda como rabí Iosi. Esta permitido cortarse las uñas durante ambos momentos. Algunos sabios consideraban que no ya que lo asociaban con la prohibición de cortarse el pelo pero la inmensa mayoría de los sabios y el gran amorá Shmuel prueban que esta permitido cortarse las uñas. Dentro de la discusión talmúdica sobre este curioso asunto se nos cuenta que cierta vez un estudiante en el Beit Midrash durante Jol HaMoed se estaba cortando las uñas con los dientes (sí, con los dientes!), y nadie protestó. Es decir: cortarse las uñas esta permitido! Ahora bien el Talmud en medio de la discusión sobre este asunto nos traen una curiosa fuente tanaitica que nos dice que se debe hacer con las uñas una vez cortadas: "Si uno las entierra es un Tzadik (justo), si uno las quema es un Jasid (piadoso), y si uno las tira al piso es un Rashá (malvado)". ¿Por qué según los sabios lo correcto es quemar o enterrar las uñas y uno es considerado un malvado si las arroja al piso? El Talmud nos da la respuesta: "No sea cosa que una mujer embarazada camine sobre las uñas y aborte". Una creencia popular de la época y que encontró su lugar hasta la Edad Media (e imagino que algunos grupos seguirán sosteniendo esta idea como ciencia incluso hoy) dice que si una mujer pisa una uña terminará abortando y es por eso que es considerado como un malvado quien se corta las uñas y las arroja al piso.