viernes, 21 de abril de 2017

Ketuvot 61 - Los tiempos del sexo según la Torá

La Guemará nos presenta hoy una nueva Mishná, una de las más interesantes quizás de todo el tratado de Ketuvot. En la última Mishná hemos visto las diversas obligaciones de la mujer para con el marido y para con el hogar, ahora es tiempo de las obligaciones del marido. Como ya hemos dicho según los sabios la Torá establece que el hombre le provea a su mujer de alimento, ropas y de sexo. Ahora bien ¿Cuántas veces tiene la obligación de tener relaciones sexuales el hombre con su mujer para cumplir con la halajá? Si la mujer desea tener relaciones sexuales todos los días o incluso dos veces por día ¿el hombre esta obligado a proveerle de aquel placer? La Mishná nos dará una respuesta y luego el Talmud, en los próximos folios, complejizará aún más la cuestión. 

La Mishná comienza planteando una discusión entre la escuela de Shamai y la de Hillel. Shamai plantea que un hombre puede abstenerse hasta dos semanas de tener relaciones con su mujer, si pasa más de ese tiempo la mujer puede reclamar el divorcio. Hillel, más comprensivo con el deseo sexual de la mujer, dice que el tiempo máximo es de una semana. El Talmud nos dice que estas medidas de tiempo son extraídas por ambas escuelas del tiempo de impureza que tiene una mujer luego de parir (en el caso de una mujer son dos semanas y en el caso del varón es una semana). Esta es la ley general y así queda codificada en la Halajá, ninguna mujer debería (si así lo desea) pasar más de una semana sin tener relaciones sexuales. Su marido está obligado a proveerle este deseo.

Paso seguido la Mishná comenzará a nombrar diversas excepciones y profesiones que alteran un poco este principio general. Según los sabios la Torá (aunque en ningún lugar figura explícitamente) dictaminó que según la profesión los tiempos cambian (por esfuerzo y por distancias). Está es la lista:


  1. Taialín (quienes no trabajan): todos los días.
  2. Poalim (trabajadores locales): dos veces por semana.
  3. Conductores de burros: una vez por semana.
  4. Conductores de camello: una vez por mes.
  5. Marineros: una vez cada seis meses. 
No sé le puede exigir a un marinero que vuelva todos los días o una vez por semana o incluso una vez por mes a su hogar, de hacerlo perdería su trabajo. Por este motivo Rabí Eliezer le da una dispensa a estos trabajadores según el esfuerzo que conlleva la tarea y la distancia de donde trabajan a su hogar para que no deban cumplir con la ley de que deben tener relaciones sexuales al menos una vez a la semana con su mujer. 

jueves, 20 de abril de 2017

Ketuvot 60 - La obligación de amamantar

Hemos visto en la última Mishná que una de las obligaciones de la esposa es la de amamantar a los hijos de su marido. Esto dará pie a una larga Sugya sobre ciertas leyes, tradiciones y "saberes populares" sobre el amamantamiento en la época talmúdica. Revisemos alguna de ellas:

1) Obligación tras el divorcio: en el caso de divorcio mientras la madre está amamantando a sus hijos la misma queda obligada a seguir amamantando incluso luego de separarse del marido. Es necesario remarcar este punto ya que todas las otras obligaciones (cocinar, lavar, etc.) caducan en caso de divorcio pero por el "peligro" que corren los bebés de no querer tomar la leche sino es la de su mamá que ya reconocen es que los sabios obligan a las madres a seguir amamantando a sus hijos. Eso sí: en caso de divorcio el hombre debe pagarle a su ex-mujer un sueldo como a cualquier amamantadora que uno puede contratar. 

2) Reconocer a la madre: los sabios discuten cuanto tiempo le lleva al bebé reconocer a su propia madre. Uno dice 30 días, otro 50 y otro tres meses. Sin embargo Rabí Iojanan establece que todas estas son estimaciones sin mucho valor ya que todo depende de cada niño. Según los sabios los bebés desde temprana edad son capaces de reconocer a su madre (algo que hoy los avances tecnológicos lo ratifican). De forma interesante nos dicen que incluso un bebé no-vidente puede reconocer a su madre a través del gusto y del olfato. 

3) ¿Hasta cuando se debe amamantar? El Talmud presenta dos opiniones: hasta los 2 años o hasta entre los 4 o los 5 años. Tosafot aclara que cuatro años si el niño o la niña están sanos y 5 si se encuentran débiles. Al parecer estos eran los tiempos estándares de aquella época. Un mínimo de dos años de amamantamiento y un máximo de 5. Hoy en día en gran parte del mundo occidental, por las exigencias laborales y culturales de la mujer, estos tiempos se han reducido significativamente. Para los amantes de las curiosidades de la Halajá el Talmud aclara que siempre y cuando el bebé tome de forma constante la leche sin una interrupción mayor a la de tres días la leche es 100% kasher, sin embargo si vuelve a tomar de grande o luego de una interrupción mayor a tres días la leche materna se convierte en una inmundicia (Sheketz), por lo cual estaría prohibido tomar de ella según las reglas del Kashrut.

4) La espera para volver a casarse: una mujer que se divorcia o enviuda mientras está amamantando debe esperar al menos 24 meses (desde que su hijo o hija naciera) para volver a casarse. La lógica detrás de esta reglamentación es que si la mujer vuelve a quedar embarazada los sabios tenían el miedo de que la misma no pueda producir abundante leche para ambos bebés. Y en este mismo sentido los sabios dicen que una mujer que está amamantando a su hijo no debe amamantar también al hijo de una amiga ya que según la sabiduría popular de aquella época la mujer no tendría leche suficiente para ambos. 

5) Buenas comidas y malas comidas: Incluso en nuestros días la sabiduría popular nos dice que hay ciertas comidas que son beneficiosas para la producción y el sabor de la leche y otras que son maliciosas. Si bien no hay estudios científicos que corroboren a ciencia cierta esta idea, está es una noción muy extendida y muy presente. Los sabios hace 1700 años opinaban de la misma forma. Ciertas comidas son buenas y otras son malas. Perimatanme compartir tan solo algunos de los ejemplos estrafalarios que nos trae el Talmud: si una mujer toma vino y come carne durante el embarazo tendrá hijos saludables, si come apio tendrá hijos hermosos, si come pescado tendrá hijos agradecidos y si uno come etrogim (el cítrico de Sukot) tendrá hijos con buen aroma. 

Mitos, realidades, opiniones, sabiduría popular, ciencia... todo en un solo lugar. 

miércoles, 19 de abril de 2017

Ketuvot 59 - Las tareas de la mujer

Como ya hemos dicho los sabios dictaminan que el hombre está obligado a proveerle alimento, vestimenta y relaciones sexuales de forma regular a su mujer. En una nueva Mishná se nos dice cuales son las obligaciones de la mujer para con su esposo. Entre algunas de las tareas domesticas se encuentran: moler, hornear, cocinar, lavar la ropa, amamantar al bebé, hacer la cama y trabajar con la lana. En el matrimonio, según la ley judía, tanto el hombre como la mujer tienen ciertas obligaciones y ciertos derechos. Estas son las obligaciones de la mujer en la matrimonio según la Mishná. De forma interesante la Mishná nos dice que si el marido tiene los recursos económicos cada vez que contrata a una nueva esclava (empleada en nuestros días) su esposa tiene menos obligaciones. Según una opinion si la mujer tiene 4 esclavas la misma puede sentarse sin hacer nada en la "cátedra" (trono real). Sin embargo según Rabi Eliezer incluso aunque una tenga cien empleadas aún así debe realizar alguna tarea hogareña ya que la holgazanería, según él, lleva al libertinaje. Rabí Shimon ben Gamaliel redobla la apuesta y dice que un hombre que le hace jurar a su mujer que no trabajará una vez que estén casados debe divorciarla ya que la holgazanería lleva a la estupidez. ¡Cuanta verdad! La holgazanería, entre tantas cosas, lleva al libertinaje y a la estupidez. 

Está Mishná dará mucho que hablar en el Talmud. Hoy quisiera sin embargo detenerme en la primera reflexión talmúdica a esta muy interesante Mishná. La voz anónima de la Guemará cuestiona a la Mishná preguntándose como "moler" puede ser una de las actividades las cuales las mujeres casadas están obligadas a hacer. Esta, según explican los exegetas, es una tarea desgastante y muy pesada para una mujer. ¿Y cuál sería el problema? Que según Rabí Jía la mujer es solo para la belleza y para criar niños. Muchos de los lectores encontrarán este comentario un tono machista y de seguro que hay algo de machismo en las palabras de Rabí Jía. Tenemos que comprender, sin embargo, que estamos hablando de un sabio que vivió hace unos 1800 años. Según los parámetros de la época la mujer estaba destinada únicamente a la belleza y a la crianza de los niños, pero nuestra Mishná nos enseña que también la mujer puede (y debe) trabajar.  

viernes, 14 de abril de 2017

Ketuvot 57 - Un año para los preparativos

Quienes nos casamos sabemos que se necesita mucho tiempo para preparar una boda. Generalmente muchas parejas suelen anunciar que se casan, y empiezan con los preparativos, un año antes de la boda. De casualidad o no una nueva Mishná nos dice que si un hombre decide casarse con una jovén le debe dar un año para que ella se prepare antes de llevar a la Jupá. Una muchacha debe prepararse y según la Mishná se necesita un año para estos preparativos. Para una viuda, en cambio, nos dice la Mishná, los preparativos son menores (quizás porque ya se había casado y ya tenía todo lo necesario) por lo cual con treinta días es suficiente. El Talmud deduce que está noción de que el hombre debe esperar a la mujer, o debe darle este tiempo de un año, se desprende de la historia de Rivká y el ayudante de Abraham. En Génesis 24 el sirviente de Abraham le dice a la familia de Rivká que no lo hagan demorar más y que le permitan volver a su tierra para darle a Rivká como esposa para Itzjak. Sin embargo la familia de Rivká sugiere que la muchacha se quede unos días "10 por lo menos" (Gen. 24:55). Utilizando otros versículos y con mucha creatividad los sabios concluyen que en realidad le pidieron al siervo de Abraham un año entero antes de darle a Rivká. 

¿Por qué tanta espera? ¿Sólo por los preparativos? Una lectura un poco más profunda de esta Sugya talmúdica nos indica que hay otros motivos. En la antiguedad era una practica muy común comprometer a las niñas, a temprana edad, con algún candidato promisorio. Los sabios no se oponen a esta practica, la pareja podía estar comprometida desde temprana edad sin embargo los sabios sí so oponen al casamiento de una chica menor de edad. Y por eso dicen que tanto la niña como el padre, si el hombre desea apurarse para casarse, pueden frenar la boda y exigir que se espere hasta que la niña sea mayor de edad para, como dice el Talmud, que pueda ella misma decidir por sí sola si quiere casarse o no (como también se desprende de la historia de Rivká donde le consultan si está dispuesta a ir para casarse con aquel hombre que nunca conoció). 

jueves, 13 de abril de 2017

Ketuvot 56 - Sexo en la oscuridad

En medio de una discusión en torno a si es la Jupá o el primer acto sexual lo que consuma el matrimonio el Talmud nos enseña un dato interesante en torno a las relaciones sexuales. Los sabios no se ponen de acuerdo si con la Jupá es suficiente para que la pareja este oficialmente y 100% casada o bien si es la primera relación sexual luego de la Jupá lo que oficializa el matrimonio y así las responsabilidades de ambos. La Halajá será establecida como que con la Jupá es suficiente si es que la pareja se encuentra habilitada a tener una relación sexual inmediatamente después. Sin embargo el punto que quisiera compartir con ustedes hoy es un derivado de está discusión.

¿Cuándo está permitido mantener una relación sexual? El Talmud nos dice que el sexo solo se puede tener durante la noche (y por ese motivo es costumbre, y así lo dice el Talmud, realizar también las jupot durante la noche). Los sabios no nos dicen en este folio talmúdico el porqué de este principio. Sin embargo en Nida (17a) se nos dice que esto se debe a que durante la noche el hombre no puede ver completamente y nitidamente a su mujer lo que evita que, Dios no lo permita, encuentre algo negativo en su figura y que esto le desagrade a sus ojos. Los exegetas medievales comprenden entonces que la prohibición no es tener relaciones sexuales durante el día diurno y que solamente se pueden mantener durante la noche sino que las mismas se pueden mantener durante las 24 horas del día siempre y cuando sea en la oscuridad. El motivo que da el Talmud no es muy "simpatico" que digamos por lo cual muchos comentaristas nos dicen  también que uno debe tener relaciones sexuales en la oscuridad por Tzniut, es decir por una cuestión de recato y decoro. Sea como fuese así queda codificado en la Halajá: si uno quiere tener relaciones sexuales uno debe apagar la luz o mantener las persianas cerradas! (SA, Oraj Jaim 240:11)