sábado, 17 de diciembre de 2011

Berajot 56 - Interpretando sueños I

Continuamos con los sueños. La hoja que hoy nos toca estudiar cuenta la larga historia de un decodificador de sueños y su relación con dos sabios: Abaie y Raba. La historia es muy larga e intrincada para comentarla en breves lineas, no obstante les comparto un detalle muy importante del relato: Ambos sabios una vez soñaron el mismo sueño, los dos, uno después del otro fueron a lo de Bar Adia (un adivinador) para consultar sobre el significado de sus sueños. Al parecer todo lo que él les decía se cumplía pero algo extraño pasaba. Quien le pagaba por sus servicios recibía pronósticos positivos mientras que quien no lo hacía recibía escenarios futuros muy negativos. Según el Talmud, todo lo que salía de la boca de Bar Adía, se cumplía. Kol Hajalomot Holjim Ajar Hapé, todos los sueños van detrás de la boca.

Por otro lado, en esta misma hoja nuestros sabios presentan una lista de cosas que podemos ver en nuestros sueños y sus respectivos significados. Por ejemplo, si vemos un pozo eso significaría que vemos la paz. Si vemos un burro debemos esperar por la salvación. El que ve a Ishmael (el hijo de Abraham) en un sueño significa que sus plegarias son escuchadas. El que ve a un burro en un sueño significa que en un momento le habían decretado la muerte pero que desde el cielo fue salvado. El que ve a Pinjás (un personaje bíblico) en un sueño significa que un milagro le habrá de ocurrir. Lo mismo con quien ve a un elefante, el que ve a varios elefantes, varios milagros habrá de recibir. 

Un símbolo, varios significados: No todo es lineal. Un mismo objeto, animal, personaje, etc., puede significar diversas cosas en un sueño. Puede ser algo tanto positivo como negativo. El Talmud presenta una lista de cosas que si uno las ve en un sueño pueden significar cosas tanto positivas como negativas, ya que estas cosas (por ejemplo un río, las uvas, un shofar, una montaña, un perro, etc.) se las puede encontrar en la escritura tanto en versículos con augurios positivos como en otros con una gran carga negativa. Por este motivo quién sueña con alguna de estas cosas debe primero decir el versículo positivo para que este le acontezca en su vida y no el dictamen del versículo negativo. Un ejemplo: hay un versículo que habla sobre un río que viene a traer la paz y otro que viene a traer la angustia, debemos recitar entonces, si es que soñamos con un río, el primero de aquellos para que el mal no venga sobre nuestras vidas.   

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