martes, 30 de julio de 2013

Meguilá 18 - Leyes sobre la lectura de la Meguilá

En nuestra Guemará los sabios nos siguen enseñando algunas reglas y leyes en relación a la lectura de la Meguilá. 

Krá veal Pe (Leer de memoria). Está prohibido leer la Meguilá de memoria; es decir narrarla de memoria sin estar leyéndola. En la antigüedad los sabios judíos valoraban mucho la memoria, los tanaim (sabios de la Mishná) recibían ese nombre porque repetían: repetían el texto de la tradición oral con el fin de recordarlo de memoria. Sin embargo está prohibido recitar de memoria la Meguilá, si lo hacemos, no salimos de la obligación de leerla en Purim ¿Por qué? Porque la memoria siempre puede traicionarnos y por este motivo debemos leerla y no recitarla de memoria. Por esta misma razón los sabios prohibieron escribir una Meguilá o una Torá sin una copia antigua sobre la cual copiar el texto (shelo min haktab). Un escriba (sofer) para escribir una Torá no puede hacerlo de memoria ya que siempre está la posibilidad de que se equivoque y una error convierte en invalida toda la Torá; por lo cual los escribas tienen delante de ellos siempre una copia de la Torá o de la Meguilá para copiar letra por letra. Los tefilin y las mezuzot, al ser textos cortos y bien conocidos por los escribas, se pueden escribir de memoria. 

Targum (traducción). Si bien la Meguilá debe ser escrita en hebreo y con el tipo de escritura asiria (ashurit), si uno no comprende el hebreo uno puede leer la Meguilá en un idioma que sí comprenda y de esta manera cumplir con la obligación de leer la Meguilá. Sin embargo si uno lee la Meguilá en un idioma que uno no domina no cumple con su obligación. La única excepción: el hebreo. Si la Meguilá está escrita en hebreo, a pesar de que uno no conoce bien el idioma o aunque no entienda nada (los sabios del Talmud dan el ejemplo de las mujeres y los campesinos), y uno la lee uno cumple con el precepto; ya que el objetivo de su lectura es hacer Pirsumei Nisa, dar a conocer el milagro de como el pueblo judío se salvó de las garras de Amán. 

Seirugin (por partes). Pueden existir interrupciones en la lectura de la Meguilá. Uno puede terminar de leer un capitulo o un versículo y ponerse a conversar. No tiene que ser leída de una sola vez. En la actualidad en muchas comunidades, basándose en este principio y en la lo extensa que es la historia de Ester, se han adoptado diversas posturas para estudiar algunos fragmentos o discutir algunos versículos entre capitulo y capitulo. Es una interesante innovación para implementar. 

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