martes, 14 de agosto de 2012

Avodá Zará 15 - Las suposiciones sobre los Goyim

Quienes estudiamos Talmud debemos reconocer algo: la gran mayoría de los pasajes talmúdicos en relación a los no judíos no son muy "goi-friendly". Al parecer, los sabios del Talmud cuando hablaban de un idólatra hablaban de un salvaje, de un ser humano sin códigos morales y sin cultura. El tratado de Avodá Zará que estamos estudiando es una muestra de la dureza y crueldad, seguramente desmedida (a conciencia), con la que los sabios hablan del mundo no judío. En esta oportunidad, una Mishná comenta que en los lugares que se acostumbra a vender un animal de "trabajo" para los no judíos se lo puede vender, mientras que en los lugares que se acostumbra a no venderles este tipo de animales no se debe hacerlo. 

Los animales y Shabat. Lo primero que debemos resaltar aquí, en contraposición a una mirada dogmática y monolítica de la tradición judía, es que las fuentes del derecho judío establecen la diversidad de prácticas entre una región y otra. Hay leyes (halajot) y costumbres (minaguim), nunca debemos confundir las unas por las otras. Lo segundo que debemos resaltar es el taam (el por qué) de la prohibición. El Talmud presenta dos opciones: La primera es por Shvitat Behemot. Tal como un judío debe descansar en Shabat también deben hacerlo sus animales; y si uno le presta o le alquila a un no judío un animal podría hacer uso del mismo durante Shabat y uno estaría así trasgrediendo uno de los 10 mandamientos que nos ordena a descansar tanto uno como sus empleados y animales. 

Animales y hoteles. La segunda opción del por qué de la prohibición es, según los sabios, que los no judíos están sospechados de tener relaciones sexuales con sus animales. Esta horrible y casi con seguridad desproporcionada suposición da cuenta de como los sabios entendían al idólatra. Ellos creían que ser idólatra era sinónimo de barbarismo y bestialidad. Uno, en este sentido, no podía venderle un animal porque de ser así uno estaría poniéndole un obstáculo delante de un ciego ya que si ellos estaban, según la optica de los sabios, acostumbrados a acostarse con sus animales uno, como judío, uno no puede ayudarlo (vendiéndole un animal) a llevar a cabo esta transgresión. 

Las suposiciones. Siempre nos hacemos una idea del "otro". Los sabios tenían, a nuestros ojos, una mirada horrible, desagradable y errada (casi con seguridad) de sus vecinos. El Talmud continúa diciendo que tampoco un judío puede reunirse en una habitación a puertas cerradas con un no judío por la sospecha de que este querría matarlo o violarlo. Tampoco uno, según los sabios, podría mandar a sus hijos a un maestro no judío porque este pervertiría sus valores y lo encaminaría en la idolatría. Si esto fue cierto o no hace 1700 años no lo sé, es más, lo dudo mucho; mas de lo que puedo estar seguro es de que estas suposiciones y sospechas no son válidas en nuestros días. El no judío que convive en nuestras ciudades, que son nuestros amigos, familiares, maestros o comapñeros de trabajo no son nada parecido a como el Talmud describe a los "goyim" de su época. Por este motivo todo texto hay que leerlo teniendo en cuenta su contexto y su pretexto. El pretexto de los sabios talmúdicos era buscar una separación profunda entre los judíos y los no judíos. Su contexto eran tiempos de persecusiones y de gran desason para el pueblo judío. Hoy día tanto nuestros contextos como nuestros pretextos han cambiado, ergo la lectura de nuestros textos tiene que cambiar también. No podemos extrapolar suposiciones de hace 1900 años y aplicarlas a nuestros días. Al estudiar el tratado de Avodá Zará tenemos la obligación como judíos de repensar nuestra relación con el mundo no judío.

La mirada que tenemos sobre el otro dice mucho de cómo nos vemos a nosotros mismos. Si vemos en el otro sólo errores y perversiones seguramente entendamos que de nuestro lado sólo existen virtudes y buenos atributos. Como judíos de la posmodernidad debemos dejar de vernos a nosotros mismos y a nuestra cultura como imagen misma de la perfección y la superioridad sobre la tierra, a la par que debemos dejar de entender al "otro", al no judío, como un antisemita o un ser humano de menor inteligencia o moral. Debemos vernos a nosotros y a los "otros" con una mirada critica y reflexiva, señalando las virtudes y los errores, de los unos y los otros. Debemos reeducar nuestra mirada. 

4 comentarios:

  1. Está bien, el punto de vista que expones me parece admirable y sin duda representa a una buena parte del pueblo judío, especialmente a aquellos más liberales. La verdad, no me cabe la menor duda que sectores masortíes y reformistas coinciden con el punto de vista que expones acá. Pero, ¿Qué hay con los sectores más religiosos? ¿Qué hay con la ortodoxia? En definitiva, ¿Cuál es la posición que toman sectores ortodoxos frente a este tipo de textos que hoy parecen más bien panfletos racistas que códigos legales/morales o libros de oraciones y de estudio? ¿Siguen siendo aplicables y vinculantes este tipo de textos para ese grupo de judíos?

    Sé que la ortodoxia no es para nada homogénea, pero sí creo y siento que existe una suerte de visión única en el mundo jaredí frente a este tipo de temas.

    El tema me parece bastante relevante, teniendo en cuenta el hecho de que buena parte del antisemitismo actual (y pasado) busca excusas en el Talmud y en particular en las creencias del mundo jaredí respecto a los no-judíos para fundamentar su intolerancia.

    A propósito, y fuera del tema, probablemente sabías, pero la foto que figura al lado izquierdo y que muestra un talit junto a un mural con plegarias escritas corresponde a la sinagoga de la aldea de Tykocin en Polonia. Una suerte de shtetl cuya población judía fue exterminada durante la shoá gracias a la complicidad de los vecinos católicos de Tykocin. Aun es posible visitar las fosas comunes donde descansan los judíos asesinados en el Bosque de Lupochowa, a pocos kilómetros de la aldea/shtetl.

    Saludos.

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  2. Toda construcción ideológica es un recorte de textos e ideas. Yo estoy convencido de que la suposición de los sabios sobre los no judíos hace 1700 años no es la misma que los sabios de nuestros días pueden tener. El problema como una vez me dijo un Rab es tomar los textos talmudicos como eternos y ontológicos. Yo creo que como judíos del siglo XXI tenemos el deber de leer nuestros propios textos con las herramientas de la academia y de la critica contemporánea. Hay que leer el texto en su contexto. Los no judíos de los cuales el Talmud habla son lo que Sarmiento hubiera llamado la Barbarie. Nuestros vecinos, amigos y compañeros no judíos no entran en absoluto en estas categorías; ergo si cambia la realidad, cambia la suposición y si esta se modifica también debe hacerlo la halajá.

    Con respecto a la fotografía gracias a Ds pude estar en Tykocin y fui yo quien la sacó. Estar en esas sinagogas y esos bosques es una experiencia única.

    Saludos!

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  3. Sí, pero repito mi pregunta: ¿Qué opinarían los sectores ortodoxos al respecto?

    Estamos de acuerdo con que lo que dice el Talmud no puede ser tomado literalmente y evidentemente ha de analizarse el contexto y adecuarlo a la realidad actual, aun contradiciendo lo que allí se ordena. Pero creo que lo anterior solo coincide con una visión reformista o masortí sobre las cosas, dudo que los ortodoxos estén de acuerdo con lo anterior. Lo planteo principalmente porque algunas declaraciones de rabinos importantes hacen pensar precisamente eso, como las declaraciones que ha hecho el rab. Ovadia Yosef respecto a los gentiles (que pueden o no estar descontextualizadas, para mí son clarísimas), o el libro (torat hamelej) publicado por un rabino jefe de una Yeshiva en un asentamiento israelí en Cisjordania. ¿Son éstas opiniones puntos de vista minoritarios o son representativos del mundo ortodoxo?

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  4. Si bien el mundo ortodoxo no es un monolito entiendo que estas opiniones no son minoritarias. Seguramente una parte del mundo ortodoxo más progresista y pensante diría que estas suposiciones ya no tienen vigencia en nuestros tiempos no obstante un gran sector del fundamentalismo ortodoxo en Israel o en las diasporas seguirá tomando lo que dice el Talmud como si el mismo hablase en el 2012, sin tomar en cuenta contextos históricos o temporalidades diversas. Estos son los peligros de las lecturas fundamentalistas.

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