martes, 31 de enero de 2012

Sanhedrín 10 - Makot

No comente nada sobre la hoja anterior ya que no encontré nada "muy jugoso" para trabajar con ustedes.

Ahora sí continuamos con nuestra guemará. Recordemos que la estructura de este primer capitulo del tratado Sanhedrín es inusual. Al comienzo son presentadas todas las mishnaiot y a continuación trae una guemará muy larga que va y vuelve a las mishnaiot. En nuestra página los sabios vuelven a una de ellas en particular, que establece: los casos de "golpes-castigos" se juzgan con tres jueces pero Rabi Ishmael decía que se debían juzgar con 23 jueces. Recordemos que a grandes rasgos la diferencia central para evaluar si una situación debía ser juzgada por 3 o por 23 jueces dependía si era una cuestión comercial o una cuestión penal. 

Las Makot, eran los golpes que el tribunal rabínico le debía infringir a un trasgresor de la ley. Si alguien traspasaba algún mandamiento, el castigo podría  bien ser la muerte directamente (por apedreamiento, abrasamiento, etc.) o bien recibir estos golpes-makot como forma de correctivos. Es por este motivo que los sabios en nuestra Mishná discuten. ¿como consideramos a las makot? ¿cómo algo penal que puede derivar en la muerte o como un caso de castigo físico sin más?  Raba, apoyando la tesis de Rab Ishmael, dice que estas makot son un substituto de la muerte por este motivo debería ser juzgado por 23 jueces para hacer más difícil imponer la sanción. Rashí comentando el por qué las makot son consideradas una forma de muerte dice simplemente: ya que este hombre trasgredió un mandamiento, tiene que recibir un castigo como la muerte o similar. El hijo de Raba, Rab Aja, discute con su padre ya que le dice que si éste fuera el caso, que las makot son una forma de muerte, por qué se necesitaría que a la hora de aplicar este castigo esté presente un médico para evaluar al trasgresor (quien recibe el castigo). Aquí me detengo un segundo para señalar algo: la Torá nos ordena que una de las formas de castigo son los latigazos-makot, pero que se deben aplicar, como máximo, cuarenta makot, no más, para que "nuestro hermano no muera". Los sabios talmúdicos entienden este principio de la Torá e instituyen que siempre debe haber un médico a la hora de impartir este castigo para que evalúe si el trasgresor puede seguir recibiendo makot o no. Si este puede seguir recibiendo más será únicamente hasta llegar a las cuarenta, en realidad el máximo es 29, pero si el medico considera que este hombre no puede más y que una maká (singular de makot) más puede terminar con su vida, los jueces están obligados a detener la flagelación. 

La discusión no queda saldada en la guemará. Hoy estudiamos esto sólo para estudiar ya que estas leyes no se aplican en nuestros días. Nuestro estudio también nos debe servir para darnos una idea de la sensibilidad y la manera de pensar de nuestros sabios. En primer lugar la sensibilidad para tratar a este hecho como un caso de pena capital, haciendo más difícil que alguien finalmente sea condenando ya que es más sencillo que dos hombres estén de acuerdo en condenar a alguien que doce. Por otro lado, debemos ver la sensibilidad de la Torá y más la de nuestros maestros talmúdicos en cuanto a la manera de impartir los castigos. Hoy, todos, o la mayoría, podemos acordar que castigar mediante golpes no es la manera correcta de hacer las cosas pero, imaginemos la mente de las personas hace tres mil años! Podemos intuir que la Torá da un gran paso. Permite los golpes como forma de castigo pero le pone un límite, la vida de la persona no puede estar en juego. Los sabios talmúdicos expanden esto mucho más al recurrir a un médico a la hora de utilizar este castigo, él y solo él debe decidir si la persona está apta de seguir recibiendo golpes.

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