Hasta los Cohanim rezaban. Los sabios del Talmud buscan siempre remontar sus prácticas a la antigüedad. En este caso sugieren, algo que históricamente puede ser muy plausible, que los sacerdotes en el Beit HaMikdash recitaban diariamente el Barju, el Shema, leían los 10 mandamientos y realizaban la bendición sacerdotal. La gran pregunta que le genera a uno esta afirmación de los sabios es ¿Qué paso con los 10 mandamientos (Aseret HaDivrot)? Todas las demás plegarias están incluidas en nuestros sidurim hasta la actualidad sin modificación alguna pero no así la quintaesencia de la Torá, sus 10 "palabras". La respuesta, la dan nuestros maestros unas lineas después.
La desaparición de los Aseret HaDivrot. Los llamo así porque no son mandamientos, sino palabras o alocuciones. Estas 10 frases eran dichas diariamente por los sacerdotes y también por las comunidades judías en la diaspora, incluso en Babel, pero esta costumbre se terminó cuando los minim empezaron a aumentar en número. Los minim eran judíos que negaban que la Torá provenía de D-s y decían que sólo estas 10 alocuciones venían del Eterno (según el Talmud de Jerusalem) otros interpretan que los minim eran los primeros judeo-cristianos que negaban muchas de las enseñanzas de nuestros sabios. En definitiva nuestros maestros decidieron suprimir esta parte de la plegaria para no alentar a que los minim digan que tenían razón al decir que los Aseret Hadivrot son lo único importante de la Torá y que lo demás no tiene importancia (como expresan hoy muchos grupos cristianos).
Enseñaron en nombre de Rab que una persona que tiene la posibilidad de pedirle al Eterno misericordia por un amigo y no lo hace, se lo llama pecador. También enseñaron en nombre del mismo Rab que el que trasgrede un precepto y siente vergüenza de ello todos sus pecados-errores son absueltos. El RIF, comentarista medieval, dice que ésto revela la fuerza de la vergüenza ya que tiene la inmensa capacidad de borrar los pecados propios. El tener vergüenza es el reconocimiento del error y de la transgresión, es tomar conciencia que uno ha errado.
No se puede cortar un versículo. La Guemará nos cuenta que cierto Rab quiso agregarle al Shema Israel el párrafo correspondiente a la Parashat Balak en la cual dice que a los que D-s maldice son maldecidos y a quienes bendice son bendecidos. Finalmente esta "estrofa" no entró a la lectura diaria del Shema Israel por Tirja deTzibura, para no exigir de más a la congregación. No se le puede pedir a la gente que haga una tefilá muy larga porque si no, no podría hacer sus otras labores diarias. Y en relación a esto viene el problema de los versiculos. Un rab pregunta por qué no cortaron parte de esa parashá para que únicamente entre la parte "importante" y se leyese junto al Shema. Allí los sabios contestan que todo lo que Moshe cortó (o sea dividió en versículos) nos es permitido a nosotros tomar y usarlo en las tefilot pero todo lo que Moshe no cortó no podemos nosotros cortarlo. Esto quiere decir que no podemos agarrar la mitad de un versículo, el mismo, si lo utilizamos en nuestras plegarias, debe ser leído en su totalidad.