lunes, 24 de diciembre de 2012

Rosh Hashana 26 - Aprendiendo palabras



Entonces harás tocar fuertemente la trompeta... (Vaikrá 25:9) 


Estamos dando comienzo al tercer capitulo del tratado de Rosh Hashana. Los dos primeros capitulos, en su gran mayoría, no tenían una relación directa con esta festividad. Sin embargo este tercer capitulo versará sobre las características del Shofar (del cuerno animal que se utiliza para aquella celebración) y el último de los capítulos también nos instruirá en otras características de la liturgia de la festividad que da comienzo al año nuevo. 
La primer Mishná nos dice que todos los Shofarot están permitidos. Los cuernos de todos los animales pueden ser utilizados y son kasher (aptos) para ser usados en Rosh Hashaná. Excepto, y con los sabios siempre hay una expceción, el cuerno de las vacas. ¿Por qué? Porqué según los sabios el término correcto para definir a este tipo de cuernos no es Shofar sino que es Keren. Y aquí comienza el tema por el cual va a disparar el Talmud el día de hoy. El tema del significado de las palabras. Los sabios harán una especie de diccionario de las más diversas palabras, que en un momento los sabios de Israel desconocían su significado y que por un viaje al extranjero o por los dichos de una esclava finalmente entendieron su significado. 

El Talmud nos relata que los sabios no sabían exactamente que era un Iuval, qué especie de animal era, y aprenden que es un carnero cuando Rabi Akiva en uno de sus viajes por Arabia escucha a los pastores de aquel lugar llamar al carnero Iuval. O por ejemplo cuando este sabio visitó África escuchó que a una moneda llamada "Ma´ah" la llamaban "Kshitá". De esta manera pudo comprender un versículo del libro del Génesis donde se decía que por 100 Kshitá compró Iaakov unos campos en la ciudad de Shjem. Rabi Akiva pudo entender cuánto era ese valor. Y todo esto por viajar. 

Otra forma de aprender el significado de palabras extrañas del Tanaj, aparte de viajar y recorrer el mundo, es a través de animarse a escuchar y a aprender de todos. Y cuando decimos de todos es de todos. En este caso será una mujer, esclava y no judía, la que les enseñará a los sabios de Israel. Los sabios no sabían el significado de la palabra "Serugin" hasta que un día ellos escucharon a la sirvienta de la casa de Rabi que cuando veía entrar a los sabios en tandas, por intervalos, les decía a ellos "¿Cuánto tiempo más van a estar entrando por serugin?" De allí aprendieron los sabios que Serugin significaba "intervalos". Este es tan solo un ejemplo de los muchos que trae el Talmud, mas la lección es una: de todos, en todo momento y de cualquier manera se puede aprender algo nuevo. 

sábado, 22 de diciembre de 2012

Rosh Hashana 25 - 2 Iom Kippur

El Talmud consta de 2700 hojas (aproximadamente). En su interior reverberan miles de discusiones, miles de alegorías, interpretaciones a los más complejos versículos y por supuesto, historias maravillosas. En el día de hoy estudiaremos tan solo una pero sin duda, una de las más maravillosas.

Primero vamos con el contexto. El mismo sigue siendo el tópico que venimos trabajando hace días: ¿Cómo se debe santificar el nuevo mes? Recordemos someramente el procedimiento: Si dos testigos veían la luna nueva debían ir hacia el tribunal rabínico de Ierushalaim, quienes evaluaban sus palabras, y si les parecían dignas de confianza santificaban el nuevo mes diciendo "Mekudash". Así de simple, así de complejo.

Cierta vez, y ahora sí metiéndonos de lleno en la historia, dos testigos atestiguaron ver la luna de una forma que a algunos rabinos no los convencía demasiado mientras que a otros sí. Algunos afirmaban que eran falsos testigos y que nunca habían visto la luna nueva. Esta era la posición de Rabi Ioshua. Sin embargo el presidente (Nasí) del mayor tribunal rabínico de Ierushalaim, Rabán Gamliel, aceptó la declaración de estos testigos y santificó el nuevo mes. Sin embargo Rabi Ioshua no aceptó dicha santificación por lo cual, por sus cálculos decidió esperar un día más para declarar el primero del nuevo mes. Esto, inevitablemente, llevó a existieran dos calendarios con un día de diferencia cada uno. 

Rabán Gamliel, demostrando autoridad y consternado por la resolución de Rabí Ioshua, decidió castigarlo. Decretó sobre él que debía cargar su bastón y sus monedas en el día que para él era Iom Kippur (o sea, un día después del Iom Kippur de Rabán Gamliel y toda la comunidad). Rabán Gamliel, como autoridad máxima del pueblo judío, no podía aceptar una insubordinación semejante y decide castigarlo de la manera más dura que puede hacerlo: obligando a Rabi Ioshua a cargar sus cosas por el espacio público en el día más sagrado del calendario judío (huelga decir que cargar estos elementos, o cualquier otro, está terminantemente prohibido durante Shabbat o Iom Kippur). 

Rabi Ioshua, como nos podemos imaginar se angustia ya que debía cumplir con el decreto de este gran sabio, so pena de un castigo mayor. Cuando este sabio se dirigía a cumplir su "condena" se encuentra con Rabi Akiva. Rabi Akiva lo ve triste y trata de consolarlo y le dice, para que no se sienta mal por su "supuesta transgresión" que él había aprendido que todo lo que decretase el Beit Din (tribunal rabínico) más allá de que sea por error, por equivocación con o sin intención, o por el motivo que fuese debía ser cumplido y esa era la voluntad Divina. Lo que Rabí Akiva intentaba explicar era que la decisión de santificar los meses y declararlos no dependía necesariamente de fenómenos naturales sino de voluntades de los hombres. Si el pueblo de Israel, y sus máximas autoridades, decidían que tal o cual fecha fuese indicada como el inicio del mes, ese sería el nuevo Rosh Jodesh. Con estas palabras Rabi Akiva logra aplacar el dolor y consolar a Rabi Ioshua, ya que este se da cuenta de que no esta transgrediendo precepto alguno ya que Iom Kippur fue el día anterior. 

La historia finaliza con una escena hollywoodense. Rabi Ioshua agarra su bastón y sus monedas y va hacía Iavne donde se encontraba Rabán Gamliel en el día que según su cuenta era Iom Kippur. Rabán Gamliel se levanta de su "trono" y corre a besar a Rabi Ioshua en la frente y le dice: Bo Beshalom Rabi VeTalmidi (ven en paz mi maestro y mi alumno). Mi maestro y mi alumno le dice Rabán Gamliel ¿Cómo puede ser el uno y el otro al mismo tiempo? El Talmud en su inmensa sabiduría nos dice que Rabi Ioshua era su maestro por su inmensa sabiduría pero también era su alumno porque aceptó las palabras de Rabán Gamliel. 

¿Qué conclusiones extraen ustedes de esta historia maravillosa?

Extra: Los sabios enseñan "Dichosa la generación en la cual los adultos escuchan a los jóvenes". 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Rosh Hashana 24 - Santificando el mes

Así habló Moisés a los hijos de Israel sobre las fiestas solemnes de Adonai (Vaikra 23:44)

Los testigos, nuestros famosos testigos que decían ver la luna nueva, debían dirigirse apenas veían este acontecimiento a donde se encontraba el Beit Din en Jerusalém. Allí cada una de estas parejas al llegar podía encontrar un gran banquete ¿Para qué? Para que tengan un incentivo y una recompensa por tomarse el trabajo de observar aquel fenómeno de la naturaleza y advertirle a los sabios de Jerusalém sobre el mismo. Esta es parte de la sabiduría milenaria del pueblo judío: siempre hay que ofrecer comida. Si bien ésta nunca es la razón principal por la cual uno participa de las actividades comunitarias algo rico para comer siempre alegra y predispone de mejor manera a quienes asisten a nuestras sinagogas. Cada momento de estudio, cada ceremonia o cualquier actividad debe ser acompañada por un refrigerio. O por lo menos así lo creían los sabios de la Mishná.

Cuando estas parejas llegaban, a la primera que se arrimaba a aquel sector de Ierushalaim se le tomaba declaración. Primero se le hacían diversas preguntas para asegurarse que vio la luna nueva de manera certera y no se estaba equivocando o mintiendo. Luego de escuchar las declaraciones del primero se hacía pasar a la otra persona que conformaba aquella pareja. Si sus dichos coincidían y eran considerados válidos por los sabios, los rabinos decidían declarar el nuevo mes. No obstante, y esta también es otra enseñanza maravillosa, a todas las otras parejas que llegaron y que ahora su declaración no es necesaria no se los despachaba inmediatamente sino que se les hacían algunas preguntas generales para que sientan que valió la pena su esfuerzo y que no vinieron, como mal-decimos los porteños, al pedo. Estas personas consideraban que su esfuerzo era apreciado lo cual seguramente llevaría a que la próxima vez que viesen la luna nueva también tengan ganas de tomarse la molestia de "ir a declarar". Otra gran enseñanza practica de nuestros sabios. 

Ahora sí, llegaba el momento de la santificación del nuevo mes. El Rosh Beit Din, la máxima autoridad de la judería de Ierushalaim, decía a viva voz "Mekudash (santificada)" y el pueblo que oía respondía "Mekudash, Mekudash (santificada, santificada)". Y de esta manera el nuevo mes era declarado. Rabi Eliezer en nombre de Rabi Tzadok comenta que sólo se debía santificar el nuevo mes de esta manera si esto ocurría en la noche del 30 del mes anterior. Sin embargo, si los testigos no llegaban hasta el otro día o los sabios no se decidían en santificar el nuevo mes, una vez que la luna nueva ya es visible para todos, la misma no debe ser santificada "prematuramente" ya que, como este sabio dice, los cielos ya lo santificaron. 

martes, 18 de diciembre de 2012

Rosh Hashana 23 - Los Cutim

Todos escuchamos hablar cierta vez de los buenos samaritanos, al parecer los sabios del Talmud no apreciaban tanto a estos hombres y mujeres. Kutim o Shomronim eran los nombres que recibían este grupo étnico y religioso con muchas similitudes en relación a las prácticas y a las observancias rituales a las del antiguo Israel. Ellos eran observados y puestos bajo la lupa por los sabios del Talmud. No eran técnicamente judíos pero tampoco eran 100% no judíos. Eran, a los ojos de los sabios, un problema. 

Y al parecer de buenos "samaritanos" tenían poco. Ya vimos en el post anterior como todo el sistema de elección de testigos fue cambiado por el intento de los Baitosim de confundir a los fariseos. En esta oportunidad el Talmud nos cuenta cómo surgió la noción de enviar mensajeros. Según nos dicen los sabios en la antigüedad no se anunciaba el inicio de un nuevo mes con el envío de emisarios a cada ciudad sino que se transmitía la noticia (luego de que el Beit Din lo decretara) a través de señales de humo. Sí, leyeron bien. Las míticas señales de humo al parecer, alguna vez, existieron. Los sabios encendían por la noche una fogata en la cima más alta del monte más alto de Ierushalaim. De allí hacían señales y otras personas recibían ese "mensaje" en otras montañas próximas a la zona e inmediatamente prendían otras fogatas para que otros pueblos que se encontraban más alejados de Ierushalaim puedan recibir la noticia del nuevo mes. Y así sucesivamente, cada quien que observaba una fogata encendía la suya en su monte más próximo. 

¿Pero qué hicieron los Samaritanos? Para confundir a los fariseos y hacer que "tropiecen" en la fijación de su calendario, que se diferenciaba al de ellos claro está, encendían en noches "erróneas", cuando todavía la luna nueva no había aparecido, y lograban así que otros se confundan. Y como se imaginaran no habían teléfonos en aquella epoca para anunciar que todo fue un error por lo cual muchas comunidades judías fariseas celebraban las festividades en fechas que no correspondían. Por este motivo los sabios de Israel anularon el anuncio a través de las señales de humo y decidieron pasar aquella forma griega y romana de anunciar los decretos reales: a través de mensajeros. De allí vienen los primeros Shlujim. Corrían de ciudad en ciudad a anunciar la buena nueva. El comienzo de un nuevo mes. 

Extra! Rabi Iojanan enseñaba: "Todo aquel que aprende Torá pero no la enseña se parece a un Hadas (mirto) en el desierto". Los mirtos, como todos sabemos por Sucot, tienen un hermoso e intenso aroma; mas si nadie está para olerlo o si el mismo no se deja que los otros lo huelan el mirto no tiene nada que ofrecer. Así también ocurre con una persona llena de Torá, si ésta no comparte su sabiduría con el mundo la misma no sirve para nada. Es un hermoso perfume sin nadie para poder disfrutarla. 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 22 - Testigos

Habíamos establecido que en la antigüedad,  antes del siglo III y de la fijación del calendario eterno, cada mes los judíos debían establecer y santificar la luna nueva y con esto el comienzo de un nuevo mes. El procedimiento incluía al menos dos testigos que aseveraban haber visto la luna nueva (Molad). Estos iban presurosamente al Sanhedrín en Ierushalaim y de allí enviaban emisarios a todos los rincones de Israel y las diásporas para anunciar así la llegada de un nuevo mes. 

Las Mishnaiot y sus respectivas Guemarot siguientes versarán en torno a la credibilidad y a quienes pueden ser testigos para semejante responsabilidad. Recordemos que con su testimonio, con el testimonio de dos personas, se fijaba el calendario para todo el pueblo judío. Lo primero que advierte el Talmud es que el testimonio de dos Krovim (familiares cercanos) se considera nulo. Así también advierte que son nulos los testimonios emitidos por los jugadores de dados (apostadores), los usureros, los esclavos y los que comercian en el año sabático. Todas estas personas, según la Guemará, no son creíbles y sus testimonios no son considerados válidos. 

En la antigüedad  nos cuenta la Mishná, se recibía el testimonio de cualquier judíos mas en la actualidad (o sea en los tiempos de la redacción de la Mishná) las cortes en Ierushalaim sólo recibían el testimonio de "conocidos". ¿Por qué? Por los problemas que se generaron con los Baitosim. Estos personajes, extraños y enigmáticos  al parecer tenían una relación estrecha y varias similitudes con los Tzdukim (aunque estos nunca son mencionados explicitamente por el Talmud). Los Baitosim eran una secta de judíos, como los fariseos o los esenios. Sin embargo había una diferencia esencial con los fariseos (los proto-rabinos) la fijación del calendario. Ellos argumentaban, por ejemplo, que Shavuot siempre debía caer el sábado por la noche y no debía ser en un día flexible como sostenían los fariseos. Al parecer también, los Baitosim tenían un calendario solar y no luni-solar como era el de los sabios del Talmud. Entonces ¿Qué ocurrió? En cierta oportunidad los Baitosim querían confundir a los rabinos en relación a su calendario por lo cual sobornaron a dos personas, a un judío fariseo y a un judío de los baitosim, para que vayan y declaren haber visto la luna nueva (aunque todavía no había salido). Cuando los rabinos descubren el fraude deciden desde ese momento aceptar solamente el testimonio de aquellas personas que ellos mismos conocen. 

Extra! En torno a la discusión de los testigos fidedignos o de los mentirosos el Talmud revela, en su inmensa sabiduría, una frase hermosa y desafiante. "Sobre toda cosa que luego podrá ser descubierta, los hombres no mienten". Los hombres, según el Talmud, no suelen mentir sobre temas que luego evidentemente se puede comprobar su veracidad. En este caso si la luna ya había salido o no. Los hombres, según esta mirada positiva del Talmud, sólo mentirían en casos donde la verdad o la comprobación de lo dicho no sea tan evidente. 

domingo, 16 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 21 - Desplazando al Shabat

La fijación de los meses desplaza el Shabat. El fijar los tiempos y las festividades tiene prioridad sobre el día más sagrado de la semana. Sobre este tema versan las Mishnaiot y sus Guemarot que aparecen en nuestro Daf. Como ya habíamos explicado, en la antigüedad, antes que se fije un calendario eterno, eran los mismos judíos que al observar el Molad (la luna nueva), indicando así el comienzo de un nuevo mes, iban y atestiguaban sobre este fenómeno ante la corte en Ierushalaim y de allí se enviaban emisarios a todas las provincias y distritos donde hubieran judíos fijando así el inicio de un nuevo mes; y de forma consecuente las diversas festividades que en ese mes acaecían. 

Una Mishná nos comenta que para anunciar el Rosh Jodesh, el comienzo del mes, de Tishrei o de Nisan se pueden violar todas las leyes del Shabbat. Los emisarios (shlujim) podían salir a anunciar sobre el nuevo mes violando todas las leyes de Shabbat si fuera necesario. ¿Por qué solo por estos dos meses y no otros? El Talmud da la respuesta. Porque por sobre esos dos meses se basaba y se programaban todas las festividades (Moadot). Eran los meses principales sobre los cuales se fijaban todas las conmemoraciones y celebraciones judías del año; desde Pesaj hasta Iom Kippur. 

Sin embargo la pregunta esencial es de dónde aprendemos que se pueden violar las normas de Shabat para santificar un nuevo mes y el Talmud vuelve a darnos una respuesta pero esta vez citando un versículo (Vaikrá 23:4): "Estas son las fiestas solemnes de Adonai, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos." El versículo es enfático en cuanto un punto, que es muy bien percibido por los sabios del Talmud, las convocaciones santas (o sea, las festividades) deben ser decretadas y "convocadas" por los propios judíos. Y estas deben ser decretadas en sus tiempos (bemoadam) y si "estos tiempos" caen azarosamente en Shabbat pues no queda más opción que violar una vez las normas de aquel día para poder fijar correctamente todas las otras convocaciones sagradas del año. 

martes, 11 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 19 - Meguilat Taanit

Desde tiempos remotos los ayunos han sido una señal de duelo y constricción. Ayunar es afligir nuestras almas, o por lo menos así lo comprenden los sabios de la tradición judía. El primer libro puesto en escrito de la tradición oral (Tora ShebealPe) fue: Meguilat Taanit, el rollo de los ayunos. Allí se nombran 35 eventos desde los tiempos de los Macabeos hasta pasada la destrucción del Beit Hamikdash los cuales eran días festivos por diversas conmemoraciones. Y como eran días festivos estaba prohibido ayunar en ellos. Uno de  las festividades que allí se nombran es Januká. En estos días como en en los que los precedían y les seguían no se podía ni ayunar ni mostrar señales de duelo. Al parecer, para la tradición rabínica los tiempos de la celebración eran tiempos de alegría y tenían que "obligar" al pueblo judío a celebrar. El festejar los milagros y la historia no es una opción, es una obligación.

Los sabios del Talmud en nuestra página citan en reiteradas oportunidades a la Meguilat Taanit y discuten en torno a ella. Algunos sabios sostienen que después de la destrucción del Templo de Jerusalem en el año 70 d.e.c las prohibiciones de la Meguilá fueron levantadas, es decir en aquellos días si uno quisiera si podría ayunar o mostrar signos de duelo. Otros sabios, sin embargo, dicen que no; que incluso luego de la destrucción del Beit Hamikdash las prohibiciones de la Meguilá siguen en pie. 

Hacer los días Iom Tov. El Talmud nos ilustra un caso paradigmatico de como muchas fechas terminaron ingresando en el listado de los días en los cuales estaba prohibido ayunar. Nos cuentan que el Maljut Harashá, el malvado imperio de los romanos, buscaba la destrucción física de Israel prohibiendoles estudiar Torá, la circuncicisón y festejar Shabat. Iehuda ben Shmua fue y le consulto a una Matrona (una mujer de gran poder del imperio romano). Ella los aconsejo para que fuesen de noche y les reclamaran a las autoridades. Allí fueron los sabios de Israel y exclamaron frente a las autoridades romanas: Oh los cielos ¿acaso no somos sus hermanos, no somos hijos del mismo padre y de la misma madre? ¿En qué nos diferenciamos de los demás pueblos que ustedes decretan sobre nosotros decretos más fuertes y opresivos? En ese mismo instante los decretos del imperio romano fueron anulados. Y paso seguido los sabios decidieron convertir a ese día, por haberse salvado de la muerte espiritual y nacional, en un día de fiesta, en un Iom Tov. 

Finalmente la halajá queda que después de la destrucción del Beit Hamikdash las prohibiciones de la Meguilat Taanit quedan abolidas salvo las que respectan a las festividades de Januká y Purim. 

Aquí les dejo una traducción del arameo de la Meguilá por si alguno quiere verla: http://www.attalus.org/translate/taanit.html

lunes, 10 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 18 - Ayunos ¿Sí o no?

La Mishná comienza describiendo una escena. No nos enseña directamente una halajá sino que nos describe qué sucedía en los tiempos que existía el Beit Hamikdash. Se cuenta que seis veces en el año, los Shlujim (enviados) salían de Ierushalaim a anunciar la llegada de un nuevo mes para que la gente del resto de Israel y de las diasporas puedan prepararse para las festividades que caían aquel mes. Por ejemplo se nos dice que el primero de Nisan salían por Pesaj o el Av salían por Tisha BeAv. 

El Talmud ve con asombro esta lista de meses en los cuales los emisarios salían del Beit Hamikdash. Ya dijimos que ellos, por ejemplo, salían para anunciar Tisha BeAv en el mes de Av pero entonces se pregunta el Talmud ¿Por qué no salen emisarios en Tamuz por el ayuno del 17 de aquel mes, o bien en Tevet por el ayuno que acaece el 10 de ese mes o incluso en Tishrei por el ayuno del 3 de aquel mes? Estos son los 4 ayunos "formales", colectivos y principales de la tradición de Israel; mas solo la Mishná recuerda a Tisha BeAv. 

Así ha dicho el Dios de los ejércitos: El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo, se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría, y en festivas solemnidades. Amad, pues, la verdad y la paz. (Zejaria 8:19)

El profeta Zejaria describe estos cuatro ayunos que como hace Rabi Akiva, contando desde Nisan como el primero del mes, son los cuatro ayunos que conocemos hasta el día de hoy. El cuarto mes siendo Tamuz, el quinto Av, el séptimo Tishrei y el décimo Tevet. La primera respuesta del Talmud ante la diferencia de porqué fue nombrada Tisha BeAv y no las otras tiene que ver porque este ayuno es más importante y trascendente que los demás; porque aquel día se quintuplicaron las catastrofes acaecidas sobre el pueblo de Israel. La destrucción de ambos templos, la toma de Beitar y la destrucción definitiva de Ierushalaim. Por este motivo Tisha BeAv es un ayuno más Jamur (estricto) que los demás. Tiene las mismas propiedades y restricciones que Iom Kippur.

Luego de aclarar este asunto, el Talmud discutirá sobre esta cita de Zejaria. El profeta afirma que aquellos días de ayuno se convertirán en días de gozo y alegría (Sasón UleSimjá). ¿Cómo debemos entender esto? El Talmud nos da una respuesta maravillosa que influye fuertemente en nuestras posiciones halájicas contemporáneas. Nos dice que en los tiempos que haya Shalom (paz) estos días de ayuno deben convertirse en días de celebración. En tiempos de paz sobre Israel y sobre la humanidad aquellos días de dolor deben pasar a ser días de fiesta y regocijo. Sin embargo si hay persecusiones y opresión (Shmad) sobre Israel se debe ayunar y acongojarnos por el dolor en aquellos días. No obstante, también agrega Rab Papa: si no hay Shalom pero tampoco hay Shmad, o sea que no hay una paz total pero tampoco Israel vive tiempos de persecuciones  los que quieren pueden ayunar y los que quieren pueden decidir no hacerlo.  

Sin duda, creo yo, podemos afirmar que actualmente nos encontramos en esta tercer categoría. No existe la paz definitiva mas el pueblo judío no se encuentra perseguido como en los tiempos de Amán, la inquisición o los Nazis. Y si afirmamos que la halajá debe ser dinámica y debe dar cuentas de las transformaciones del pueblo de Israel, el impacto de la creación del Estado de Israel debe ser reflejado en la halajá. Por esta razón yo adopto personalmente una posición del movimiento conservador que establece que se debe seguir ayunando en Tisha BeAv ya que la paz no es completa más los otros ayunos son "optativos", cada uno puede elegir según su parecer si ayunar o no. En mi elección personal elijo también ayunar cada año en el 17 de Tamuz mas los otros dos ayunos dejaron de ser días de congoja y aflicción por lo menos en mi observancia personal. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

Rosh Hashana 16 - Rosh Hashaná

A los sabios de Israel le gustan mucho los números; y mientras más exactos y simétricos puedan ser, mejor. En este caso estamos pasando a estudiar la segunda Mishná. Después de 15 páginas de discutir apenas cuatro lineas, los sabios del Talmud ahora se disponen a comentar una nueva Mishná de pocas líneas también. Tal como había cuatro años nuevos, ahora nos dicen los sabios: también en cuatro momentos del año el mundo es juzgado. En Pesaj es juzgada la Tvuá, la cosecha. En Shavuot se juzgan los frutos de los árboles. En Sucot se juzgan las aguas (las lluvias). Y finalmente, el punto que más nos compete, en Rosh Hashaná los seres humanos son juzgados. En cuatro momentos del año, diversas porciones de la Creación son llamadas a juicio. La Guemará lo primero que hará es establecer que la sentencia de ese juicio se lleva a cabo en el año entrante y no en el año que pasó. En Rosh Hashaná de cada año, los seres humanos son juzgados, y según la teología talmúdica el destino del el ser humano queda sellado en Iom Kippur. Si alguien por ejemplo fallece luego de Iom Kippur, según esta lógica, es por el decreto que "recibió" en el último Rosh Hashaná. 

Luego de esta introducción temporal el Talmud nos regala una gran cantidad de Midrashim (homilías) sobre Rosh Hashaná y el juicio Divino. En primer lugar nos dice lo siguiente: En cada una de estas festividades el ser humano debe presentar algo ante Dios para que este los juzgue. En Pesaj uno debe presentar un Omer (una porción de su cosecha) para que Dios pueda bendecir la cosecha de todos nuestros campos. En Shavuot sucede lo mismo con los frutos del árbol; se los presentamos a Dios para que a través de estos Él pueda bendecir todos nuestros campos. 

Y en Rosh Hashaná ¿Qué presentamos ante Dios para que nos bendiga? Debemos presentar las tres secciones que componen el servicio liturgico de aquel día. Maljuiot (reinados), Zijronot (recuerdos) y Shofarot. El primero de estos es para que Dios reine sobre Su creación. El segundo de estos elementos es para que los recuerdos de nuestras buenas acciones y de la de nuestros antepasados intercedan en nuestro favor para tener un juicio favorable. Y por último los Shofarot, el toque del carnero, es para que nuestras plegarias y súplicas puedan elevarse a través de su voz y sus sonidos. Sin embargo, hay otros sabios que sugieren que el Shofar es tocado para LeArvev HaSatan, para marear al Satán. El sonido y el estruendo del Shofar buscan distraer a aquel ángel "malvado" de su función, que no es otra que traer la muerte al mundo. 

El Talmud presenta varios comentarios y adagios de Rabi Itzjak. Comparto con ustedes dos que me resultaron hermosos y desafiantes.

1) "Es buena la plegaria del hombre tanto antes como después de haberse decretado su sentencia". En otras palabras, es importante y esencial que cuando parece que el destino de un ser humano ya está sellado que el hombre continúe rezando y clamando, intentando así de alguna manera cambiar su destino que como vemos, nunca está plenamente cerrado. Esto nos lleva al segundo adagio de Rabi Itzjak.

2) "Cuatro cosas quiebran/modifican/amainan la sentencia del juicio decretada sobre los hombres: la Tzedaká (la justicia social), Tzaaká (la plegaria), Shinui HaShem (el cambio del nombre/reputación) y Shinui Maase (el cambio de las acciones)". Rabi Itzjak nos dice que luego de haberse decretado nuestra sentencia todo hombre y toda mujer tienen estas cuatro herramientas para intentar modificar o amainar el veredicto celestial.
Por un lado debemos generar una mayor equidad en el mundo, por otro lado debemos continuar rezando para no perder las esperanzas, luego debemos cambiar nuestro ser y simbólicamente lo hacemos a través de un cambio de nombre. Y por último, y en mi opinión más importante, debemos comenzar a cambiar nuestras acciones. Al fin y al cabo lo único que define nuestros destinos son nuestras propias acciones. 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 17 - Los 3 libros

Rabi Keruspedai, un rabino con un nombre no muy judío que digamos, nos enseña uno de los mensajes más trascendentes y simbólicos de Rosh Hashaná. Este sabio afirma que en el día del juicio tres libros se abrían en las cortes celestiales. Un libro donde serán inscritos los Reshaim Gmurim, los completamente malvados. Un libro de los Tzadikim Gemurim, los completamente justos. Y finalmen te, el último de los libros donde se sitúa el 99% de la humanidad, el Sefer Habeinonim, el de los "intermedios". Los primeros son inscritos directamente en el libro de la muerte, los segundos son directamente inscritos en el libro de la vida. Sin embargo el destino de los beinonim, la suerte de todos nosotros, queda en suspenso hasta el día de Iom Kippur. 

La gran mayoría de la humanidad no es ni completamente malvada ni completamente justa. Hay algunos que sus buenas acciones sobrepasan a sus malas acciones, a sus equivocos y errores, mientras que hay otros que sus malas acciones sobrepasan sus virtudes. En este limbo, en esta sección de los Beinonim, nos encontramos todos nosotros. Es el libro más extenso que se abre cada Rosh Hashaná. Shamai, el gran sabio del último siglo antes de la era común, nos comenta que cada Rosh Hashaná es un símbolo del gran día del juicio, de aquel día que dará comienzo al fin de los días. En ese día los Reshaim Gmurim irán directamente al Gueinom (el infierno, sí! En el judaísmo existe el infierno!), los Tzadikim Gmurim irán directamente al Olam Habá, a la vida eterna, a un especie de paraíso. Y ¿qué pasará con todos nosotros? Según esta metáfora de Shamai los beinonim iremos al Gueinom mas allí clamaremos y elevaremos nuestras voces en plegarias para finalmente poder ascender a la vida eterna.  

Ya que hablamos del Gueinom, de paso cañazo, los sabios del Talmud nos enseñan algo más acerca de este "espacio-tiempo" imaginario. El Gueinom al parecer no es eterno. Se nos cuenta que allí los Reshaim permanecen durante 12 meses, durante ese tiempo son juzgados. Al finalizar el año su cuerpo se descompone y su alma es quemada (el Gueinom talmúdico al parecer también tiene fuego) y luego un gran viento viene y lleva sus cenizas hacia los pies de los Tzadikim. Justicia poética, no?

Para finalizar este breve estudio sobre Rosh Hashaná comparto una enseñanza de Rabi Iojanán: "Grande es la Teshuvá (el arrepentimiento) que anula la sentencia divina impartida sobre el ser humano"

Shabbat Shalom!

P.D: no olvidemos que todas estas enseñanzas son metáforas y como tales debemos entenderlas. Quien entiende las palabras de estos sabios como certezas no es un piadoso, es un demente. 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 14 - Hillel y Shamai

En el último de los cuatro años nuevos tenemos una disputa. En el mes de Shvat es el año nuevo de los árboles (y sus frutos). No obstante, en la Mishná hay una discusión entre Shamai e Hillel. El primero opina que este año comienza el primero de Shvat, mientras que Hillel afirma que empieza el 15 de ese mes (en la festividad que hoy conocemos como Tu BiShvat). Por esto último sabemos que, como de costumbre, la halajá queda como Bet Hillel. No obstante observamos algo particular que ocurre en esta ocasión.

Se cuenta que Rabi Akiva, en cierta oportunidad, un primero de Shvat tomó de un árbol de etroguim (aquella fruta cítrica que utilizamos para Sucot) algunos frutos para el Maaser (el diezmo fijado por la Torá). Lo curioso es que no tomó etroguim para un solo maaser sino para el maaser (el diezmo) de dos años distintos. Por un lado, siguiendo la opinión de Hillel (que afirmaba que el 15 de Shvat comenzaba un nuevo año para los árboles) al tomar del árbol un primero de Shvat dio el diezmo para el Maaser Sheini, el diezmo que se debía hacer todos los segundos años luego del año de la Shmitá (del año de reposo de la tierra). No obstante, algunos frutos que tomó ese primero de Shvat, siguiendo la posición de Shamai (que consideraba que ese día ya cambiaba el año para los frutos) los dio para el Maaser Ani, el diezmo que se daba el tercer año para los más necesitados del pueblo de Israel. En este extraño episodio Rabi Akiva utiliza la indecisión de la Mishná para en un mismo momento realizar dos diezmos (que correspondían a dos años diferentes).

Esta historia da origen a un dictum muy interesante y trascendente del Talmud que paso a traducir, reproducir y comentar. "La Halajá se fija siempre según la posición de Bet Hilel". Después de escuchar el Bat Kol, aquella Voz Divina que se le manifestaba a los sabios del Talmud, no hay dudas que siempre que hay una disputa la Halajá no debe quedar como Shamai sino que debe quedar como Hillel (como es el caso de Tu BiShvat). Hoy día nadie puede fijar la halajá como Shamai, siempre debe hacerse como Hillel. No obstante el Talmud continúa diciendo qué ocurría antes que ese Bat Kol anunciase que la halajá siempre debía quedar como Hillel. "Quien quiera seguir la halajá de Shamai puede hacerlo, quien quiera seguir la halajá de Hillel puede hacerlo también". Antes del anuncio divino cada comunidad, cada sabio podía optar. Si quería seguía la posición de Shamai y si querían tomaban la posición de Hillel. Al parecer había mayores libertades. 

Aquí viene lo más hermoso del dictum talmúdico: "Quien adopta las posiciones más laxas o permisivas (Kulot) de Shamai y las más laxas o permisivas de Hillel es considerado un Rashá (malvado)". El Talmud es enfático al afirmar que uno es considerado un malvado si elige la decisión de un rabino por ser la más laxa. Si uno varía y va eleigiendo qué posición seguir por ser la más flexible o la más permisiva es considerado por la tradición judía como un malvado. Es como quien dice que uno quiere siempre zafar, buscando siempre la opción más sencilla. Y eso para la tradición de Israel es ser un Rashá. Sin embargo el Talmud continúa: "Quien adopta las posiciones más estrictas (Jumrot) de Beit Shamai y las más estrictas de Hillel es como un tonto que camina en la oscuridad". Elegir por otro lado siempre las opciones más estrictas y severas es ser un tonto que actúa ciegamente. Ser estricto "porque sí" es ser un tonto. E incluso más, un tonto que camina en la oscuridad, en una situación que nadie lo puede ayudar. 

Para finalizar el Talmud concluye diciendo: "Si vas a adoptar la posición de Bet Shamai que sea tanto en sus opiniones estrictas como en las permisivas y si vas a tomar la posición de Bet Hillel que sea tanto en sus decisiones permisivas como en las estrictas". En definitiva no seas como aquellos bicéfalos que van cambiando de rabino y de autoridad por conveniencia. No busques siempre al más estricto ni al más permisivo. Elegí un rabino, una comunidad o una forma del ser judío y vivila al máximo. Elegí a tu Shamai o a tu Hillel, pero como escribe Albert Camus, llega el momento en el cual todo hombre debe hacerse hombre y elegir. Uno es libre pero la libertad viene con la condición de animarse a elegir. 

martes, 4 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 13 - Medidas

Kol Midot Jajamim ken hu - Todas las medidas de los sabios así son. Esta frase, dura y enfática  viene a contestar la pregunta de un sabio que se quejaba sobre si era tan necesario respetar con rigurosidad las medidas y los tiempos establecidos de los sabios.  Soloveitchik  uno de los sabios judíos más importantes de la modernidad, sostenía que todo el aparato legal judío se sostenía bajo patrones matemáticos  Todo son números, todo debe ser calculable y preciso. Cada una de las Mitzvot, según este dictum talmúdico y el Rab Soloveitchik, están regidas y reguladas por las matemáticas. 

Algunos ejemplos que da el Talmud luego de este dictum. Si uno hace la inmersión ritual en una medida de agua de 40 seá (una medida talmúdica de volumen cubico), la Tevilá es considerada válida, si le falta tan solo un litro de agua, no se considera válida la inmersión. La exactitud por sobre todo. Una prenda es considerada ropa (por lo cual puede llegar a impurificarse) si tiene 3 tefajim (unos 10 centímetros) por 3; si tiene menos que esa extensión no es considerado ropa por lo cual no contrae impurezas. 

Los sabios llamaban a este mundo de las medidas, los volumenes y los tiempos rigurosos los Dalet Hamot shel Halaja, los cuatro codos de la Halajá. Esta era una medida de distancia. Uno, por ejemplo, no podría andar más de cuatro codos sin cubrirse la cabeza. O, a la mañana uno no debería caminar mas de cuatro codos sin lavarse las manos. 

Lo mismo ocurre con la Sucá, hay medidas especificas para su construcción, o para la escritura de un Sefer Torá o incluso para los tiempos. Hay momentos precisos y horas particulares en las cuales se pueden o no decir tal o cuales plegarias. Todo está medido y cronometrado. Estas son las midot, las "medidas", de los sabios. 

¿Por qué creen que esto sucede? ¿Qué es lo que lleva a los sabios a ser tan rigurosos con las medidas? Yo tengo algunas respuestas pero quisiera escuchar las de ustedes...

lunes, 3 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 12 - El mes del diluvio

 El año seiscientos de la vida de Noaj, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas... (Bereshit 7:11)

Rabi Eliezer y Rabi Ioshua no solían ponerse de acuerdo. Cuando se tiene una estructura y un análisis particular esto lleva a diferencias irreconciliables no sólo en el punto que se está discutiendo (en su caso fue en qué mes se había creado el mundo) sino en todas las otras cuestiones que de alguna forma derivan de aquel planteo. En este caso tiene relación con el versículo que citamos previamente. ¿Cuándo comenzó el diluvio en los tiempos de Noaj? La Torá es clara, en el segundo mes. El problema surge en los tiempos del Talmud. El segundo mes ¿Contando desde cuando? Si seguimos la hipótesís de Rabi Eliezer el segundo mes debiera ser Jeshvan, mientras que si seguimos a Rabi Ioshua el segundo mes debiera ser Iaar. Como cada uno sostenía que en un mes particular, y no en el otro, el mundo fue llamado a la existencia; ahora también, invariablemente, deben disentir - como vemos que lo hacen - en relación a otros sucesos que la Torá afirma que sucedieron en tal o cuál mes. Cada cuenta, cada comienzo, nos arrojarán meses y resultados diferentes. 

La pregunta es entonces ¿El Diluvio universal comenzó el 17 de Jeshvan o el 17 de Iaar? Una respuesta podría ser "qué importa" pero el Talmud, como de costumbre, presenta alguna respuesta. Afirman que los sabios judíos contaban al Diluvio, ergo también la creación del mundo, según rabi eliezer, o sea en Jeshvan y Tishrei respectivamente. Mientras que los sabios no judíos contaban el inicio de los años y del universo desde el mes de Nisan, como afirmaba Rabi Ioshua, por lo cual situaban al Diluvio en el mes de Iaar. 

Hablando del Mabul (diluvio) y de sus fechas los sabios se ponen a comentar algunas cuestiones. Es central para la teología rabínica el concepto de Midá Keneged Midá. Dios, en esta teología, juzga y castiga a los hombres con la misma regla/medida con la cual ellos transgreden. Como la humanidad en aquel entonces no tenía "moral sexual" y las relaciones promiscuas e incestuosas eran constantes, Dios castiga al mundo a través del Diluvio, con agua caliente. Las aguas del diluvio no eran frías como podíamos imaginar, como el agua de la lluvia, sino que caían hirviendo a la tierra. ¿Por qué? Porque tal como el semen al salir del cuerpo humano se encuentra "caliente", y a través de este los humanos transgredían, el castigo también debe ser enviado de forma "caliente". La única diferencia, y no quiero ser escatológico, es que en vez de llover semen caliente llovía agua caliente. Midá Keneged Midá, algo así como la ley del Talion Divina. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 11 - Gezira Shava

Existen las "verdades" religiosas y existen las "verdades científicas". Cada una tiene sus paradigmas y su lenguaje. De esta manera, sin contradicciones (y superando el intento de la edad media de homologar religión con ciencia), podemos afirmar que el mundo tiene 5773 años pero que también tiene otros cuantos  millones. La cultura judía, y especialmente el Talmud, si bien utilizará saberes "seculares" o científicos lo que más le importará es darle sentido a los actos y a la vida de los seres humanos. Intentarán dotar de significados y significaciones la vida judía. Para ellos utilizan reglas, paradigmas y lenguajes propios. 

Para ilustrar esto que estoy diciendo veamos un ejemplo que encontramos en el Daf de hoy. En el último Post planteamos la discusión entre dos sabios que discutían sobre en qué momento el mundo fue creado y además insistían, cada uno argumentando a su favor, que grandes acontecimientos simbólicos de la tradición de Israel ocurrieron en aquellos meses. A continuación cada uno plantea sus argumentos y sus ideas para sostener aquellas proporciones. Tomemos un ejemplo para ayudarnos a ilustrar este hecho. 

Rabi Eliezer insistía que el mundo fue creado en Tishrei y que en ese mismo mes tres mujeres "estériles" del pueblo de Israel: Rajel, Sará y Janá quedaron finalmente embarazadas luego de que Dios se acordase de ellas. ¿Cómo llega este sabio a esta conclusión? Mediante uno de los principios hermenéuticos centrales de la tradición rabínica: Gezira Shava. La noción que subyace a esta herramienta es que el texto bíblico, al ser Divino, tiene un uso exacto y preciso de las palabras: ninguna sobra y ninguna falta. La idea es que una palabra que es usada en un lugar, y luego es repetida en otro contexto y en otra parte del texto, guarda alguna relación "situacional" o "conceptual" con la misma palabra previamente utilizada. Veamos el ejemplo.

Los sabios juegan con las palabras Pekidá y Zejirá, dos formas del texto biblico para referirse al recuerdo. Y hacen lo que se conoce una Gezira doble. Vean el siguiente juego de versículos:

Y se acordó (VeiIkor) Dios de Rajel, y la oyó Dios, y le concedió hijos (Bereshit 30:22)

Y levantándose de mañana, adoraron delante de Dios, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Jana su mujer, y Dios se acordó (VaIzkera) de ella. (Shmuel 1 1:19) 

Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración (Zikarón) al son de trompetas, y una santa convocación. (Vaikra 23:24)

Y recordó (Pakad) Dios a Jana, y ella concibió, y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Adonai. (Shmuel 1 2:21) 

Recordó (Pakad) Dios a Sara, como había dicho, e hizo Dios con Sara como había hablado. (Bereshit 21:1)

Los sabios juegan con estas dos raíces  Como en el versículo de Vaikrá aparece la raíz de Zejirá, los sabios la emparentan con dos situaciones donde la misma raíz es utilizada en el caso de dos mujeres estériles que cuando Dios "las recuerda" finalmente pueden dar a luz. Y como el día de la conmemoración (Zikarón) es el primero de Tishrei, cuando cae Rosh Hashana, el día que VeIzkor, que Dios se acordó de Rajel y de Jana, seguramente tuvo que haber sido (por tener la misma raíz  en el mes de Tishrei. Y por último para no dejar a Sará afuera de esta tirada (al no usar con ella la palabra zejirá sino la palabra pekidá, lo que hacen es conectar otro versículo de Janá donde dice Pakad, con un versículo de Bereshit donde Dios recuerda (pakad) a Sará y ella logra concebir. Por lo cual la lógica finalmente queda así, construyendo esta hermosa Gezira Shava: Como el primero de Tishrei es el día de conmemoración (zikaron) y Dios recordó a Janá, esto quiere decir que esto sucedió el mismo día, y si también hay una conexión entre el recuerdo de Dios (pakad) entre Jana y Sará, esto quiere decir que ambas concibieron el mismo mes. 

Un juego hermoso pero complejo. Y como siempre: da para cualquier cosa.