Desde tiempos remotos los ayunos han sido una señal de duelo y constricción. Ayunar es afligir nuestras almas, o por lo menos así lo comprenden los sabios de la tradición judía. El primer libro puesto en escrito de la tradición oral (Tora ShebealPe) fue: Meguilat Taanit, el rollo de los ayunos. Allí se nombran 35 eventos desde los tiempos de los Macabeos hasta pasada la destrucción del Beit Hamikdash los cuales eran días festivos por diversas conmemoraciones. Y como eran días festivos estaba prohibido ayunar en ellos. Uno de las festividades que allí se nombran es Januká. En estos días como en en los que los precedían y les seguían no se podía ni ayunar ni mostrar señales de duelo. Al parecer, para la tradición rabínica los tiempos de la celebración eran tiempos de alegría y tenían que "obligar" al pueblo judío a celebrar. El festejar los milagros y la historia no es una opción, es una obligación.
Los sabios del Talmud en nuestra página citan en reiteradas oportunidades a la Meguilat Taanit y discuten en torno a ella. Algunos sabios sostienen que después de la destrucción del Templo de Jerusalem en el año 70 d.e.c las prohibiciones de la Meguilá fueron levantadas, es decir en aquellos días si uno quisiera si podría ayunar o mostrar signos de duelo. Otros sabios, sin embargo, dicen que no; que incluso luego de la destrucción del Beit Hamikdash las prohibiciones de la Meguilá siguen en pie.
Hacer los días Iom Tov. El Talmud nos ilustra un caso paradigmatico de como muchas fechas terminaron ingresando en el listado de los días en los cuales estaba prohibido ayunar. Nos cuentan que el Maljut Harashá, el malvado imperio de los romanos, buscaba la destrucción física de Israel prohibiendoles estudiar Torá, la circuncicisón y festejar Shabat. Iehuda ben Shmua fue y le consulto a una Matrona (una mujer de gran poder del imperio romano). Ella los aconsejo para que fuesen de noche y les reclamaran a las autoridades. Allí fueron los sabios de Israel y exclamaron frente a las autoridades romanas: Oh los cielos ¿acaso no somos sus hermanos, no somos hijos del mismo padre y de la misma madre? ¿En qué nos diferenciamos de los demás pueblos que ustedes decretan sobre nosotros decretos más fuertes y opresivos? En ese mismo instante los decretos del imperio romano fueron anulados. Y paso seguido los sabios decidieron convertir a ese día, por haberse salvado de la muerte espiritual y nacional, en un día de fiesta, en un Iom Tov.
Finalmente la halajá queda que después de la destrucción del Beit Hamikdash las prohibiciones de la Meguilat Taanit quedan abolidas salvo las que respectan a las festividades de Januká y Purim.
Aquí les dejo una traducción del arameo de la Meguilá por si alguno quiere verla: http://www.attalus.org/translate/taanit.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario