miércoles, 3 de octubre de 2012

Avodá Zará 48 - La idolatría y la ecología


En la lucha contra la idolatría las consideraciones ecológicas no son muy relevantes, o así por lo menos lo podemos deducir de nuestro estudio del día de hoy. 

Antes que nada un poco de contexto. Era común en la antigüedad que los paganos le rindieran culto a los árboles o que por lo menos realicen en su sombra y a sus pies las diversas ceremonias paganas. El término hebreo para hablar de estos árboles utilizados con fines idólatras es "asherá". La Torá obliga a arrancar y quemar las asherot (plural) que fueron utilizadas con fines paganos. Sin embargo lo primero que hay que determinar es cómo se sabe si un árbol es simplemente un árbol o si el mismo es una asherá. Rab da una respuesta sencilla y dice que uno puede saberlo si ve a sacerdotes paganos paseándose y sentándose debajo de ciertos árboles pero sin tomar de ellos ningún fruto ya que considera que estos son sagrados.

Si en nuestra ciudad hay una asherá nos está prohibido a los judíos, según la Mishná, sentarnos en su sombra o pasar cerca de ellas ya que de esta manera uno estaría también sacando provecho (en este caso refugio del sol) de un elemento utilizado con fines idólatras. 

Otra de las Mishnaiot que trabaja sobre las asherot las divide en tres tipos. Las primeras, que están totalmente prohibidas, son las que fueron plantadas para hacer idolatría. Árboles especialmente concebidos para ser objeto de prácticas paganas. Otro tipo de asherot son los árboles que en un comienzo no fueron plantados con el fin de ser objeto de idolatría pero que sin embargo luego fueron tallados y recortados con tal fin, en este caso, para permitir la sombra y el uso del árbol uno debe cortar y anular todos los "agregados" que no eran originales al árbol para luego poder utilizarlo. Por último otro tipo de asherot son los árboles que no son objeto mismo de idolatría sino que son simplemente el lugar donde se realizan los actos paganos. Para poder utilizar estos arboles, lo que sugiere el Talmud, es que uno remueva de allí todos los objetos que fueron utilizados en las ceremonias paganas, quedando así el árbol permitido para todo uso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario