domingo, 11 de marzo de 2012

Sanhedrín 34 - Lizjut o Lejová

Ya fue establecido que en los juicios de Dinei Mamonot TODOS pueden argumentar en favor o en contra del acusado. Esto incluye a los alumnos que estaban sentados atrás del tribunal por si era necesario que reemplazacen a algún juez. Ahora bien ¿los testigos también pueden argumentar para condenar a alguien o para absolver? o simplemente ¿los testigos se tienen que limitar a dar su testimonio sobre lo que vieron? La discusión  se da en torno al siguiente versículo (Bemidbar 35:30)  "...mas un solo testigo no hará fe contra una persona para que muera". Lo que discuten los sabios en nuestra Guemará es si un testigo puede argumentar en un juicio ya que aparentemente este versículo de la Torá nos dice que un testigo no puede hacerlo porque puede provocar que con su argumento una persona sea condenada a morir. Rabi Iosi de manera inteligente dice, si es Lizjut, para absolver, puede decir lo que quiera ya que no le producirá la muerte pero si es Lejová, para condenarlo, no puede porque quizás con su argumento se lo condene a una pena capital. Esto es en el caso de Dinei Nefashot pero en el caso de Dinei Mamonot TODOS, incluyendo a los testigos, pueden argumentar lizjut o lejová

Procedimientos judiciales: Luego que se presenten las pruebas llega el momento en que los sabios discuten sobre el asunto y cada uno presentan su posición y su taam (argumento) para condenar o para absolver al acusado. Mientras que los Daianim (jueces) discuten, dos sofrim (escribas) se ponen delante de ellos y escriben los argumentos a favor y en contra que van apareciendo. Esto sirve para que si alguno de los jueces se olvida su argumento puedan recordárselo. Los jueces pueden utilizar, principalmente, tres fuentes para su argumentación: la Mikrá (una cita bíblica), la Mishná (alguna ley de aquel código legal), o la sbará (la lógica y la deducción). Si dos jueces tienen el mismo argumento (taam) los escribas deben escribir una sola fuente de la mikrá, para sostener su argumento ya que se nos enseña después que: "Un solo versículo puede convertirse en varios argumentos (puede ser usado en diferentes maneras e interpretado de múltiples formas y en distintas ocasiones) sin embargo un solo taam (argumento) no puede salir de diversos versículos." 

"Como un martillo que rompe la piedra" (Irmiahu 23:29). De lo argumentado anteriormente el Talmud nos enseña que tal como un martillo rompe y quebranta la piedra en miles de destellos así son los versículos bíblicos que se desprenden en miles de argumentos y sentidos (taamim). Cada uno de los versículos de la Torá pueden interpretarse de miles de maneras diferentes y usarse en diversas argumentaciones encontrando en cada momento un nuevo sentido. En cada generación y en cada situación que nos toca vivir los versículo de nuestra Torá nos envían nuevos mensajes que debemos saber interpretar y utilizar para acercarnos más al servicio de Ds. 

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