lunes, 26 de septiembre de 2011

Guitin 65

A continuación en este Daf se presentan una serie de pequeñas Mishnaiot (plural de Mishná) con pequeñas Guemarot a continuación (plural de Guemará). Esto no es común ya que por lo general con una Mishná de unas 3-4 líneas la Guemará puede estar trabajando por más de una página (incluso llegue a estudiar más de 8 páginas de Guemará para una pequeña Mishná). Y aquí vi algo que nunca había visto, una Mishná más grande que una Guemará. Miren con que poco me contento! 

Primera Mishná. Una Ketaná (pequeña, menos de 12 años) que dice "recibe este Get por mí", no será un Get hasta que llegue a su mano porque hay un principio general que establece que los menores de edad no pueden hacerse de un enviado. Por este motivo si el Get todavía no llegó a las manos de la pequeña y el marido se arrepiente puede hacerlo y el divorcio no se efectúa. Pero si el enviado es enviado por el padre y el marido se arrepiente no puede volver atrás porque el padre mandó un Shaliaj LeKablá, un enviado que al recibir el Get es como si él mismo o su hija lo hubiese recibido.

Segunda Mishná. Una mujer que dice "trae para mí el Get" puede comer de la Trumá hasta que el mismo llegue a sus manos. Si dice "recibe por mi el Get" le está prohibido comer de la Trumá inmediatamente. Expliquemos. Esta mujer era una bat Israel casada con un Cohen. Los Cohanim tenían una comida que sólo ellos o su familia pueden comer que se la llama Trumá, que es una comida "santificada" a diferencia de Julín, una comida "banal".  Entonces esta mujer sólo puede comer de la Trumá cuando está casada con su marido Cohen. Si manda un enviado a que simplemente busque el Get ella puede seguir comiendo porque el divorcio solamente será válido cuando el documento llegue a sus manos. En el caso que haya mandado un Shaliaj para recibir en nombre de ella no puede seguir comiendo porque tenemos (como dijimos ayer, ver la Guemará anterior) la suposición de que el enviado cumplió su tarea y ya recibió el Get; por lo cual si ella come de esa comida una vez divorciada ella esta trasgrediendo un mandamiento de la Torá. La Guemará entiende que el segundo enunciado es muy obvio, se debía suponer que inmediatamente ella estaba inhabilitada para seguir comiendo. Pero aún así lo dice porque uno quizás hubiese pensado que si uno le dice a su enviado que vaya para el oeste (a buscar a su marido) y éste va para el este, ella podría haber seguido comiendo porque el enviado se equivocó de camino y no lo iba a encontrar. Pero la Guemará sugiere que la Mishná lo aclara porque incluso en este caso si la mujer le dice que vaya para el oeste y él va para el este puede llegar a encontrarse de casualidad con el marido y ella estaría así infringiendo un mandamiento.

Un detalle importante. ¿Qué pasa si el Shaliaj no sigue al pie de la letra lo ordenado por quien lo envió pero esto no cambia la esencia de su misión? El caso que se da es que mandan a un Shaliaj a poner cierta comida en un lugar para así formar el Eruv (recuerden que este era un artilugio rabínico para poder cargar en Shabbat. Lo que se hace es poner cierta comida en un lugar y decir que el que quiera puede comer de ahí, por lo cual estamos ‘transformando’ el dominio privado en público por un lapso de tiempo determinado). Este hombre pone otra comida. Por ejemplo, le dijeron que ponga naranjas y puso peras. Los jajamim dicen que tenemos que ser meticulosos y que si el enviado no siguió al pie de la letra lo que le encomendaron ese Eruv no es válido. Pero Rabi Eleazar dice que si esto que hizo no cambia la esencia de lo que le fue encomendado el Eruv es válido. La Halajá, en este caso, quedará como los jajamim.

Tercera Mishná. Esta Mishná enfatiza algo que nuestros maestros solían hacer hincapié: el vocabulario que usamos debe ser preciso. Uno le puede decir a su Shaliaj "Escribe un Get para mi mujer", "divórciala" o "escribe una carta y dásela", en todos estos casos la mujer quedará divorciada porque se considera que es el lenguaje correcto. Pero si uno usa otras formas de decirle al emisario que divorcie a la mujer como ser "hazla libre", "dale la plata" o "haz con ella según la ley", la mujer no será divorciada ya que no utilizó el lenguaje correcto. La Guemará luego ampliará las palabras y lo hará más especifico.

Conclusión: Los que dan la orden deben ser claros y precisos al darla. Quien la recibe, debe acatar al pie de la letra lo que le fue encomendado.

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