miércoles, 7 de septiembre de 2011

Guitin 46

Al final de la página estudiada ayer aparece una Mishná que no la estudiamos. La misma se refiere a que cuando un hombre divorcia a su mujer por "Shem Ra", porque se cree que la mujer cometió adulterio o algo semejante, no puede luego (aunque esos rumores se hayan desmentido) volver a casarse con ella. Lo mismo pasa si uno lo promete, no puede volver a casarse. Pero ahí viene una discusión de qué tipo de promesa (neder) trata. Si es un neder hecho en público no puede volver a tomarla como mujer, si no lo es, sí. Por otro lado si es un neder que necesita "Jakirat jajam", la inspección de un sabio, no puede volver a tomarla, si no la necesita, sí.  Y finalmente cuentan la historia de un caso de un hombre en la ciudad de Tzaidan que promete algo y a pesar de eso los jajamim, por Tikun Olam, le permiten volver a casarse. 

¿Por qué no podría volver a casarse? Esa será la discusión de los jajamim al comienzo de la Guemará. Primero definen que para que él no pueda volver a casarse tiene que haber declarado específicamente que la divorcia por el hecho de Shem Ra. El primero es porque si el hombre la divorcia y la mujer se vuelve a casar y tiene hijos pero luego se desmienten las acusaciones que había sobre la mujer el primer marido podría decir que él no tenía la intención de divorciarla y el Get estaría batel (anulado). ¿ Cuál es la consecuencia? Los hijos que tuvo con este segundo marido podrían ser mamzerim (bastardos). Pero otros jajamim dicen que hay otro taam (razón) para esta prohibición. Ellos dicen: Shelo Ihiu benot israel prutzot, para que no haya hijas de Israel promiscuas. ¿Cómo es el caso? Al hombre tener que declarar y anunciar públicamente por qué divorció a su mujer y decir que fue por adulterio o por promiscuidad, los jajamim, creen que las mujeres se van a cuidar de no hacerlo ni de casualidad para evitar esta verguenza pública. 

Otro punto que discute la Guemará es si se puede anular una promesa que fue hecha en público o no. Traen un pasuk de Ioshua (9:18) que habla sobre una promesa que se hace y de ahí sacan que se puede, en defnitiva, anular una promesa que fue hecha en público. Lo que sí no se puede hacer es anular una promesa que fue hecha sobre "la conciencia (daat) del público". Una cosa es hacer una promesa pública, anunciarla al "mundo", y otra cosa es que mi promesa dependa de la conciencia de otro. Y como siempre lo que hay que discutir es ¿Qué es público? Rab Itzjak dice que son 10 personas, Rab Najman dice que son 3 ¿Quien gana? Rab Najman. Y aunque no lo crea muchos lo sabemos. En Iom Kipur debemos anular nuestros votos antes de los servicios, o de manera ritual en el Kol Nidrei, frente a un mínimo de 3 personas. Es por eso que algunos sugieren que Kol Nidrei se repite 3 veces con un mínimo de 3 personas sosteniendo la Torá. Para que un voto pueda ser anulado debe haber 3 personas que me lo certifiquen. 

Nueva Mishná. Sigue con los casos en el que si uno divorcia a su mujer por algo en especial no puede volver a tenerla. Lo especial en este caso es si la divorciaste por ser Ailonit. Esta palabra creo que no tiene un paralelo al español, y si lo hay, avísenme. Antes, muchos hombres se casaban con mujeres de menos de 12 años pero esperaban que llegada esa edad para estar apta para procrear, pero al parecer hay una enfermedad de las Ailonit, que son mujeres que son "nenas" eternamente y que no tienen la capacidad de procrear. Claramente el hombre cuando se casó con ella a los 6 años (podríamos morbosamente sospechar) no sabía que ella iba a tener esta condición por lo cual ahora decide divorciarla. Rabí Iehuda dice que no puede volver a casarse y los jajamim dicen que sí. Pero si finalmente esta Ailonit fue divorciada y se casó con otro y tuvo hijos con este y ella reclama la Ketuba (del primer marido que la divorció por ser supuestamente Ailonit, y ahora vemos que no lo es porque tiene hijos) Rabí Iehuda le aconseja: Shtikuteij iafe midibureij, tu silencio es mejor que tu palabra. Porque el primer marido, de manera similar a como vimos antes, puede decir que si hubiese sabido que ella podía procrear nunca la hubiera divorciado por lo cual se anularía el segundo matrimonio y sus hijos serían mamzerim. 

Conclusiones: Antes de divorciarte asegúrate por qué lo haces y aprendamos a cuidar nuestras palabras. 

P.D: En una discusión en la Guemará dicen que hacer un Neder (promesa) es como edificar un altar y cumplirlo es realizar un sacrificio. Los sabios quieren leerlo como que todo esto se refiere a cuando la edificación de altares estaba prohibida por lo cual lo mejor sería no hacer promesas. Pero a mi me gustaría leerlo de manera diferente. Nuestras promesas son altares, son hogares de D´s, y cuando las cumplimos nos estamos acercando a Hakadosh Baruj Hu y cuando las incumplimos nos estamos alejándonos de él.  

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