lunes, 12 de septiembre de 2011

Guitin 51

Con este daf terminamos el estudio de la primera Mishná del quinto capítulo del Masejet Guitin. Estos folios trabajan casi exclusivamente con el último concepto que aparece en la mencionada Mishná (Guitin 48, por si alguien no la vio). Y dice así: El que encuentra algo perdido no debe jurar por Tikun Olam. Nos encontramos ante una situación difícil ya que como sabemos las Takanot (dictámenes rabínicos) vienen para cambiar una situación pre-existente que generaba cierta dificultad o problemas a la comunidad o a algunos individuos en particular. Pero esta Takaná que implementaron nuestros sabios va explicitamente contra un versículo del la Torá (Exodo 22:10) "Cuando alguien entregue a su prójimo un asno, un buey, una oveja o cualquier otro animal para que lo guarde, y se muera o se lastime, o sea robado sin que nadie lo vea,  tendrá lugar entre ambos un juramento ante D´s, de que no ha metido la mano en la propiedad de su prójimo." En este versículo se declara que cuando alguien restituye un objeto perdido tiene también la obligación de jurar que no ha tomado nada del mismo.

Mitos que se caen. "Los judíos no juran". Una gran mentira. Hay dos tratados enteros en el Talmud sobre promesas (nedarim) y juramentos (shvuot). Los judíos juramos y prometemos. Nuestras promesas y juramentos tienen fuerza, las palabras tienen valor, por lo cual intentamos reducir casi al mínimo la cantidad de veces que juramos o prometemos para no incurrir en transgresión. Cuando prometemos algo nos estamos obligando ante D´s y ante la otra persona a cumplir y si no cumplimos estamos trasgrediendo un mandamiento. Es por ese motivo que tratamos de no prometer o jurar y si lo hacemos decimos antes "Bli neder" que literalmente es "Sin-promesa". Como enseña mi Rab Baruj Plavnik es como decir "te prometo sin prometerte". Por ejemplo: Bli neder mañana te devuelvo la plata que te debo. Yo se que tengo que hacerlo y lo voy a intentar pero no te lo prometo por las dudas.

Volvamos a nuestro tema. La Guemará nos indica que uno no está obligado a juramentar cuando devuelve un objeto perdido. Rabi Itzjak discute esta idea y dice que depende del caso. En el caso de que se hayan perdido dos "bolsas", que él entiende que no se pueden separar, si uno dice: no encontré sino una, uno es obligado a jurar, porque tenemos la sospecha de que está mintiendo. Pero si alguien pierde dos bueyes, Rabi Itzjak entiende que estos se pueden separar, y si uno dice que sólo encontró uno no debe jurar porque se entiende que uno de los animales se pudo haber ido para otro lado. Recuerden: lo que queremos evitar es que el hombre termine cometiendo una transgresión por causa de ese juraramento.

Rabí Eleazar ben Iakov enseña: hay veces que el hombre jura por "sí mismo", o sea, hay veces que el hombre promete por propia voluntad sin que alguien lo obligue a hacerlo. ¿Cuál es el caso? Por ejemplo en el caso que alguien por propia voluntad diga: "le debía a tu padre 100 mane (una medida de plata) pero sólo le he pagado la mitad". Luego, unas líneas después, agrega la Guemará que un hombre no miente descaradamente en la cara de su acreedor (según la psicología y la caracterización antropológica que hace la Guemará del hombre). Aún en estos casos, que podríamos suponer que el hombre lo hizo de buena fe no lo vamos a hacer jurar. Pero la guemará dice que debe hacerlo igualmente porque el hombre al no mentir descaradamente frente a su acreedor no va a decir que no devolvió nada, sino que dirá que sólo devolvió la mitad. Mañana una nueva Mishná. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario