martes, 17 de enero de 2017

Ketuvot 24 – “Soy Cohen”


El pueblo de Israel, en términos generales, se divide desde los tiempos bíblicos (específicamente desde el timepo de Moshé y su hermano Aharon) en tres grandes “castas”: Cohen (sacerdotes), Leví (levitas) e Israel. En el día a día no existen grandes diferencias entre estas tres grandes castas de nuestro pueblo. El judaísmo no es una sociedad de castas inamovibles como la India pero sí existen ciertos privilegios o particularidades para algunas de ellas. Por ejemplo hoy en día los descendientes de los Cohanim (sacerdotes del Templo de Jerusalén) suelen pasar primeros a la lectura de la Torá, suelen recital la bendición sacerdotal en la sinagoga y se abstienen de entrar en contacto directo con los muertos. Los descendientes de los levitas suelen lavarle las manos a los descendientes de los sacerdotes en la sinagoga antes de la bendición sacerdotal. Estás son a grandes razgos los resabios de lo que antiguamente eran diferencias mucho mayores de roles en la “sociedad judía” de los tiempos del Templo de Jerusalén.

Ahora bien ¿Quién es Cohen? Está es  una gran pregunta. Si bien hay familias que durante generaciones le transmitieron a sus hijos que son cohanim y ellos continuaron la tradición hoy en día es muy difícil de probar a ciencia cierta quien es Cohen y quien no. Ya hay datos que en los tiempos del Segundo Templo de Jerusalén el sacerdocio era “comprado”, lo mismo ocurrió en la edad media. Y con tantas persecuciones y migraciones ¿Cómo podemos aseverar a ciencia cierta que quienes hoy afirman ser Cohanim realmente lo son? La respuesta más sencilla es: no podemos.

Este tema ya es trabajado por nuestra Mishná y Guemará. Según la Mishná si alguien dice “Soy Cohen” no se le cree. Así fija la Halajá Iosef Caro (el mundo sefaradí). Si alguien llega a una sinagoga y dice “soy Cohen” pero nadie sabe si lo es realmente o no no se hace pasar a esa persona primero para la lectura de la Torá o para realizer la bendición sacerdotal; sin embargo se aplican sobre él todas las prohibiciones correspondientes a los sacerdotes (no poder casarse con una divorciada o no poder impurificarse con los muertos). Sin embargo los Ashkenazim (siguiendo a Moshe Iserless) dictaminan lo contrario, “en nuestros días si alguien dice que es Cohen se le cree y puede leer primero de la Torá y realizar la bendición sacerdotal”. (Ver Shuljan Aruj, Even HaEzer 3:1).


Otro punto interesante que surge de nuestra Guemará del día es que se puede elevar a alguien al estatus de Cohen por el testimonio de una sola persona y no de dos como suele ser la regla común para aceptar un testimonio. Si una sola persona afirma que alguien es Cohen esa persona es considerada Cohen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario