El Talmud está lleno de frases y términos que cualquier talmudista debe conocer, que son parte del léxico y la jerga rabínica. Uno de los primeros términos curiosos que conocí fue el que encontramos al comienzo de nuestra Guemará del día: Petaj Patuaj Matzati (lit: la puerta abierta encontré). Recuerdo como hace unos 9 años en la Yeshiva comenzaba a estudiar Talmud mi moré decidió comenzar por Ketuvot y estudiamos parte de esta Sugya. Y de repente llegamos a la famosa y cómica expresión "Petaj Patuaj Matzati". Este es un eufemismo usado por los sabios del Talmud para hacer referencia a un hombre que supuestamente se casó con una mujer virgen pero que en su primer acto sexual "encontró la puerta abierta", es decir: no rompió el himen ni la mujer tuvo el sangrado que usualmente se da al perder la virginidad.
Es sabido que hasta hace no muchos años y especialmente hacernos 2000 años la virginidad era un valor supremo y esto es expresado entre otras formas con un valor distinto de la Ketuva. Como veremos más adelante el contrato matrimonial de una virgen debía ser de 200 y el de una no-virgén de 100. Si un hombre pagó o se comprometió a pagar 200 por casarse con una mujer que dijo ser virgén y luego encuentra "la puerta abierta" esto genera un gran problema en varias categorías legales. En primer termino la mujer puede perder la Ketuva y queda divorciada sin recibir aquel "seguro contra divorcio" que es la Ketuva. Y si el hombre era Cohen, descendiente sacerdotal, la mujer que queda prohibida para el incluso si no desea divorciarla. Otros problemas también se generan y se cuestionan en relación a la credibilidad del hombre de este testimonio ¿Cómo asegura que "encontró la puerta abierta"? o ¿Cómo estamos seguros de que la mujer realmente no era virgen o no sangró por otro motivo? El Talmud como de costumbre complejiza todo este panorama que comienza simplemente con las palabras "Petaj Patuaj Matzati".
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