domingo, 11 de agosto de 2013

Meguilá 25 - Shhhhh!

Hay cosas que no se dicen en voz alta, hay cosas que nunca se dicen y hay otras que se las dice rápido para que nadie entienda. Esté puede ser el resumen de nuestra Guemará del día. La Mishná, la última del tercer capitulo del tratado de Meguilá, nos habla sobre los diversos pasajes de la Torá y de los Profetas que no deben leerse, o que si se leen el público no deben ser traducidos. 
Tanto la Torá como el Talmud, los libros más consagrados y venerados por el pueblo judío, están repletos de situaciones y de historias provocadoras. La Torá no nos muestra a los patriarcas ni al antiguo pueblo de Israel como hombres perfectos y sin errores, muy por el contrario, nos los muestra humanos; con sus aciertos y con sus transgresiones. Sin embargo los rabinos consideran que hay ciertas historias que es mejor no divulgar en voz alta frente a un público diverso y desconocido. Hay ciertos pasajes de la Torá que los rabinos deciden que no deben ni siquiera leerse en público. Otros pasajes deben ser leídos y traducidos (recuerden la figura del Meturgueman que cada vez que alguien leía la Torá traducía los pasajes al arameo) más allá de que su contenido sea provocativo; y otros pasajes deben ser leídos en hebreo (un idioma que sólo los más sabios entendían) pero que no debe ser traducido para que al gran mayoría de la congregación no lo comprenda.

Algunos ejemplos: ¿Qué historias se leen, y a pesar de que podrían generar controversias o desprestigiar a nuestros antepasados, se traducen? 1) Maase Bereshit. La historia de la creación por cuanto si bien la gente podría llegar a preguntar cosas que según los sabios están prohibidas (¿Qué vino antes de la creación?) no sospechamos que lo hagan con una simple lectura del texto. 2) La historia de Lot y sus dos hijas: a pesar de que está es una historia de incesto y muy traúmatica los sabios igual deciden traducirla. 3) La historia de Tamar y Iehudá: está historia de prostitución y casi asesinato también se traduce.

Otros ejemplos: ¿Qué historias se leen en hebreo pero no se traducen al idioma que la gente entiende? 1) La historia de Reuben cuando se acuesta con una de las mujeres de su padre Iaacov (Bilah) 2) La segunda parte de la historia del becerro de oro; por cuanto esto denigra la imagen de nuestros antepasados. 3) La bendición de los sacerdotes (Birkat Cohanim); ya que algunos ignorantes podrían creer que Dios es corpóreo. 

En general podemos observar que la gran mayoría de las historias bíblicas conflictivas se leen y se traducen, solamente algunas cuestiones en particular dejan sin traducirse y ningún pasaje deja nunca de ser leído. Ahora bien, los sabios nos dicen que diversos pasajes que están escritos en la Torá Lignai (en perjuicio) deben ser leídos Leshebaj (en alabanza). Es decir, diversas palabras que tienen un lenguaje soez o poco "respeutoso" deben ser leídos de otra forma. La palabra escrita no puede cambiar pero la forma de pronunciarlo o de leerlo sí, esto es lo que se llama Kri (lo dicho) uJtib (lo escrito). El ejemplo más conocido que nos trae el Talmud: en Debarim 28:30 "Y otro varón Ishalgena con ella"; en hebreo Ishalgena es violar pero los sabios al leer esté versículo en vez de decir Ishalgena dicen Ishkavena "dormirá con ella". El acto es el mismo, al relación sexual, sin embargo los sabios lo leen de una manera más delicada. Cada vez que el texto está escrito sin delicadeza debemos leerlos con la delicadeza apropiada para un texto sagrado. 

Hadran Alaj!
Hemos terminado el tercer capitulo del tratado de Meguilá!

No hay comentarios:

Publicar un comentario