No hay que demorarse en cumplir las promesas. La Torá nos comanda a cumplir todo lo que sale de nuestras bocas. No obstante, estudiamos en nuestro Daf Yomi que uno tiene un "cierto tiempo prudencial" para cumplir sus promesas para con Dios, para con el Mikdash o para con otro ser humano. Como veníamos viendo uno de los cuatro años nuevo del año es el primero de Nisan. El año nuevo de los reyes y de las festividades. En este sentido Pesaj, que acaece el 15 de Nisan, es la primera festividad del año, seguida por Shavuot, siendo la última festividad Sucot.
En relación a las festividades y las promesas hay una seria discusión en el Talmud. La Torá prohíbe retrasarnos en nuestras promesas. El término bíblico es Bal Teajer " - No lo retrasarás -. Pero ¿Cuánto es el tiempo que no me puedo retrasar? Y para eso están las fiestas. Hay ciertos sabios que dicen que desde que uno hizo una promesa no deben pasar tres festividades seguidas (no importa el orden). O sea que si prometí antes de Shavuot sí o sí antes del Pesaj siguiente tengo que cumplir mi promesa. Hay otros que sin embargo dicen que tal como Pesaj es la primera festividad del año para incumplir en Bal Teajer uno debe traspasar esta festividad. Otros, y así quedará la halajá, dicen que si uno hizo una promesa debe cumplirla antes de llegar la próxima festividad. O sea que si el 16 de Nisan (un día después de Pesaj) realizo una promesa tengo tiempo para cumplirla hasta un día antes de Shavuot. Pasado Shavuot estaría transgrediendo el precepto negativo de Bal Teajer.
"Tafasta Meruba lo Tafasta, Tafasta Muat Tafasta - Si agarras mucho, no agarras nada; si agarras poco, algo agarras". Este es un famoso adagio talmúdico que vale la pena compartir. En español diríamos "el que mucho abarca poco aprieta". La idea de esta frase que aparece en una discusión de nuestro Daf es que si uno intenta ir por mucho finalmente nada conseguirá, más si intenta conseguir menos algo de seguro logrará.
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