Los sabios eran obsesivos en torno a separar los productos permitidos de los prohibidos, sin embargo, muchas veces de la teoría a la realidad hay un largo trecho. ¿Qué pasa si el Iayin Nesej, el vino usado para libaciones paganas, caía por error o por algún descuido sobre comidas o frutas que estaban permitidas? Si un poco de Iayin Nesej cae sobre mi salmón rosado con papas a la crema ¿debo tirar toda la comida? ¿Regalársela a un no judío? ¿Comerla igual?
Las respuestas son múltiples y debemos abordarlas de forma particular. En primer lugar, debemos establecer que nunca, bajo ninguna circunstancia debemos tirar comida. Teniendo en cuenta que hay millones de personas en el mundo que no tienen qué comer desperdiciar comida y tirarla porque no es "kasher" es hacer Jilul Hashem, desacralizar el nombre de D-s. Siempre, que por alguna circunstancia, no podamos comer una comida porque esta no es kasher lo que debemos hacer, sin dudarlo, es regalárselo a alguien (no judío) que la necesita. Lo mismo debiéramos hacer con todo el Jametz que sacamos de nuestras casas antes de Pesaj. En vez de hacer una venta ficcional o quemarlo, debemos donarlo.
Ahora bien, vayamos específicamente a nuestro tema. Si un producto prohibido, en este caso Iayin Nesej cae sobre unas uvas que están enteras y sin agujeros se pueden lavar y comer sin problema ya que no absorbieron el vino. Sin embargo si estas están magulladas y el vino ya penetró y las uvas absorbieron su sabor por lo que un judío no las debe comer. No obstante los sabios desarrollan una regla general diciendo que toda vez que un producto prohibido le de (buen) sabor a una comida queda prohibida, sin embargo si le arruina el sabor la misma queda permitida. Los términos utilizados por la Guemará son Noten Taam Lifgam (le suma un mal sabor) o Noten taam Leshebaj (le suma un buen sabor). Una forma sencilla de entenderlo es que si el producto prohibido le agrega un sabor sustantivo y beneficioso a la otra comida quedaría prohibida sin embargo si la comida pierde su sabor o se "deteriora" por el vino prohibido está permitida.
Los olores (no) cuentan. La guemará profundiza luego en una discusión entre los sabios Abaiei y Raba. El primero dice que Reija Milta Hi (los olores "son cosas") mientras que el segundo dice que Reija Lav Milta Hi (los olores no "son cosas"). En otras palabras la discusión es si le está prohibido a un judío, aparte de comer un producto prohibido, olerlo intencionalmente. Si decimos, como Abaiei que los olores tienen una esencia oler un asado de carne taref (no kasher) estaría prohibido mientras que si seguimos la interpretaciones de Raba uno si no come podría oler todas las comidas aunque fuesen no kasher.
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