Ayer veíamos que el año judío contaba con "cuatro años nuevos". El primero de ellos era el año nuevo de los reyes y las festividades. Rab Jisda, el día de hoy, nos dice que la cuenta de los años del reinado de los reyes desde el mes Nisan era sólo para los reyes de Israel, al resto de los reyes de las naciones los años de su reinado se los computaban desde cada primero de Tishrei. Hasta aquí con lo referente a nuestro tema especifico pero vayamos ahora a estudiar otro tema.
El Talmud trae una Braita (una enseñanza rabínica de los tiempos de la Mishná que no entró en este canon) que dice lo siguiente: Quien dice "Este dinero que doy en Tzedaká será para que mis hijos vivan muchos años" o quien dice "Este dinero que doy en Tzedaká será para recibir un lugar en el Olam Habá (mundo venidero)"; se lo considera un Tzadik Gamur, un hombre íntegramente justo. Antes de analizar esta enseñanza y sus implicancias veamos una enseñanza de otro sabio en Pirkei Avot 1:3 "No seas como los sirvientes que sirven a su amo para recibir recompensa, sino se cual sirviente que sirve a su amo sin el propósito de recibir recompensa".
¿Son mis acciones íntegras y justas si están condicionadas? ¿Es lo mismo dar Tzedaká si lo hago para que el otro me reconozca o si lo hago simplemente porque "debo hacerlo"? Este es el tema sobre el cual estas dos fuentes vienen a discutir. Para el sabio anónimo de nuestro tratado lo que importa son las acciones, no las intenciones. Uno es considerado un Tzadik no por las razones que a uno lo llevan a actuar sino por las acciones que eminentemente realiza. Sin embargo, Antígonos Ish Sojo, el sabio de Pirkei Avot considera que el ideal es ser como los sirvientes (hombres y mujeres) que le sirven a su amo (Dios) sin esperar recompensa. En este sentido uno debería actuar y comportarse éticamente no por las consecuencias positivas que esa acción puede ocasionarte, sino porque es lo "correcto" y lo que uno debe hacer.
Creo yo que nuestro sabio anónimo habla de la realidad, del día a día, y Antígonos habla del ideal. Nuestro ideal religioso, como hombres y mujeres comprometidos con el mensaje milenario de la Torá, es actuar de la manera correcta simplemente porque así debemos obrar. Visitar enfermos, dar Tzedaka, ser hospitalarios, acompañar a los deudos; y todas las otras Mitzvot relacionadas deberían hacerse porque comprendemos que aquello es lo correcto, que aquello es el llamado de Dios puesto en acciones. Sin embargo, envueltos en nuestro día a día, muchas veces por nuestra forma "humana" de ser, buscamos beneficios por nuestras acciones. Y si vamos a ver a un enfermo queremos que nos lo agradezcan, si damos Tzedaka queremos ser reconocidos, si somos hospitalarios esperamos que el invitado nos traiga algo y así sucesivamente. Al parecer siempre damos algo porque queremos recibir. Quizás éste no sea el ideal pero sí es la realidad. Y lo que importa es empezar a dar, no importa quizás de entrada el motivo por el cual realizamos tzedaka, una ayuda a un necesitado es una ayuda. Si donamos dinero a una institución que alimenta a gente carenciada la sopa que comerán no se verá afectada si la persona donó por ideales o por conveniencia, esa sopa lo alimentará de igual manera.
Uno se hace Tzadik - justo - más por sus acciones que por sus intenciones. Lo importante es hacer, lo importante es actuar confiando que con el correr del tiempo encontraremos el sentido intrínseco en nuestras acciones y no su sentido "utilitario". Como decía una canción de mi infancia "manos a la obra"!
No hay comentarios:
Publicar un comentario