En proporciones, la Guemará supera a la Mishná en más de un 600%. El volumen del Talmud es seis veces más grande que el de la Mishná. Si a esto le sumamos que el Talmud sólo trabaja sobre 39 tratados y no sobre el total de los 63 de la Mishná vemos que el número y el desarrollo de los amoraitas, los sabios talmúdicos, es extremadamente más prolifero que el de los tanaitas, sabios de la epoca de la Mishná.
No obstante siempre hay excepciones que confirman la regla. Por lo general, por cada Mishná hay por lo menos una o dos hojas enteras del Talmud llenas de discusiones. Hoy nos encontramos con un raro caso donde la Mishná es más larga que su Guemará, que su comentario.
La Mishná plantea que si un Boleshet (ejército y personas de la administración de los imperios que tienen la potestad de entrar a cualquier lugar de una ciudad) entra a una ciudad habitada por judíos en una época de paz (Bisheat Shalom) los toneles de vino que están abiertos quedan prohibidos mientras que lo que están cerrados siguen estando permitidos. No obstante si entrarán a la ciudad en una época de guerra (Bisheat Miljama) todos los barriles, incluso los que están abiertos estarían permitidos. La Mishná al final da el porqué: ya que en épocas de guerra los soldados no tienen tiempo para libar los vinos mientras que en tiempos de paz tienen todo el tiempo del mundo para hacerlo.
El Talmud, en sólo dos lineas, comentando este pasaje traerá, como generalmente lo hace una aparente contradicción (Stirá). En la lógica talmúdica ninguna Mishná puede contradecirse con otra por lo cual lo que intentarán hacer es ver por qué en otra Mishná que versa sobre un tema parecido la respuesta fue otra. Deberán averiguar cuál es la diferencia entre ambas. En el tratado de Ketubot, afirman los sabios del Talmud, hay un pasaje similar que dice que en el caso de que un ejercito conquiste una ciudad todas las mujeres que estaban habitando la ciudad quedan prohibidas para el sacerdocio. Paremos aquí y expliquemos el porqué. Los sacerdotes (kohanim) sólo podían casarse, a diferencia de un judío cualquiera, con una mujer virgen. De esta manera y teniendo en cuenta que era regular que un ejercito al entrar a una ciudad violase a las mujeres, los sabios "sospechan" para evitar cualquier tipo de error que todas las mujeres fueron violadas por lo cual quedan anuladas para el sacerdocio.
Y allí observamos una contradicción. Si en nuestra Mishná los soldados no tenían tiempo en épocas de guerra para libar vinos ¿cómo iban a tener tiempo para acostarse con mujeres? Rab Mari le encuentra una solución a esta aparente contradicción. Para libar vino "no tenían tiempo" pero para acostarse con las mujeres "tenían tiempo". Los comentaristas medievales a este pasaje talmúdico sugieren que la gran diferencia, aunque tener relaciones sexuales dure por lo general más tiempo que libar el vino, radica en que es mucho más fuerte la tentación y el deseo sexual que la motivación a realizar idolatría.
De esta manera la aparente contradicción se resuelve.
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