domingo, 6 de octubre de 2013

Sotá 35 - Meraglim

Una de las grandes tragedias de la Torá es la historia de los Meraglim (espías). El Talmud en está oportunidad nos comenta y nos da la visión de los rabinos de la antigüedad con respecto a esta historia. Al cabo de dos años de la salida de Egipto cuando el pueblo judío está por llegar finalmente a la tierra de Israel y conquistarla Dios le dice a Moshé "Envía para tí" unos hombres para reconocer la tierra. Dios le sugiere a Moshé que mande espías para que evalúe las mejores estrategias para conquistar la tierra. Sin embargo, el Talmud hace hincapié que esto Moshé lo debía hacer por su propia voluntad, si el lo deseaba (ya que el texto dice literalmente "envía para TI"). Dios iba a garantizar el triunfo del pueblo judío en la conquista pero si Moshé dudaba entonces él para quedarse más tranquilo podía enviar espías. Y así lo hizo. Mala elección. 

Moshé envía entonces 12 hombres para reconocer (Lajpor) la tierra de Israel. Rabi Jia sugiere que desde un comienzo los espías tenían la intención de desacreditar y de difamar la tierra de Israel. Aún antes de conocerla ya habían pensado hablar mal de ella. Los sabios lo aprenden de otro versículo (Isaías 24:23) allí se habla de la vergüenza que en hebreo se dice Jafrá, y está palabra tiene la misma raíz que Lajpor (reconocer). Los espías, en otras palabras, iban malintencionados desde un comienzo. 

Luego de 40 días de explorar la tierra vuelven los espías. Lo primero que dicen es que ciertamente la tierra es como Moshé les había prometido, de la tierra manaba leche y miel. Sin embargo, inmediatamente, dicen que será imposible conquistarla porque allí hay gigantes con grandes carruajes y fortificaciones. Al narrar lo que vieron de está manera, Rabi Meir aprende lo siguiente: "Toda difamación (Lashon Hará) que en su comienzo no tenga algo de verdad, no se sostendrá finalmente". Este es un gran aprendizaje de oratoria. Nadie puede mentir tan descaradamente y esperar que los demás le crean. Si uno quiere engañar a una audiencia o a cualquier publico siempre debe comenzar su mentira con alguna pequeña verdad, con algún dato que el otro encuentre como cierto. Así, hicieron los habilidosos espías. 

Para finalizar el Talmud nos cuenta que ese día, el día que regresaron los espías para difamar la tierra, era la víspera de Tisha veAb. Todo el pueblo judío al escuchar las cosas que los espías contaban sobre la tierra de Israel comenzó a llorar. En ese instante Dios con furia por la falta de fe del pueblo judío y de confianza en su líder Moshe y en Dios dice: "Ahora ustedes lloraron sin razón alguna, yo les daré en este día por el resto de las generaciones razones sinceras para llorar". Años después, enseña el Talmud, en un 9 de Av del año 586 a.e.c se destruyó el primer Templo de Jerusalém y el segundo fue destruído también un 9 de Av del año 70 d.e.c. Esas eran razones validas para llorar. 

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