La primera Mishná de Kidushin afirma que la mujer puede ser "adquirida" a través del dinero. Sin embargo hay una disputa entre Beit Shamai y Beit Hillel sobre la cantidad de dinero que uno debe disponer para desposar a una mujer. Shamai dice que es un Dinar (una suma importante de dinero) e Hillel dice que con una Pruta (una cantidad muy baja de dinero) alcanza. Lo que discutirá nuestra Guemará en el Daf de hoy serán las razones de Beit Shamai para exigir un Dinar como mínimo para desposar a una mujer. En el próximo post veremos cuales son los motivos de Hillel.
El tema del dinero y las medidas del Talmud es un tema complejo y es un mundo en sí mismo. Es una realidad muy diferente a la nuestra con mediciones y pesos disimiles por lo cual comprender ese mundo es demasiado arduo; sin embargo debemos adquirir algunas nociones básicas que el Talmud nos ofrece para comprender este escenario. Lo primero que debemos saber es que un Dinar es una suma de dinero mucho mayor a una Pruta. Lo segundo que debemos tener en cuenta es que según los sabios del Talmud existía una moneda, o tipo de cambio, que se denominaba Kesef Tzori que era todo aquel que era expresado por la Torá. Todos los pagos que se debían hacer basados en la Torá, como la redimir a un primogénito o una multa por violación, se debía hacer con aquel dinero. Mientras que toda imposición de los rabinos se debía hacer con Kesef Medina que eran las monedas de circulación de la época y que hacían referencia en porcentajes al Kesef Tzori. Hasta aquí lo técnico.
Veamos ahora sí, al menos, algunas de las razones que los sabios talmúdicos encuentran que se ajusta al razonamiento de Shamai. El primero lo expresa Rabi Zeira y dice que Shamai exige una cantidad importante de dinero para que las mujeres se "cuiden" a sí mismas. Si las mujeres tienen un buen concepto de ellas mismas no se van, según esta posición, a dejar "adquirir" por poco dinero sino que van a exigir lo que les corresponde. Esta visión tiene un problema, como lo refleja el Talmud, si estas mujeres tienen una gran estima de sí mismas y piensan que "valen" millones de dolares, si alguien les da menos que eso pero más que un Dinar ¿el matrimonio sería valido?
Otro de los argumentos que esgrime el Talmud es que tal como una esclava no puede ser adquirida por una Pruta (la suma de dinero exigida por Hillel) mucho menos uno podría tomar a una esposa por esa cantidad tan reducida de dinero. Por último, y el argumento que más me convence de Shamai, es el que sugiere Raba. Este sabio dice lo siguiente: para que las mujeres de Israel no sean como Hefker. El hefker, en términos rabínicos, es un objeto que no es poseído por nadie y que es de fácil adquisición. Por ejemplo si yo quiero desprenderme de un mueble lo dejo en la vía pública y declaro que es Hefker este mueble puede ser tomado por cualquier persona, sin siquiera pagar un centavo, y llevarselo a su hogar. Lo que afirma Raba, suponiendo entender las razones de Beit Shamai, es que una mujer no puede ser igual a un objeto sin valor, a un objeto que cualquiera de una forma muy sencilla puede adquirir. Lo que plantea Shamai, en este sentido, es que si uno quiere casarse con una mujer uno debe esforzarse y "pagar" lo que "la mujer vale". Pensar el matrimonio en términos comerciales y a una mujer como un objeto es increíblemente complicado desde nuestra óptica del siglo XXI; no obstante debemos rescatar el valor simbólico de la palabra de los sabios. Una mujer vale su peso en oro, si un hombre quiere tomar a una mujer debe esforzarse por conseguir lo que esa mujer vale para él; y de seguro eso no son unas simples monedas sino una buena cantidad de dinero.
No obstante mañana veremos los también muy buenos argumentos de Hillel para justificar que una mujer puede ser adquirida por muy poca plata.
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