domingo, 27 de noviembre de 2016

Sucá 48 - Sason veSimjá: un chiste de hace 2000 años.

En medio de una Sugya que discute el origen, las costumbres y ciertas leyes en torno al mandamiento de Nisuaj HaMaim (libación de las aguas) que ocurría anualmente durante los días intermedios de la festividad de Sucot la Guemará nos trae un chiste. A veces me sorprende pensar que hace miles de años también se contaban chistes como lo hacemos hoy en día pero entre los folios del Talmud hay muchos "chistes". El contexto de este chiste surge porque el Talmud se pregunta el origen de la práctica de Nisuaj HaMaim y cual es la fuente en las escrituras que habla está práctica y Rav Einá cita a Isáias 12:3: " Sacaréis con gozo (Sason) aguas de las fuentes de la salvación.

En este contexto el Talmud nos trae la siguiente historia:
Cierta vez había dos herejes, uno se llamaba Sason (gozo) y el otro Simjá (alegría). Le dijo Sason a Simjá: "Yo soy mejor que tu ya que está escrito: "y tendrán gozo y alegría" (Isaías 35:10). Simjá le contestó a Sason que él era mejor ya que esta escrito: "los judíos tuvieron alegría y gozo" (Ester 8:17). Le contestó Sason a Simjá: cierto día te abandonarán y y te harán un envíado, por cuanto está escrito: "Porque con alegría saldréis" (Isaías 55:12). "Cierto día" le dijo Simjá a Sason "te abandonarán y sacarán contigo agua, por cuanto está escrito: "Sacaréis con gozo aguas" (Isaías 12:3)...

La historia continúa un poco más con un intercambio "teologíco" y gramatical entre el hereje Sason y Rabí Abahu... ¿Por qué los sabios nos traen está historia? ¿Qué podemos aprender de está historia? Algunos exegetas medievales estiman que está historia es traída contra los minim (seguidores de Jesús) que solían interpretar los versículos a su conveniencia viendose a ellos mismos como la realización de cierta profecía bíblica. Está es la forma rabínica de responder: haciendo de su exegesis un chiste. Seguramente Sason y Simjá nunca existieron y si existieron tenían otros nombres y si tenían otros nombres todo este chiste no tendría sentido. Entonces ¿Por qué algún sabio decidió insertar esta historia en el Talmud? 

Este chiste era, seguramente, popular entre los estudiantes rabínicos y de las escrituras hace unos dos mil años. Esta historia nos muestra el sentido del humor, y como algunos academicos señalan en nuestros días, muchas veces estos chistes o historias eran traídos al Beit Midrash (casa de estudios) para entretener a los alumnos luego de horas de intenso estudio, para distender la clase unos minutos. 

Este chiste también demuestra el sentido del humor de nuestros antepasados. Los judíos no solo sabemos llorar, también sabemos reír.

Este chiste nos muestra también la erudición y el conocimiento bíblico de nuestros antepasados. No solamente conocían toda la Biblia de memoria sino que sabían utilizar sus pasajes con sutilezas y conectarlos no solamente en materia de halajá sino también para hacer reír. 

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