En el Talmud se nos presenta una discusión en torno a las bendiciones del Halel. La Mishná había establecido que en los lugares que era costumbre bendecir se bendice y en los cuales la costumbre era no bendecir así se debía hacer. Sin embargo el Talmud establece que eso hace referencia a la bendición final, luego del recitado del Halel, ya que según Abaie todos concuerdan que antes de comenzar a leer Halel se debe recitar una bendición. La pregunta es ¿Por qué está tan seguro Abaie que antes de recitar el Halel se debe pronunciar una bendición? Porqué unas generaciones anteriores los sabios habían establecido el siguiente principio: "Se debe bendecir antes de realizar cualquier mandamiento". En hebreo: "Kol HaMitzvot Kulan Mebarej Aleihen Over Lehasiatan". Según este principio antes de realizar cualquier mandamiento debemos pronunciar una bendición. Sin embargo es importante aclarar en esta oportunidad algunos puntos: (1) Este principio no aplica en todos los casos ya que solo hace referencia a los mandamientos positivos y no a todos (por ejemplo no realizamos una bendición antes de dar tzedaká) pero sí a una gran cantidad (2) Ciertos mandamientos por una cuestión "técnica" deben ser realizados antes de la bendición (el caso paradigmatico es el de las velas de Shabbat) (3) Si bien es importante realizar una bendición de no hacerlo igual uno cumple con el mandamiento ya que existe otro principio talmúdico que dice que "HaBrajot Lo MeAkvot", es decir que la no pronunciación de una bendición no invalida el mandamiento.
Un caso interesante en relación al principio general de que se debe realizar una bendición antes de la acción de un mandamiento determinado es justamente el de Netilat Lulav, el "sacudido" de las cuatro especies. Los Tosafot se hacen eco a este punto y nos dicen que en general si seguimos al pie de la letra este principio debemos realizar la bendición de "Al Netilat Lulav" antes de agarrar (es decir, de elevar) los Arvaat HaMinim. Sin embargo la costumbre (casi) universalmente aceptada es tomar los Arvaat Haminim (el etrog en la mano izquierda y los otros tres en la derecha) realizar la bendición y luego dar vuelta el etrog para que queda de la forma en la cual creció. Un ejemplo similar, nos traen los Tosafot, son los Tefilín ya que también realizamos la bendición a medio camino de la acción, justo antes de atarlos pero una vez que ya los colocamos en el brazo y en la cabeza.
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