jueves, 17 de noviembre de 2016

Sucá 42 - Cuando los niños crecen.

¿Qué marca el fin de la niñez? ¿Hay un sólo punto de inflexión entre un infante y un niño o entre un niño y un púber? En lineas generales podríamos decir que la tradición rabínica marca la edad del Bat o Bar Mitzvá (12 o 13 años) como el paso entre la niñez y la pubertad. Cuando los niños y las niñas pasan ese umbral ya son hombres y mujeres con plenos derechos y obligaciones como todos los demás adultos del pueblo de Israel. Ese paso entre la niñez y la adultez es llamado Bat/Bar Mitzvá, la hija o el hijo del mandamiento ya que de ahora en más están obligados a cumplir todos los mandamientos estipulados por la ley judía. Si bien esto es cierto y las primeras referencias a este "pasaje" lo encontramos en la Mishná, la literatura rabínica marca otros puntos de cambio a lo largo de la niñez incluso mucho antes de llegar a los 12 o 13 años. 

¿Desde qué momento debe un niño "sacudir" el Lulav? Nuestra Mishná nos dice que debe hacerlo desde el momento "que sabe como hacerlo". Es decir los niños comienzan a estar obligados a diversos mandamientos no desde que llegan a la edad del Bat o Bar Mitzvá sino desde el momento que intelectual y físicamente pueden realizar dicho mandamiento. Cada niño y niña son diferentes. Algunos sabrán "sacudir" el Lulav a los 4 o 5 años y otros a los 7 u 8, lo importante es que sepan qué es lo que están haciendo (que tomen conciencia que es un mandamiento) y que sepan como hacerlo (que tengan la fuerza física y la destreza para hacerlo). 

El Talmud complementa esta idea con una extensa Tosefta en la cual se relatan diversos mandamientos en los cuales se enfatiza que desde que el niño sabe como realizar dicho mandamiento queda obligado al mismo. Algunos ejemplos: desde que el niño sabe como cubrirse con el Talit queda obligado a colocarse un Talit, desde que sabe como cuidar los Tefilín queda obligado a colocarse los Tefiilín. Desde que comienza a hablar su padre debe comenzar a enseñarle Torá y a recitar el Shemá Israel. Y si uno presta atención la mayoría de estas cosas un niño puede realizarlas desde temprana edad, quizás de los 3 o 4 años en adelante, mucho antes de llegar a la edad del Bat o Bar Mitzvá. Incluso más se nos dice que un niño puede ser incluido en una Jaburá (grupo) de comensales para el cordero pascual desde que sabe distinguir entre una piedra y una nuez. No sé exactamente a que edad pasa eso pero de seguro que es mucho antes de los 4 años. Quizás cuidar los Tefilín y mantenerlos en estado de pureza recién puedan hacerlo a los 8 o 9 años. En definitiva lo que nos enseñan los sabios es que el salto de la niñez a la pubertad o de la pubertad a la adultez no se da de un día para el otro. Es un proceso que debe ser acompañado por los padres y a cada paso, cuando el niño o la niña se encuentran capacitados, se debe incentivarlos a ir cumpliendo de a poco más mandamientos.

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