viernes, 27 de julio de 2012

Avoda Zará 5 - La Torá por imposición

Cualquier sistema legal es impuesto. La ley es heteronoma por antonomasia. La Torá no es la excepción a esta regla. En nuestro folio Rabi Shimon ben Lakish nos enseña que en el día sexto de la creación D-s le entregó al "mundo" la Torá y dijo: Si la aceptan bien, sino haré volver todo el universo al Tou Vavou, al caos originario. En este sentido podemos pensar que la aceptación a la Ley no es voluntaria a menos que me digan que la humanidad tenía una opción real de denegar la Torá. No siempre lo que parece optativo verdaderamente lo es. Si yo te amenazo para que aceptes mi ley pero antes te digo que si no lo haces te mato, uno no esta actuando por voluntad o por libre arbitrio, uno está siendo obligado a algo sin casi posibilidad alguna de elección.

Dos folios antes, otro midrash es citado por los sabios talmúdicos. En el mismo se nos relata que en el momento de la entrega de la Torá al pueblo de Israel en el monte Sinaí, D-s tomó el monte, lo arrancó de la tierra y lo puso sobre las cabezas del pueblo judío y en ese mismo momento les dijo: si aceptan mi Torá, todo estará bien, mas si la rechazan esta será su tumba ¿Hubo elección en la recepción de la Torá? En primera instancia debemos decir que no. Tanto la ley del Estado, como las leyes familiares, nos son impuestas desde el momento que llegamos al mundo. La ley nos precede y nos absorbe. El mismo midrash recién citado pero abordado en el tratado de Shabat (88b) agrega que será recién en los tiempos de Ajashverosh, donde se sucede el relato de Esther, donde el pueblo judío acepta la Ley por propia voluntad. Primero el cuerpo legal es impuesto so pena de muerte y de desastre mas varios siglos después el pueblo judío acepta y aprehende la Torá por decisión propia. La entrega es obligatoria, la aceptación no. Uno puede, y a todos nos pasa, estar sometido a una ley que nos es entregada por un otro y nosotros no podemos rechazar la entrega pero lo que si podemos hacer con el tiempo es aceptar la ley. La podemos aceptar con gozo y la podemos hacer propia. Podemos aprender a vivir en ella y como sus herederos podemos transformarla, modificarla, "retocarla", aggiornarla. Podemos hacer de lo heteronomo algo autónomo.

Otro tema. El sabio Mar enseñaba que hay cuatro personas en vida que están "muertos": los pobres, los ciegos, los "leprosos" y los que no tienen hijos. ¿Qué opinan? A mi particularmente me conmueve y me llama a la reflexión. La vida es lo que empieza cuando uno deja de sobrevivir, si uno carece de techo, de comida, de ropa, de educación o de salud uno no vive, sobrevive. Si uno no tiene descendencia, si uno no puede trascender en esta vida a través de sus hijos o de sus obras, no vivió, simplemente paso por este mundo. 

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