Al concluir el servicio religioso en el cementerio es costumbre hasta el día de hoy que los deudos y demás acompañantes se despidan del difunto. El Talmud nos enseña que quien se despide del fallecido no debe decir "Lej LeShalom" (Ve hacia la paz) sino "Lej BeShalom" (Ve en paz). Lo contrario ocurre cuando nos despedimos de alguien que todavía esta vivo, a esta persona debemos despedirla diciendo "Lej LeShalom". ¿Por qué? El Talmud nos dice que esto se debe a dos versículos bíblicos. En uno cuando Itro se despide de Moshé le dice Lej LeShalom y este triunfa mientras que cuando David le dice a Abshalom Lej Beshalom este muere.
Ahora bien ¿Por qué a alguien que falleció lo despedimos diciendo Lej BeShalom y no Lej LeShalom? Los comentaristas medievales discuten y ninguno se pone de acuerdo. A mi me gustaría sugerir y concluir el estudio del tratado de Moed Katan diciendo que al despedirnos de alguien que ya falleció no le deseamos que vaya hacia la paz (Lej LeShalom) porque ya esta descansando en paz, ya esa persona encontró el reposo y la quietud eterna. Sabemos que va a un lugar de paz, de shalom. Lo que le deseamos es que recorra aquel camino en paz, en shalom como sugiere el Ritvá.
Que podamos siempre recorrer este mundo yendo hacia la paz, y que el día que nos toque irnos de este mundo podamos irnos en paz.
Hadran Alaj VeElu HaMegaljin veSalika La Masejet Moed Katan!
Así completamos el estudio del tratado de Moed Katan!
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