Comenzamos un nuevo tratado del Talmud. Cambiamos de lenguaje. Abandonamos a las mujeres sospechadas de adulterio del tratado de Sotá para sumergirnos en este nuevo desafío. Baba Batra, la última puerta. Este tratado es el más largo de todo el Talmud. Versará principalmente sobre temas de daños y de conflictos entre las partes. No es un tratado "ritual" como podría ser Shabbat o Brajot sino más bien un tratado social; sobre como la tradición judía intenta resolver los conflictos que afloran diariamente en cualquier sociedad. Comencemos entonces...
La primera Mishná nos dice lo siguiente: "Si dos vecinos (shutafim) quieren hacer una división entre sus propiedades la deben hacer por la mitad". Contexto. Si dos personas comparten un terreno, por ejemplo los patios de sus casas son contiguos, si ambos desean tener privacidad pueden construir en el punto medio una pared. La misma puede ser construida con cualquier material, la única condición es que debe impedir que ambas partes se puedan observar mutuamente (por ejemplo un vidrio no constituiría lo que el Talmud denomina Kotel/Gudá).
Ahora bien ¿Qué sucede si uno de los dos vecinos desea construir un Kotel y el otro no? Este puede obligar al segundo a construirlo. ¿Por qué? Por lo que los sabios denominan Hezek Reía (daño visual). El que se ve "perjudicado" puede obligar al segundo a construir una pared entre ambas propiedades por el daño visual que le causa. En la actualidad entenderíamos que un daño visual (de ahora en adelante Hezek Reía) sería por ejemplo que un edificio que se construye tape mi visual; sin embargo el Talmud considera que Hezer Reía se genera cuando uno mira o fisgonea al otro. El Hezek Reía está previsto para cuidar la intimidad de uno de los dos vecinos. Si otros pueden ver lo que yo estoy haciendo en mi propiedad y eso me genera una especie de daño (me inhibe por ejemplo) yo puedo pedirle a mi vecino que entre los dos construyamos una pared divisoria.
Algunos ejemplos para comprender. El Talmud nos da ciertos ejemplos para demostrar que es exactamente Hezek Reía. Si ciertas plantas están floreciendo en tu jardín vos podes obligar a tu vecino a construir un Kotel para que el no fisgonee tus plantas en crecimiento porque se sostenía en la antigüedad que esto generaba lo que denominamos mal de ojo (al mirar las plantas, se suponía, evita que estás crezcan de forma adecuada). Otro ejemplo. Si uno tiene en su casa una ventana que da al terreno del vecino y quiere construir un Kotel entre ambas propiedades ésta debe ser construida a cuatro codos de distancia, hacia arriba, hacia abajo y hacia atrás de la ventana. Hacia arriba y hacia abajo para que el vecino no pueda espiar que ocurre más allá de la ventana al interior del cuarto y alejada cuatro codos para no impedir que entre luz natural por la ventana.
Pequeña conclusión: no sólo existe el daño físico o verbal, también existe el daño visual. Cada vez que uno sufre porque otro lo está viendo y uno desea privacidad se esta violentando visualmente a una persona.
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