martes, 10 de septiembre de 2013

Sotá 17 - Abraham y los mandamientos

La Torá nos enseña que una mujer sospechada de adulterio debe tomar de un recipiente agua en la cual fue vertida una Meguilá (un rollo con un texto escrito de la Torá) y con tierra. El Talmud se pregunta entonces sobre está extraña ley de verter tierra sobre el agua. 

Tierra: ¿Por qué se debía arrojar tierra sobre el agua? Los rabinos del Talmud tienen una respuesta muy original para darnos y así nos enseñan: "Porqué si la mujer es meritoria (y finalmente se descubre que no había pecado) saldrán de ella hijos como nuestro patriarca Abraham ya que él dijo sobre si mismo que él es "polvo de la tierra" (Bereshit 18:27); sin embargo si se demuestra que es culpable (de adulterio) entonces ella regresara al polvo". Es decir, la tierra que se le arroja al agua simbolizan las dos consecuencias disimiles que pueden ocurrirle a la mujer luego de abrevar de este agua. O bien puede tener hijos valerosos como Abraham (por cuanto él se llamo a sí mismo "tierra") o bien su destino es volver a la tierra ya que el tribunal rabínico le aplicaría la pena de muerte si la encuentra culpable. 

Mandamientos en nombre de Abraham. Según Raba varios mandamientos fueron producto de frases que pronunció el patriarca Abraham. Es decir, en honor a su vida nosotros hoy cumplimos ciertos mandamientos. Raba comprende que cuando él dijo "Yo soy polvo de la tierra" (Bereshit 18:27) no sólo estaba siendo humilde sino que provocó que sus descendientes tengan el merito de cumplir dos preceptos: el de la tierra de la Pará Aduma y el del polvo de la Isha Sotá. Estos dos mandamientos relacionados con el polvo y las cenizas tienen su origen en Abraham. Otros dos mandamientos también tienen su origen en una locución de nuestro patriarca. Cuando Abraham quería comprar un terreno para enterrar a su esposa Sará y a él le ofrecen entregarselo de forma gratuita él contesta: "que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo" (Bereshit 14:23). ¿Qué mandamientos se derivan de esta frase? Los hilos de los Tzitzit y la correa de los Tefilin. Ambas vestimentas que hasta el día de hoy los judíos observantes vestimos a diario son consecuencia según Rabá de aquella frase famosa de Abraham. Para finalizar. El Talmud se pregunta ¿Por qué los Tzitziot deben ser de color Tjelet? ¿Qué es lo meritorio de este color para servirnos de recuerdo de los mandamientos más que cualquier otro color? Ya que el Tjelet se asemeja al río y este se asemeja a los cielos y los cielos se asemejan a Dios. La mezcla del color azul tenue y el verde, que componen el Tjelet, nos ayudan a evocar la presencia misma de Dios y por esto fue elegido este color para los Tzitziot. 

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