viernes, 8 de marzo de 2013

Kidushin 24 - No al abuso!

El modelo económico de la Torá contempla la esclavitud. Intenta limitarla pero sin dudas la permite. Lo que no permite el modelo moral de la Torá ni de los sabios del Talmud es el abuso de los esclavos. Si uno necesita mano de obra -podríamos decir- según la Torá, uno podría tener un esclavo  pero ya hemos visto que los sabios enseñaban que quien adquiría un esclavo adquiría un amo para sí ya que debía proveerle todas sus necesidades y este debía vivir de la misma manera que su amo vivía. Debía comer sus mismas comidas y tener las mismas comodidades que su amo. En definitiva: los esclavos debían ser tratados como uno más de la familia. 

El Talmud enfatiza esta noción cuando advierte que si un amo golpea a uno de sus siervos en algún miembro que no rehabilita (los ojos o la oreja por ejemplo) el esclavo sale directamente en libertad. Un amo puede hacer que su esclavo trabaje en lo que él requiera pero bajo ninguna circunstancia puede abusar de él. Si lo golpea y le arranca un ojo, una oreja o una mano; el esclavo sale directamente en libertad. Y más aún, el amo debe proveerle de un certificado para que a los ojos de toda la comunidad él se convierta, y sea visto, como un hombre libre. Si la esclavitud se permite, el abuso de los esclavos queda totalmente prohibido. Para ser un texto milenario, entiendo yo, esto es un gran avance en términos morales de aquella sociedad que soñaban los sabios. Es posible que no podamos modificar los modelos productivos o económicos debido a su arraigo en nuestras sociedades pero si podemos modificar la forma en la cual los   empleadores se relacionan con sus empleados: eliminando la violencia física y verbal, asegurando un salario digno y buenas condiciones de trabajo, proveyendo las necesidades materiales que se necesitan, asegurando un trabajo en blanco, una jubilación digna, etc. Quizás no debamos intentar modificar la matriz productiva de las sociedades sino la ética que estas formas de producción reproducen. 

Extra: hablando de daños el Talmud enseña que quien asusta (sin tocar) a una persona y ésta se lastima está libre de los juicios terrenales (es decir uno no es penado por tal acción legalmente) mas está condenado por las cortes celestiales (es decir es culpable en términos morales). El código legal judío no juzga penalmente a quien, por ejemplo, al gritarle a una persona y la distrae y se golpea ya que no lo tocó directamente, sin embargo el Talmud insiste que estas acciones que los hombres no pueden juzgar serán juzgadas por Dios, es decir por más que no este penado uno es culpable de estas faltas en un sentido moral. 

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