sábado, 5 de enero de 2013

Rosh Hashaná 27 - La mitzva del Shofar


בַּ֭חֲצֹ֣צְרוֹת וְק֣וֹל שׁוֹפָ֑ר הָ֜רִ֗יעוּ לִפְנֵ֤י׀ הַמֶּ֬לֶךְ יְהוָֽה׃
Aclamad con trompetas y sonidos de bocina, delante del rey Adonai. (Salmos 98:6)


En el antiguo Beit Hamikdash, el día de Rosh Hashaná, no sólo se escuchaba el sonido del Shofar (de aquel famoso cuerno de casi cualquier animal, excepto la vaca como ya vimos) sino que también a la par se escuchaban unas trompetas (jatzotzrot). Quien tocaba el shofar se ponía en el centro y quienes tocaban la trompeta se paraban a sus costados. Todos comenzaban tocando a la par mas el sonido del Shofar se extendía por sobre el de la trompeta ya que la mitzvá del día la constituía el clamor del Shofar y no de las trompetas.

Sobre el Shofar de Rosh Hashana, que también era utilizado en Iom Kippur y en los días de ayuno, el Talmud desarrolla una interesante discusión ¿el mismo debe ser plano y estirado (pashut) o doblado y encorvado (kefuf)? Algunos opinaban que debía ser de una manera y otros de otra pero lo más interesante son los motivos que llevaron a esta discusión. Al parecer los sabios veían que los seres humanos somos reflejo de los Shofarot. En Rosh Hashana, decían algunos, se debía tocar un Shofar curvo ya que nosotros, como seres humanos debíamos estar encorvados y “sumisos” ante el día de juicio. No debíamos ir con altivez y estando rectos y con la cabeza alta a nuestro juicio, debemos, sin embargo ir con la cabeza gacha en señal de arrepentimiento. Simbolizando esta actitud corporal y espiritual el Shofar de Rosh Hashaná debería ser encorvado. Sin embargo en Iom Kippur se debía tocar un Shofar recto y plano ya que debemos enfrentar ese día, como lo señala la liturgia, con la seguridad de quien se enfrenta a un juicio y sabe que ganará, debemos estar ese día con la frente en alto. Y así debe ser nuestro Shofar. 

Antes señalábamos que el Shofar debía extender su sonido para que sea audible de manera particular más allá de las tromperas y esto es así porque debemos, hasta el día de hoy para salir de la obligación de la mitzva del Shofar, escucharlo sin obstrucciones, y si las trompetas tocaran a la sazón del shofar todo el tiempo podríamos no distinguir un sonido del otro. Por este motivo la halajá también determina que un solo Shofar debe escucharse en cada oportunidad, ya que si dos Shofarot se escuchasen a la par uno podría no escuchar de manera correcta el sonido de uno o de otro. Lo mismo, señala el Talmud, ocurre con la lectura de la Torá. Como es una Mitzvá escuchar semanalmente su lectura dos personas no pueden leer a la par ya que podríamos confundirnos con facilidad, por ese motivo cada quien, en la antigüedad, cuando subía a la Bimá leía de la Torá; sin embargo en nuestros días un Baal Koré es quien lee para todos con el objetivo de no avergonzar a quien no sabe leer de la Torá. Y un detalle más, los sabios señalan que uno al subir a la Torá y pronunciar las brajot igual debe seguir la lectura del Baal Koré en voz baja para no realizar una beraja levatalá (una bendición en vano).

P.D: Al discutir si los Shofarot pueden tener en su contorno un “brazalete” de oro o de cobre los sabios del Talmud comentan con este famoso adagio: “Dios tuvo piedad en relación al dinero de Israel”; es decir: Dios no quiere que los judíos asuman gastos inecesarios y excesivos como sería recubrir el Shofar con oro. Habría que avisarles a los que hoy venden Matzot y Tefilin sobre este dictum talmúdico. 

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