viernes, 28 de septiembre de 2012

Avodá Zará 45 – Las montañas y los arboles


Los sabios talmúdicos buscaban alejarse lo más posible de la idolatría y de todos sus componentes. Por dicho motivo prohibieron tener tanto contacto íntimo con los idólatras (como veíamos hace algunas semanas), como también se prohibieron todos los utensilios, objetos, alimentos y bebidas, que se utilizaron para hacer idolatría. Huelga decir que también el objeto en sí mismo que fue la fuente de idolatría también quedaba prohibido.

En nuestro Daf (hoja talmúdica) se discute en torno a los elementos de la naturaleza que de alguna manera forman parte de aquello que los paganos rinden culto. Lo que nos dice la Mishná en primera instancia es que las montañas y los montes donde los idólatras rinden cultos paganos están permitidos (no tienen que ser destruidos y un judío puede tener provecho de los mismos); mientras que lo que esta encima de aquellos montes, los altares, sus sacrificios, etc., están prohibidos y deben ser destruidos.

Destruiréis inexorablemente los lugares donde los pueblos que vais a expulsar han rendido culto a sus dioses: sobre las altas montañas, sobre las colinas y bajo todo árbol frondoso.” (Devarim 12:2) Rabi Iosi Haglili al interpretar este versículo dice que lo que se debe destruir no son las montañas y las colinas sino lo que esta “por encima de ellos”, ya que él comprendía que los antiguos paganos no alababan en sí mismo a las montañas sino que rendían culto a aquellas figuras que ponían sobre los altares arriba de las montañas.

El problema de los árboles. A diferencia de las montañas, la gran mayoría de los árboles son plantados por los seres humanos, y el Talmud nos dice que, de practicarse allí idolatría sí deben ser destruidos ya que hay sobre ellos “Tefisat iedei Adam”; ya que son objetos de la naturaleza que fueron, de alguna manera, trabajados por los seres humanos. Y el Talmud aclara que todo objeto que fue alterado o trabajado de alguna manera por el ser humano debe ser destruido si se encuentra que sobre los mismos se cometieron actos de idolatría. Las montañas no son destruidas porque no fueron “construidas” por los seres humanos pero si un árbol es plantado con el fin de ser un sitio donde se hará idolatría el mismo debe ser arrancado de raíz y destruido.

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