lunes, 23 de enero de 2017

Ketuvot 27 - Las mujeres en tiempos de Guerra.

Una nueva Mishná nos presenta otra situación en la cual por alguna razón "histórica" algunas mujeres  pueden quedar prohibidas de casarse con un Cohen. En este caso se nos dice que si una ciudad es rodeada por un ejército todas las mujeres que hay allí quedan prohibidas de casarse con un Cohen ya que se asume que los soldados violaron a las mujeres. Vale la pena recordar que un Cohen no puede casarse con una mujer que haya mantenido relaciones sexuales con un gentil por cuanto en la tradición rabínica una mujer que mantuvo relaciones sexuales con un no judío es denominada "Zoná-Prostituta". ¿Idea difícil de digerir en nuestros días no? La Mishná, no obstante, trata de salvar a aquellas mujeres para que puedan casarse con quien quieran estableciendo que de haber testigos de que aquella mujer no mantuvo relaciones sexuales con algún soldado se pueden tomar testimonio incluso de un esclavo o de una esclava. 

Lo más interesante no es la Mishná sino la intrincada Guemará que le sigue. Allí nuestros sabios contraponen está Mishná a una conocida enseñanza que se repite tanto en el tratado de Shabbat, de Avodá Zará y Nidá. En aquella Braita se establece que si un grupo de soldados entra en una ciudad en tiempos de guerra todos los barriles de vino (los abiertos y los cerrados) están permitidos y siguen teniendo el status de Kasher ya que se asume que "los soldados no tienen tiempo para hacer libaciones" (Recordemos que si un no judío entra en contacto con el vino este pierde su estatus de Kasher). Si esto es así también deberíamos suponer que los soldados al sitiar una ciudad tampoco tienen tiempo de violar a las mujeres. Rav Mari, sin embargo, nos dice que está aparente contradicción se resuelve de la siguiente manera: "Para mantener relaciones sexuales hay tiempo, para hacer libaciones no". Respuesta sumamente interesante (y muy realista lamentablemente teniendo en cuenta las actitudes "habituales" de muchos cuerpos militares en situaciones de guerra). Jizkia nos da otra posible respuesta para armonizar ambas enseñanzas tanaiticas. Nos dice que un grupo militar que sitia una ciudad de su propio reinado (por una revuelta interna podríamos suponer) no hará nada para avivar más la tensión de sus propios ciudadanos y por tal motivo no violará a las mujeres de aquella ciudad, sin embargo si se trata de el sitio de una ciudad perteneciente a otro reinado asumimos que lamentablemente darán rienda suelta a su libido y a su apetito sexual abusando de su poder y su autoridad. 

Otro factor muy interesante de la Guemará es el intento desesperado de Rav Itzjak bar Ashian de salvar el estatus de todas las mujeres de aquella ciudad sitiada. Nos dice que si hay un escondite, del cual las mujeres se pudieran haber ocultado del ejercito, todas las mujeres están permitidas para casarse con un Cohen. 

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