Rav Kahana nos enseña: "Esta prohibido tener un documento falsificado en el hogar". Es decir, si uno tiene cualquier documento en su casa con algún error o falsificado debe sacarlo y romperlo. Esta es la ley también con las Ketuvot. ¿Por qué? Porque de tener un documento falseado o con errores en nuestra propiedad uno puede llegar, en algún momento determinado, a leerlo y a actuar en consecuencia del mismo cometiendo así un grave error siguiendo falsamente un texto adulterado. En el contexto de las Ketuvot el ejemplo es sencillo: si por ejemplo en una Ketuva está escrito que para cierta mujer el valor de su Ketuva es de 100 Zuz pero en realidad es de 200 Zuz esa Ketuva no es válida ya que en el caso de divorciar a la mujer uno le estaría dando una suma alterada y no la correcta. Por ese motivo no se pueden tener documentos falsos o "corrompidos" en nuestros hogares.
Lo mismo ocurre con la Torá. Rabi Ami nos dice que un Sefer Torá con algún error solo se lo puede tener en nuestras sinagogas o nuestros hogares por treinta días, luego de este periodo o bien hay que corregirlo o bien hay que enterrarlo. La Torá es el documento más importante del pueblo judío, el libro que millones de judíos leen semanalmente para guiarse y conducir su vida. Si alguna Torá contiene algún versículo adulterado esto puede ser terrible ya que decenas o cientos de personas podrían aprender una ley de forma incorrecta. Por eso tenemos treinta días para corregirlo, de no hacerlo se debe llevar aquella Torá a la Geniza. Según el Ramá esta halajá se extiende también a todos los demás libros de la Biblia y de la literatura rabínica (Mishná, Guemará, etc.) ya que de todos ellos aprendemos halajá.
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