La Mitzvá más importante. Rabí Iosi bar Janina nos enseña que la lectura de la Meguilá era tan importante que incluso los Cohanim (sacerdotes) dejeban de entregar los sacrificios diarios para ir a escuchar la Meguilá. Los Levitas abandonaban sus tareas rituales para ir a escuchar la Meguilá. Y todo el pueblo de Israel abandonaba sus "guardias" para ir a cumplir el principal precepto de Purim: la lectura de la Meguilá. Por este motivo los sabios decidieron que se debía suspender Talmud Torá, el estudio de la Torá -el precepto más importante en términos generales para los sabios- para ir a escuchar la Meguilá.
Si bien hemos visto que la lectura de la Meguilá suspende el cumplimiento de cualquier otra Mitzvá los sabios en el Talmud entienden que hay ciertos mandamientos más importantes que aquella lectura sagrada. Si se esta leyendo la Meguilá y uno encuentra un Met Mitzva (un fallecido que no tiene ningun familiar que se ocupe de su entierro) uno debe dejar la Meguilá y disponerse a honrar al fallecido y darle pronta sepultura. Lo mismo ocurre si uno esta yendo a entregar un sacrificio de Pesaj o se esta aprontando para el Brit Mila de su hijo, si uno encuentra un Met Mitzva uno debe abandonar todo y dedicarse a honrar a aquel muerto. ¿Por qué sucede esto? Por un principio general de los sabios del Talmud que sostienen que "Más grande el honor a las criaturas (Kvod Habriot) que anula (o que pospone) cualquier mandamiento negativo de la Torá". El honor de los seres humanos, la dignidad de la vida humana, deja a un lado cualquier mandamiento de la Torá, ya sea negativo o positivo, y nos obliga a honrar la vida y la dignidad del hombre y de la mujer.
Las traducciones del Tanaj. No somos la primer generación de judíos no familiarizados en profundidad con el hebreo. Que existan traducciones al arameo, la lengua hablada por los judíos hace 2200 años, da cuenta de que nuestros antepasados tampoco entendían mucho hebreo. Excepto los rabinos y los más ilustrados de la congregación la gran mayoría del pueblo no dominaba el hebreo. El Talmud da cuenta de que existían traducciones del Tanaj al arameo. La traducción más conocida es la de la Torá, que fue realizada por Oknelos HaGer, un hombre llamado Onkelos que era un converso. La segunda parte del Tanaj, los Nebiim, fueron traducidos por Ionatan ben Uziel. Sin embargo el día que este sabio terminó de traducir la segunda sección del Tanaj la tierra tembló y una voz del cielo salió a criticar esta traducción. ¿Por qué? Porque develaba los secretos que se esconden detrás de algunos pasajes oscuros de los profetas. La Torá tiene un lenguaje claro y sin demasiados secretos, por eso su traducción no generaba polémicas. Sin embargo en los profetas abundan versículos oscuros y misteriosos que al parecer Dios quería dejar solamente para los entendidos. Sin embargo Ionatan ben Uziel se defiende y dice que esta traducción la ha hecho en honor a Dios para que no se susciten controversias por los versículos oscuros. Él al dar una traducción evitaba los majlokot (discusiones). Cuando se estaba por disponer a traducir al arameo la tercer sección del Tanaj, los Ketubim -los escritos- Dios le dijo: Daiieja! Ha sido suficiente! ¿Por qué? Porque en algunos de los pasajes del libro de Daniel se encuentran las fechas en las cuales vendrá el Mesías y Dios no quería que estos datos se popularizaran. Generaría caos en la sociedad.
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