En la mitad de la página 54b comenzamos el quinto capitulo de nuestro tratado. Este capitulo llamado "Af Al Pi" (A pesar de que...) es de alguna forma una continuación del capítulo anterior en donde se detallan una gran cantidad de normas en relación a la Ketuvá. La primera Mishná nos enseña dos ideas centrales que nos ayudarán a entender más la esencia de la Ketuvá hasta nuestros días.
La Ketuvá tiene dos valores centrales en las cuales en caso de divorcio o de muerte del marido la mujer debe cobrar para poder sustentarse.
Ikar Ketuvá: Este es un valor fijo estipulado por nuestros sabios. 200 Zuz para una mujer virgen y 100 para una mujer divorciada o viuda. Y como dice nuestra Mishná "Quien estipule un valor menor... se considera a su relación sexual como una relación sexual promiscua (Beilat Znut)". Lo que los sabios nos quieren decir es que una Ketuvá en la cual no haya como mínimo una base de 200 o 100 Zuz respectivamente no es considerada una Ketuvá y la pareja estaría entonces teniendo una relación sexual por fuera de la santidad del matrimonio.
Tosefet Ketuvá: Nuestra Mishná nos agrega que cada quien es libre de estipular un Tosefet (un agregado) a la Ketuvá. Este valor no es fijo y cada quien decide cuanto quiere que su mujer en caso de divorcio o de fallecimiento reciba como parte de su Ketuvá.
La Guemará nos enseña también que en todos los casos el Ikar Ketuvá y el Tosefet Ketuvá (o Tnaei Ketuvá como es llamado en el Talmud) tienen el mismo estatus legal. Si una mujer, por ejemplo, pierde la Ketuvá por "rebelarse" o por "apostasía" pierde tanto el Ikar como el Tosefet.
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