¿Escucharon hablar alguna vez de "Isru Jag"? ¿Si? ¿No? Este concepto surge de nuestra Guemará del día. Todo surge de un pasaje extraño de los Salmos: "Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar" (118:27). En hebreo las dos primeras palabras de este versículo son "Isru Jag" traducidos literalmente como Atad (Isru) sacrificios (Jag). Antes de continuar es importante remarcar que en el hebreo bíblico el término Jag significa tanto festividad como los sacrificios que eran entregados en la festividad.
Este versículo recibe tres interpretaciones exegeticas (drashot) diferentes en nuestra Guemará. La primera en relación a como se debe preparar el sacrificio en el altar, la segunda en la cual se dice que quien amarre el Lulav con el Hadas es como si estaría construyendo un altar y ofreciendo allí un sacrificio, y la tercera es la que nos interesa a nosotros:
"Cualquiera que haga un Isru al Jag con comida y con bebida es considerado como si estuviera construyendo un altar y ofreciendo allí un sacrificio".
De esta enigmática frase sale la costumbre de lo que hoy conocemos (y que todavía no expliqué) de Isru Jag. Rashí da dos posibles interpretaciones a esta frase. La primera es que se refiere a las personas que honran la festividad con comidas y bebidas especiales, con manjares y con celebraciones. La segunda posibilidad que da Rashí como alternativa es que hace referencia al día siguiente a la festividad.
Hoy en día la costumbre de Isru Jag es una combinación de ambas interpretaciones. El día posterior a Pesaj, Shavuot y Sukot es un día semi-festivo en donde no se recita Tajanun en las plegarias y a su vez es celebrado con más comida y bebida de las habituales. En Israel en Isru Jag no hay escuela. Es de alguna forma una "continuación de la festividad", algo así como una secuela.
Ahora bien ¿Cuál es el motivo de Isru Jag? ¿Por qué seguimos celebrando, aunque sea a medias, el día después de las festividades? Históricamente algunos pueden argumentar que esta costumbre se basa que en el día posterior a Shavuot en los tiempos del Templo se seguían entregando sacrificios especiales al altar. O también que luego de la culminación de la peregrinación a Jerusalén los judíos seguían celebrando mientras comenzaban el regreso a su hogar. El Ben Ish Jai, basado en los escritos del Ari HaKadosh, nos dice que esta práctica tiene su origen en la idea de que la luz y la energía de la festividad continúan de alguna forma en nosotros. En una oportunidad escuché también que esto se asemeja al momento de terminar una carrera. Cuando uno corre y llega a la meta no para inmediatamente de correr, debe ir desacelerando de a poco y debe volver a la rutina paso a paso y no cortar de repente. Por este motivo cada una de nuestras festividades esta "rodeada" de una preparación las horas previas a la festividad y una suerte de pos-fiesta, el día que le sigue. Y esta pos-fiesta se conoce como Isru Jag, literalmente "Amarrar la festividad".
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