miércoles, 20 de junio de 2012

Sanhedrín 94 - Senajeriv y Jiskiahu

En el segundo libro de Reyes (capítulos 17 a 19) se narra la historia de Senajeriv, el rey de los asirios que en el año 722 a.e.c. conquistó las 10 tribus del norte, pertenecientes al reino de Israel. En esos tiempos el rey Jizkiahu reinaba en el sur, en el reino de Iehuda. Él también se rebela ante el emperador asirio y quién en respuesta comienza a rodear y citiar la ciudad de Jerusalém. Finalmente el rey Jizkiahu se arrepiente de haber desafiado a Asiria y para no terminar como el reino del norte (destruído y diezmado) le manda obsequios a Senjariv, pero no los acepta. Luego, Ishaiau, el profeta de esos tiempos le anuncia a Jiskiahu que Ds mandará a un ángel para derrotar a los invasores. Y así lo hace, la tradición judía, especialmente en nuestra página que hoy nos toca estudiar del Talmud relata que aquel angel fue Gabriel que en una noche mató a 185 mil hombres de las tropas de Asiria.  

Toda esta introducción histórica tiene que ver con nuestro Daf Yomi porque en estos folios hay una infinidad de midrashim y relatos en relación a este acontecimiento histórico. Tomaré uno solamente para pod reflexionar. 

Rabi Itzjak nos narra que el yugo que imponía Senajeriv al pueblo de Israel sería roto por el aceite de Jizkiahu que hacía arder al interior de cada Beit Hakneset y en cada Beit Midrash. En primer lugar detengámonos en este  anacronismo de la Guemará de hablar de sinagogas y casas de estudio en el año 722 a.e.c, donde todavía las mismas no se habían desarrollado. Los escribas, recién con el exilio de Babel (150 años después), comienzan a edificar de manera incipiente las sinagogas como sustitutos del Beit Hamikdash. Pero volvamos a la historia. ¿De qué aceite que arde nos habla Jizkiahu? se pregunta el Talmud. El texto narra que él puso una espada en la puerta de cada Beit Hakneset y en cada Beit Midrash y proclamó: "quien no estudie Torá perecerá a manos de esta espada". Inmediatamente a continuación el Talmud nos cuenta que se hicieron búsquedas desde Dan hasta Beer Sheva y en cada rincón de Israel y no encontraron a un hombre o una mujer, o un pequeño o una pequeña, que no estuvieran versados en las leyes sobre Tumah y Teorá (pureza e impurezas, consideradas las leyes más difíciles de toda la tradición). 

¿Qué nos quiere relatar esta historia? En primer lugar este relato viene a consolidar la fe y la fortaleza de Israel, a decirnos que será el estudio de la Torá lo que nos salvará de los imperios extranjeros que amenazan en cada generación al pueblo judío. La utilización de este anacronismo es válido para fortalezer a los judíos de la epoca del Talmud que eran perseguidos por el imperio romano en pleno proceso de cristianización. El punto, que me choca a mi de esta historia maravillosa, es la amenaza.

El pueblo judío se salvaría del enemigo si estudiaba Torá pero Jiskiahu, para asegurarse que el pueblo lo haga, los amenazaba con ser muertos por la espada si no lo hacían. La eterna pregunta vuelve una vez más ¿el fin justifica los medios? Estoy convencido que el estudio de Torá es el arma más importante que tiene el pueblo judío en cada generación. El estudio es nuestro hogar en el exilio. Pero el mismo debe ser abrazados desde el amor a Ds, Ahavat Hashem y no por temor al castigo o a las consecuencias. Las espadas del ayer son las amenazas modernas de muchos rabinos que dicen que quien no estudia Torá no tiene un lugar en el Olam Habá (mundo venidero). Debemos fortalecer nuestra fe en nuestro estudio y saber que el aceite que arde en nuestros interiores se nutre de la fuerza de la Torá. Es un fuego que debe arder hasta la eternidad, pero debe ser un fuego libre.

2 comentarios:

  1. Muy bonito el relato bíblico, lástima que no se corresponda con la verdad histórica. Sanjeriv tuvo que volver a Asiria porque los babilonios lo atacaban desde el norte.

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  2. Toda historia es un relato y toda verdad es una perspectiva. El Tanaj, de acuerdo a como yo lo leo, no busca ser un libro de historia antigua sino una re-lectura judía de lo que les tocó vivir! Igual los aportes históricos siempre ayudan para entender mejor los sucesos.
    Shabat Shalom

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