¿Cuáles son los limites del disenso? Sobre este punto, a través de un caso práctico, versará nuestro folio a estudiar. En la antigüedad, en tiempos del Segundo Templo existía el Sanhedrín, un tribunal de 120 ancianos asentados en el Beit Hamikdash, siendo la máxima autoridad religiosa del pueblo judío. En cada provincia o Estado donde vivían los judíos habían pequeños Batei Din (casas de juicio) pero el tribunal supremo, por decirlo de una manera, estaba asentado en el lugar más sagrado de la tierra, según nos relata en esta ocasión el Talmud. Cada Beit Din, en cada ciudad, podía juzgar y determinar la halajá para su ciudad según ellos mejor la entendían. En este sentido se permitía la no-unicidad en la práctica de la ley y su enseñanza. En una ciudad se podía permitir (como actualmente ocurrió) que los rabinos permitiesen que se coma pollo con leche y en otra ciudad no. Dentro de cada ciudad también cada Beit Din podía legislar según su parecer y la halajá (ley) que ellos emitían era totalmente aceptada para su "público". La diversidad tenía y tiene su lugar.
Pero qué pasa si dentro del tribunal de una misma ciudad todos los jueces opinan de una manera mientras que uno opina de otra ¿pueden emitir dos juicios diversos? La respuesta es no. El disenso es permitido siempre y cuando el tribunal pueda emitir una sentencia definitiva y concreta. De un mismo Beit Din no pueden salir dos halajot contradictorias. Una que permita algo y otra que lo prohíba. O por lo menos eso ocurría en los tiempos del Segundo Templo. Si había una disputa al interior de un Beit Din y sus miembros no podían decidir debían ir hacia Ierushalaim a consultarle al máximo tribunal, al Sanhedrín. Si este decretaba a favor de la mayoría entonces el que disentía estaba obligado a enseñar la halajá según el parecer de sus "oponentes". Este juez, quién se oponía y no acataba la voluntad de la mayoría, se lo llama "Zaken Mamre". Este Zaken Mamre está obligado, al volver a su ciudad, a enseñar la Ley según la opinión de la mayoría pero con un detalle. Si él, con fines teóricos, u hoy diríamos académicos, enseña su posición (contraria a la de la mayoría y avalada por el Sanhedrín) este Zaken Mamre no debe ser muerto por Jenek. Sólo debe ser muerto por un Beit Din si enseña como "halajá leMaase" su opinión, solo debe ser sentenciado si enseña su posición para que la gente haga eso como halajá, pero si la expone simplemente como posición no es suceptible de ser acusado de Zaken Mamre. También este hombre puede ser acusado de Zaken Mamre si actúa según su posición en contraposición de la de los sabios. En definitiva uno tiene la posibilidad de pensar diferente, a dar su opinión y a trasmitir sus ideas, pero si el cuerpo de tu comunidad (en este caso los jueces) deciden seguir cierta pauta o ley uno está en la obligación de acatarla. Ese es el limite.
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