Shabat. Reish Lakish enseñaba: un no judío (nojrí) que hacía "Shabat" debía ser condenado a la muerte pero no por un tribunal rabínico sino que por Mano Divina. Incluso si hacía su "shabat" un día que no sea sábado. Si por ejemplo un no judío un día lunes dejaba de hacer las 39 melajot (tareas prohibidas) que los judíos deben abstenerse de hacer durante Shabat, ese no judío merecía la muerte. La Guemará no da un motivo explicito del por qué de esta prohibición sino que simplemente cita un versículo como asmajta, como base para su interpretación. Los comentaristas dan varios motivos: el más interesante a mi gusto es el que da el Meirí quien dice que mediante estas prácticas estos no judíos se iban a asemejar a los judíos y si cualquier judío los veía podía creer que eran judíos y así se acercaría a ellos y los mismos los desviarían a prácticas castigadas y prohibidas por la tradición de Israel.
Torá. Rabi Iojanán enseñaba: un no judío que se ocupa de Torá (de su estudio) merece la muerte ya que está escrito en Devarim 33:4 que la Torá le fue entregada a Moshé como herencia para la comunidad de Iaakov, no para los demás pueblos. Rabi Meir objeta esta posición al decir que él conocía una braita en la cuál se enseñaba que un no judío que se ocupaba de palabras de Torá tenía el mismo caracter sagrado y reverenciado que un Cohen Gadol, que un sumo sacerdote. La Guemará soluciona esta contradicción diciendo que esto es así cuando un nojrí estudia Torá con respecto a las siete mitzvot que debe cumplir. Si estudia cualquier otra sección merecería, según los sabios, la muerte.
Las declaraciones tanto de Reish Lakish como de Rabi Iojanán parecen ser muy fuertes y tajantes. Una lectura moderna y pluralista podría decir incluso que es una locura que roza - o quizás toca - el racismo. Sin embargo podemos pensar que los sabios tratan de prescribir en leyes concretas un principio general "cada cual con lo suyo". Tal como un judío no debe idolatrar a una estatua o no debe estudiar, por ejemplo, libros de idólatras un no judío tampoco debería estudiar (y acá no estamos hablando con fines académicos como en la actualidad, claro está) textos que no le pertenecen. Y asi como los judíos deben evitar ciertas prácticas que le son ajenas, los no judíos no deberían hacerse de prácticas que no les pertenecen. Igual la pregunta, como siempre, queda abierta.
Adam, el vegetariano. Rab enseñaba que al primer hombre no se le permitió comer carne, sólo podía comer lo que crecía de la tierra. Luego con la venida de los Bnei Noaj, 10 generaciones después de Adam, se le permitió a los seres humanos comer carne. Esta Suguiá de la guemará es usada con frecuencia por los que abogan por un "judaísmo ecológico-vegetariano" esgrimiendo que la carne es una concesión a las debilidades humanas ya que en la etapa ideal, en el paraíso del Eden, no estaba permitido comer carne. Rabí Iehuda objetaba esta visión diciendo que sí le era permitido al primer hombre comer carne ya que cuenta un Midrash, muy divertido por cierto, en el cual los angeles le cocinan un asado y le sirven vino a Adam. Si esto fue así, quiere decir que Adam si podía comer carne. Como siempre el Talmud tiene una solución. En el Midrash cuando hablan de carne no hablan de carne animal común sino que hablan de carne que "caía del cielo" y claramente esa carne caída de los cielos (que después discuten si era pura o impura, por supuesto) sí era apta para nutrir a Adam HaRishón.
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