Ayer dejamos un interrogante abierto ¿Qué pena de muerte es más severa? ¿Cómo ordenarlas? ¿Cómo clarificarlas de mayor a menor? El Talmud nos dará algunas respuestas. Vayamos a estudiar.
Skilá (lapidación), nos dicen algunos sabios que es más severa que Sreifá (abrasamiento) ya que esta pena de muerte se le da a quienes difaman el nombre de Ds y a los que cometen idolatría. Siendo estas transgresiones las más severas que uno puede cometer (ya que atentan contra las raíces mismas del judaísmo, como dice el Talmud) su castigo, la Skilá, debería corresponderse también con la pena de muerte más severa. Otros sabios dicen que Sreifá es más severa ya que es el castigo para la hija del Kohen que se prostituye (como veremos en el próximo post). Ya que ella no sólo profana su nombre, incurriendo en prostitución, sino también deshonra a su padre.
Con otros ejemplos prácticos, los sabios nos enseñan que la Skilá es más severa que Héreg (decapitación) y también más severa que Jének (ahorcamiento). Por lo cual queda que Skilá es la más severa de todas las penas de muerte. Con este breve resumen aprendimos que el orden de severidad de las penas de muerte tiene su correlato con el escalafón que pusieron los sabios de las transgresiones. Mientras más severa la transgresión que uno cometa, según el juicio de los sabios, más severa - y dolorosa - será la pena de muerte que reciba por parte del Beit Din.
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