La categoría de puro e impuro están muy presentes en la Biblia, especialmente en el libro de Vaikrá (levítico) donde se narran los sacrificios. La sociedad contemporánea le asigna significados fuertemente peyorativos a lo impuro. Lo puro se lo piensa como lo bueno, lo bello, lo correcto. Mientras que lo impuro es su antónimo: es lo feo, lo sucio, lo incorrecto e incluso lo malo. En la Torá estas categorías, y como son retomadas por los sabios talmúdicos, no tienen estos significados. Lo puro (Tahor) es lo que está susceptible de ser entregado a D-s, como por ejemplo un sacrificio, o la persona en relación a una plegaria. Lo impuro (Tamé) es aquello que "no está en su estado natural", que por alguna cuestión natural o de alguna circunstancia se encuentra alterado. Muchas veces lo impuro tiene relación directa con la muerte, el contacto con un muerto hace a una persona (Tamé) 'impura' por ejemplo. En la antigüedad, cuando el templo de Jerusalem existía, una persona en estado de 'impureza' ritual no podía traer un sacrificio y es por ese motivo que nuestros sabios se interrogan si una persona que se encuentra circunstancialmente impura puede rezar; específicamente si puede leer Torá, hacer la Tefila, hacer el Shema Israel o hablar palabras de Torá.
¿Qué hace a una persona impura? En lineas generales las diversas secreciones corporales y algunas enfermedades. En el caso de nuestra Guemará se habla mayormente del Baal Keri, del hombre que tuvo una eyaculación. Otras cosas que hacen a los hombres o a las mujeres impuras son por ejemplo algún sangrado vaginal ya que puede ser confundido con el periodo menstrual de las mujeres el cual también las impurifica por una semana (la sangre tiene connotación de relación con la muerte, el periodo de las mujeres es, según la teología bíblica, la muerte de vida potencial). Todas estas cuestiones perturban, según los sabios, a los hombres y a las mujeres por lo cual por cierto período están inhabilitados de ciertas tareas. Para poder "purificarse" se enseña que se necesita tevilá, la inmersión en un baño ritual, la mikve.
¿Qué se puede y que no se puede hacer? El Baal Keri no debe decir el Shema Israel y las Berajot las debe decir beHirur (las debe pensar y decir en su corazón). Esto va a estar relacionado a lo que después se enseña que uno no puede hacer bendiciones ni rezar en un lugar "impuro" o poco pulcro. Por ejemplo, en el baño uno no puede rezar ya que no es un lugar limpio. Otro ejemplo: si uno ve un excremento donde está rezando, dice nuestra Guemará, uno se debe mover cuatro codos y alejarse del mismo. Como la persona no puede alejarse de su "impureza" pero tampoco puede decir una bendición porque él, o sea su lugar, no está apto debe decir las bendiciones para adentro.
¿La Torá y las palabras de Torá son susceptibles de impurificarse? Muchos han enseñado que uno de los motivos por los cuales una mujer no puede leer Torá es porque en su periodo, que se repite mensualmente, puede llegar a impurificar la Torá. En nuestra Guemará nuestros sabios enseñan que una mujer que esta indispuesta puede leer de la Torá, de los Profetas y de los Escritos, a su vez puede enseñar Mishná, Halajá y Agada. Pero los hombres que son baalei Keri no pueden hacer ningunas de esas cosas hasta que se "purifiquen". De acá aprendemos que este no es un motivo válido para impedir que las mujeres lean Torá y por otro lado, más importante todavía, que en los tiempos de la Guemará las mujeres ya acostumbraban a leer (porque si no no traerían el caso. Los sabios enseñan que ellos no decretan sobre cosas que no existen) y que por otro lado enseñan, y enseñar es el rol principal del Rab. Rabi Iehuda ben Beteira solía decir que las palabras de Torá no son susceptibles de recibir Tumá (impureza) ya que son como el fuego, y tal como el fuego no recibe impurezas, la Torá tampoco lo hace.
¿El baal Keri necesita Tevilá? ¿Cada vez que un hombre tiene una eyaculación, necesita realizar una inmersión ritual? La respuesta es que no. El sabio Zeiri anuló la necesidad de que un Baal Keri necesite de Tevilá cada vez que eyacula. Pero los sabios no hicieron vox populi esta halajá. La Halajá queda codificada como este sabio, más allá de que no se necesite la inmersión luego de una eyaculación el que la hace "Tavó Alav Brajá", recibe sobre sí bendición.
Excrementos. Rezar debe ser una elevación espiritual y si bien nuestros sabios enseñan que en cualquier casa y en cualquier lugar se puede rezar este no debe ser un lugar "poco agradable" o un lugar con olores, ni un lugar sucio. Quien se dispone a rezar o a hacer el Shema Israel y encuentra "excremento" (u otra cosa semejante) debe alejarse 4 codos (más de 1 metro 60cm). Si una persona hizó ya al tefilá y luego ve que hay excremento debe volver a hacerla desde el comienzo. Estas halajot son importantes para muchos de los que hacemos la tefila en nuestras casas para asegurarnos que estamos lo suficientemente lejos del baño ya que allí es un lugar donde suele haber este tipo de cosas que nos inhabilitan para hacer Tefila.
Shabat Shalom!
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