viernes, 26 de mayo de 2017

Ketuvot 65 - Las mujeres y el vino

¿Pueden las mujeres tomar vino? En el 2017 es extraño hacernos está pregunta porque es casi una obviedad que las mujeres pueden tomar vino, y otras bebidas alcohólicas, tanto como los hombres. Sin embargo hace unos 1700 años la pregunta era valida y su respuesta estaba en duda. Está es la temática central de nuestra Guemará del día. Hemos visto que el hombre debe fijar para su mujer una X cantidad de alimentos semanalmente para su manutención. Los sabios del Talmud, sin embargo, se dan cuenta que dentro de todas las comidas mencionadas en la Mishná no aparece vino, la bebida más popular de aquellos tiempos. Rabí Eleazar nos dice que esto se debe a que "no se debe fijar vino para la mujer". En otras palabras: dentro de los alimentos que semanalmente el hombre le debe dar a la mujer no puede haber vino. El Talmud luego trae una supuesta fuente de está costumbre relacionada con la historia de Janá en la Biblia reinterpretando algunos versículos diciendo que ella comía mientras que era su marido el que bebía. 

La Sugya se sigue desarrollando de forma interesante con argumentos a favor y en contra de que la mujer beba vino. Dentro de los rabinos que tratan de limitar el consumo de vino por parte de las mujeres sobrevuela el argumento que el vino y el consumo de alcohol producen que la mujer pierda el recato y que su apetito sexual aumente lo cual la puede conducir a sostener relaciones sexuales prohibidas. Por este motivo dicen los sabios que una copa de vino es buena para la mujer, ya dos copas la hacen un poco desagradable, con tres comienza a incitar sexualmente de forma verbal y ya con cuatro pierde cualquier tipo de conciencia y de recato y se acuesta con cualquiera. Un sabio sostiene que si el aumento del apetito sexual es el gran problema con el consumo de vino todo se soluciona si ella toma en presencia de su marido ya que puede canalizar su deseo sexual en la santidad del matrimonio. 

Un fenomeno muy interesante del Talmud también aparece ejemplificado en nuestra Sugya. La misma comienza diciendo que no se le debe fijar vino como parte de la manutención para la mujer, sin embargo el Talmud luego nos trae varias historias en las cuales ciertos rabinos decretan que ciertas mujeres (como la esposa de Nakdimon ben Gurion o la esposa de Rav Iosef) deben recibir vino como parte de su manutención semanal. Es decir, hay un principio general pero también hay importantes excepciones. O bien el principio general no es tan respetado como presenta el editor talmúdico. 

Para resumir: los sabios talmúdicos entienden que hay una relación directa entre el (exceso) del consumo de alcohol y la inmoralidad sexual. Miles de años después de que ellos plantearan la preocupación podemos sostener que la misma sigue siendo vigente. Sin embargo como sociedad machista establecen que debería ser la mujer la que se abstenga de tomar alcohol y no tanto el hombre. Como hemos visto, sin embargo, las mujeres igual tomaban vino y exigían que sea parte de su manutención y es por eso que según la Halajá las mujeres pueden exigir recibir vino como parte de su alimento semanal si es costumbre del lugar que las mujeres tomen vino. Creo yo que está discusión talmúdica debe aplicar tanto al hombre como a la mujer, y parafraseando a un dicho en nuestra Guemará del día: una copa de vino es buena para la mujer (y para el hombre) pero cuatro ya es demasiado y conduce a la inmoralidad...

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