lunes, 22 de octubre de 2018

Makot 10 - Para que viva... el asesino.

"41 Entonces apartó Moisés tres ciudades a este lado del Jordán al nacimiento del sol,  42 para que huyese allí el homicida que matase a su prójimo sin intención, sin haber tenido enemistad con él nunca antes; y que huyendo a una de estas ciudades salvase su vida:  43 Beser en el desierto, en tierra de la llanura, para los rubenitas; Ramot en Galaad para los gaditas, y Golán en Basán para los de Manasés." (Deut. 4)

Los rabinos del Talmud leen muy atentamente este pasaje, uno de los dos pasajes bíblicos que hablan sobre los Arei Miklat, ciudades refugios, y enfatizan que estas ciudades deben estar diseñadas para que "viva" el asesino involuntario. ¿Qué significa? Que las mismas no pueden ser un lugar olvidado o inhóspito. Estas ciudades deben estar diseñadas para que aquel que mató a alguien sin intención alguna y por "pura tragedia" imposible de prevenir pueda vivir bien allí. Es por ese motivo que los sabios indican que estas ciudades deben ser lugares a la vera de fuentes de agua, un lugar donde allá comercio y poblados. Allí tampoco se deben vender armas ya que si por algún motivo el Goel Dam, el redentor de la sangre, entra en aquella ciudad no encuentre elementos para matar a quien mató a su familiar. 

La ciudad debe proveer todo para que la persona pueda allí vivir. Esto lleva a los rabinos a decir que si un estudiante de Torá debe exiliarse en una de estas ciudades su rabino debe exiliarse con él ya que su vida es la Torá. Incluso más si es un Rosh Yeshiva el que debe exiliarse toda su Yeshiva debe exiliarse con él para que sus alumnos sigan aprendiendo Torá. Debemos elegir bien a nuestros maestros y estudiantes no sea cosa que terminemos siendo llevados a una ciudad refugio!

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