jueves, 20 de abril de 2017

Ketuvot 60 - La obligación de amamantar

Hemos visto en la última Mishná que una de las obligaciones de la esposa es la de amamantar a los hijos de su marido. Esto dará pie a una larga Sugya sobre ciertas leyes, tradiciones y "saberes populares" sobre el amamantamiento en la época talmúdica. Revisemos alguna de ellas:

1) Obligación tras el divorcio: en el caso de divorcio mientras la madre está amamantando a sus hijos la misma queda obligada a seguir amamantando incluso luego de separarse del marido. Es necesario remarcar este punto ya que todas las otras obligaciones (cocinar, lavar, etc.) caducan en caso de divorcio pero por el "peligro" que corren los bebés de no querer tomar la leche sino es la de su mamá que ya reconocen es que los sabios obligan a las madres a seguir amamantando a sus hijos. Eso sí: en caso de divorcio el hombre debe pagarle a su ex-mujer un sueldo como a cualquier amamantadora que uno puede contratar. 

2) Reconocer a la madre: los sabios discuten cuanto tiempo le lleva al bebé reconocer a su propia madre. Uno dice 30 días, otro 50 y otro tres meses. Sin embargo Rabí Iojanan establece que todas estas son estimaciones sin mucho valor ya que todo depende de cada niño. Según los sabios los bebés desde temprana edad son capaces de reconocer a su madre (algo que hoy los avances tecnológicos lo ratifican). De forma interesante nos dicen que incluso un bebé no-vidente puede reconocer a su madre a través del gusto y del olfato. 

3) ¿Hasta cuando se debe amamantar? El Talmud presenta dos opiniones: hasta los 2 años o hasta entre los 4 o los 5 años. Tosafot aclara que cuatro años si el niño o la niña están sanos y 5 si se encuentran débiles. Al parecer estos eran los tiempos estándares de aquella época. Un mínimo de dos años de amamantamiento y un máximo de 5. Hoy en día en gran parte del mundo occidental, por las exigencias laborales y culturales de la mujer, estos tiempos se han reducido significativamente. Para los amantes de las curiosidades de la Halajá el Talmud aclara que siempre y cuando el bebé tome de forma constante la leche sin una interrupción mayor a la de tres días la leche es 100% kasher, sin embargo si vuelve a tomar de grande o luego de una interrupción mayor a tres días la leche materna se convierte en una inmundicia (Sheketz), por lo cual estaría prohibido tomar de ella según las reglas del Kashrut.

4) La espera para volver a casarse: una mujer que se divorcia o enviuda mientras está amamantando debe esperar al menos 24 meses (desde que su hijo o hija naciera) para volver a casarse. La lógica detrás de esta reglamentación es que si la mujer vuelve a quedar embarazada los sabios tenían el miedo de que la misma no pueda producir abundante leche para ambos bebés. Y en este mismo sentido los sabios dicen que una mujer que está amamantando a su hijo no debe amamantar también al hijo de una amiga ya que según la sabiduría popular de aquella época la mujer no tendría leche suficiente para ambos. 

5) Buenas comidas y malas comidas: Incluso en nuestros días la sabiduría popular nos dice que hay ciertas comidas que son beneficiosas para la producción y el sabor de la leche y otras que son maliciosas. Si bien no hay estudios científicos que corroboren a ciencia cierta esta idea, está es una noción muy extendida y muy presente. Los sabios hace 1700 años opinaban de la misma forma. Ciertas comidas son buenas y otras son malas. Perimatanme compartir tan solo algunos de los ejemplos estrafalarios que nos trae el Talmud: si una mujer toma vino y come carne durante el embarazo tendrá hijos saludables, si come apio tendrá hijos hermosos, si come pescado tendrá hijos agradecidos y si uno come etrogim (el cítrico de Sukot) tendrá hijos con buen aroma. 

Mitos, realidades, opiniones, sabiduría popular, ciencia... todo en un solo lugar. 

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