viernes, 23 de noviembre de 2018

Makot 24 - ¿Cuántos son los mandamientos?

Todo judío sabe, o debería saber, que hay 613 mandamientos (Mitzvot)... sin embargo ¿De dónde sale este número? La Torá en ningún lugar afirma la cantidad de mandamientos que contiene. Ningún profeta enumeró los mandamientos. Incluso en la época de la Mishná ninguno de los grandes sabios nos anunció cuantos son los mandamientos que Dios dispuso que debemos cumplir. No fue sino hasta  los tiempos de Rabí Simlai (Siglo III d.e.c, Tierra de Israel) en la cual este sabio y predicador dijera en alguna de sus homilías que el número de mandamientos es de 613, a su vez subdivididas en 365 mandamientos negativos (como los días del año solar, aunque recordamos que los rabinos tenían un calendario luna-solar de 354 días pero para homilías al parecer hacían uso de cualquier calendario) y 248 positivas (como los huesos del cuerpo humano... técnicamente hay unos 206 huesos en el cuerpo humano pero porque los queremos y no sabemos exactamente como contaban se las dejamos pasar). Sabios posteriores dirán que debemos entonces servir a Dios cumpliendo sus mandamientos con todo nuestro cuerpo todos los días del año! Y todo esto aquí aparece en nuestro Daf del día cerrando el tratado de Makot ya que la última parte de la última Mishná nos dice que Dios quiso hacer meritorio al pueblo de Israel y por eso multiplicó para ellos la cantidad de mandamientos... ¡Y cuanto los multiplicó que llegamos a 613! 

Rabi Simlai sin embargo continúa su predica enseñando que si bien son 613 mandamientos estos son muchos y que necesitamos principios generales ya que es imposible poder recordar todos los mandamientos. Es por eso, sugiere él, que en cada generación diversos sabios y profetas "redujeron" el número de mandamientos o por lo menos los agruparon a todos los mandamientos en algunos principios éticos (justicia, amor, rectitud, misericordia, fe, etc.) generales. El rey David por ejemplo los redujo a 11 principios, Isaías a 6, Miqueas a 3, nuevamente Isaías a 2, y luego los profetas Habakuk y Amos en tan solo uno. Habakuk por ejemplo dijo: "el justo por su fe vivirá" comprendiendo que tan solo siguiendo ese mandamiento se pueden deducir los otros 612 ya que la fe es la base de toda la Torá... o como explica el Ritvá ya que quien cumple tan solo un mandamiento se lo considera como si cumpliese toda la Torá. 

Y así concluimos el tratado talmúdico de Makot. 

Hadran Alaj Elu HaLokin veSalika La Masejet Makt!

jueves, 22 de noviembre de 2018

Makot 23 - ¿Cómo se azota?

Ya hemos visto todas las transgresiones que conllevan el castigo de Makot (azotes). Ya hemos visto que son 39 latigazos y no 40 como establece la Torá. Ahora al final del tratado de Makot la Mishná y luego la Guemará en mayor detalle nos explicarán como era todo el procedimiento de las Makot. El mismo es descripto con sumo detalle y es un tanto morboso o sanguinario por ende si sos sensible saltéate este post... empecemos. 

Al transgresor se lo ataba con dos manos a un poste. El líder de la congregación (Jazan HaKneset, no el que canta en nuestras sinagogas hoy...) lo desvestía hasta que se le vea el pecho. Allí se paraba detrás de él sobre una piedra y con un látigo con "cuatro" extremos hecho de la piel de terneros y burros (por un versículo de Isaías 1:3 según el Talmud) se lo azotaba. El transgresor debía estar reclinado, ni parado ni sentado, y quien lo golpeaba lo hacía una vez en la parte delantera del pecho y dos en la espalda. Mientras lo azotaba los jueces repetían tres versículos bíblicos que hablaban sobre el cumplimiento de los preceptos y la misericordia de Dios (siendo el último de los versículos luego de cada tanda de tres el que hasta el día de hoy utilizamos para abrir la plegaria vespertina, Salmos 78:38). El más importante de los jueces recitaba aquellos versículos, el segundo contaba la cantidad de azotes y el tercero le gritaba al líder de la congregación "golpeadlo". Este era el procedimiento. Los sabios trataban de ser muy meticulosos para que el transgresor no muera como consecuencia del castigo por lo cual evaluaban su aptitud física, como ya dijimos, antes de recibir los azotes. Quien lo golpeaba si le daba la cantidad de latigazos estipulaba e igual el transgresor fallecía no era culpable sin embargo si se excedía este debía exiliarse a una de las ciudades refugio. La Mishná plantea que más allá del desgaste físico y el estar "cercano a la muerte" o la perdida de conciencia otro motivo para parar los latigazos era si el transgresor se orinaba o defecaba al ya no poder contenerse. 

Antes de concluir vale la pena recordar que los castigos dispuestos por la Torá y expandidos por los Rabinos no han sido utilizados (excepto en casos muy marginales) en la tradición judía por lo menos en los últimos 1900 años... 

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Makot 22 - ¿39 o 40?

¿Cuántos latigazos (Makot) debe recibir quien transgredió alguno de los mandamientos bíblicos que conllevan este castigo? Según la Torá (Deut. 25:3) 40 son los azotes permitidos, "no más". Sin embargo los sabios descontarán uno. La Mishná nos dice que se deben dar "cuarenta azotes menos uno", es decir máximo 39. El porqué hacen esta reducción no queda claro. La Mishná nos dice que es porque en la Torá se dice "BeMispar Arvaim" (con el número cuarenta) y ellos interpretan que es un número cercano, y no exactamente cuarenta, y como la Torá dice que no se pueden más que cuarenta entonces de aquí deducen que son 39. El Talmud es más honesto, creo yo, y simplemente nos dice que esto demuestra el poder de los sabios quienes tienen la capacidad de reducir un castigo bíblico substrayendo un latigazo de los cuarenta que plantea la Torá. El Ritvá explica que simplemente los sabios tenían una Masoret (tradición oral) que los Makot eran 39 y no 40 y todos los versículos bíblicos que utilizan para sustentar sus argumentos no son más que asmajtot (apoyaturas textuales) pero que lo importante era aquella tradición oral. El Rambam sin embargo considera que originalmente eran 40 pero que los sabios redujeron a 39 por si por las dudas lo golpeaban una vez más no trasgredir así el principio bíblico que dice 40 "y no más".

La Mishná luego nos enseña que una persona antes de ser azotada se la debe evaluar calculando cuantos latigazos podrá recibir para que no muera. Si un "médico" dice que puede recibir, digamos unos 20, entonces se le deben dar 18 latigazos ya que siempre tienen que poder ser divisibles por tres (3x6=18) ya que se golpeaba a los transgresores con conjuntos de tres latigazos. Como veremos en el próximo Daf del día para los sabios era importante enfatizar que este debía ser un castigo físico para evitar que la gente continúe transgrediendo pero este castigo debía tener límites y nunca debía llevar a la muerte. Es por eso que se evaluaba a la persona para saber cuantos golpes su cuerpo podría soportar. 

martes, 20 de noviembre de 2018

Makot 21 - Los Tatuajes

En la Torá, dentro del código de Santidad (Parashat Kedoshim), aparece el siguiente versículo: "Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Adonai." (Lev. 19:28). En el contexto particular de como debe un israelita obrar en el caso de la muerte de un allegado, no siguiendo practicas paganas ni haciendo señales de duelo extremos, se nos dice que dentro de las prohibiciones se encuentra "ni imprimiréis en vosotros señal alguna". La forma tradicional de comprender este versículo es simplemente: "no te tatuarás". La prohibición general de la tradición judía sobre los tatuajes surge entonces de este versículo sin embargo en la tradición rabínica se lo quita de su contexto relacionado con el duelo y se enfatiza que la prohibición en general. Y como hacerse un tatuaje lleva consigo el castigo de Makot (latigazos) es que encontramos una mayor descripción sobre esta transgresión en nuestro folio del día. 

La Mishná por un lado nos dice que la transgresión del tatuaje solo se produce si uno Katav (escribe) y Kikea (perfora). Es decir que para transgredir el mandamiento de "no te tatuarás" uno debe primero escribir algo sobre su piel y luego, como explica Rashí, perforar aquellas lineas con un punzón o algo para que el mismo quede "impreso" en la piel. En la edad media algunos rabinos (ej: Rabeinu Ieonatan) sugirieron que la única prohibición bíblica es tatuarse una palabra ya que la Torá dice "no se escribirán" sin embargo la mayoría de los sabios sugiere que es cualquier símbolo o dibujo más allá de que no sea una palabra. La Mishná luego aclara que el tatuaje, la perforación, debe dejar una marca y Rashí agrega que esta debe ser "eterna". Es decir solo están prohibidos los tatuajes permanentes y no aquellos que con el tiempo se borran o desaparecen. Por último hay un debate entre la Mishná y la Guemará sobre una posición minoritaria dentro de los sabios que sugiere que solamente estarían prohibidos los tatuajes que incluyan en nombre de Hashem (Rabi Shimon ben Iehuda) o el nombre de una deidad pagana (Bar Kapara). Esta discusión se basa en una interpretación de las últimas dos palabras del versículo "Yo Adonai". Según Rabí Shimon ben Iehuda estas dos palabras vienen a enseñarnos que los únicos tatuajes bíblicamente prohibidos son aquellos en los cuales uno se tatúa el nombre de Dios, mientras que Bar Kapara lo entiende al revés y dice que la prohibición estrictamente hablando es escribirse el nombre de un Dios pagano, como luego Maimonides explica que era la costumbre tatuarse en el mundo idolatra el nombre de su deidad en el cuerpo como señal de fidelidad. 

Más allá de los detalles "técnicos" y "filosóficos" halájicamente hablando hoy en día todos los tatuajes permanentes están prohibidos. Aunque vale la pena mencionar que el castigo de los Makot no se aplica hace 2000 años y que es un mito que si sos judío no te entierran en un cementerio si tenes un tatuaje. ¡Tatuajes no habría que hacerse pero si ya lo tenes no te preocupes, te van a enterrar en el cementerio! 

jueves, 15 de noviembre de 2018

Makot 20 - Los cortes de pelo y de la barba

En una nueva Mishná aparecen otras transgresiones que conllevan el castigo de Makot. Si alguien transgrede alguna de los mandamientos mencionados en el siguiente versículo recibe según la Mishná 39 latigazos: "No harán tonsura en su cabeza, ni raerán la punta de su barba, ni en su carne harán rasguños." (Lev. 21:5) Este versículo esta en el contexto de como debe actuar un Cohen (Sacerdote) cuando un familiar cercano muere. Por su posición social no deben hacer ninguna de estas cosas que en la antigüedad, al parecer, otras personas hacían como señal de duelo. Esta Mishná le permite a la Guemará explicar en detalle como se "transgrede" cada uno de estos tres mandamientos:

1. HaKoreaj Korja BeRosho: Esta prohibido arrancarse los pelos de la cabeza como señal de duelo. 
2. HaMakif Peat Rosho: Esta prohibido cortarse el pelo de tal forma que quede el mismo quede en forma circular.
3. HaMashjit Peat Z´kano: Esta prohibido afeitarse la barba con una navaja (Taar), no así con una tijera. Desde los tiempos de los rabinos este mandamiento no esta asociado con el duelo sino que en términos generales esta prohibido cortarse la barba con una navaja que corte el pelo de raíz, con una maquina de afeitar (estilo rastrillo) o con una tijera esta permitido. 

martes, 13 de noviembre de 2018

Makot 17: Sobre alimentos, sacrificios y azotes.



En una nueva Mishná aparecen otras varias transgresiones cuyo castigo es Makot, o como dicen los sabios “Loke Arvaim” (lit. es golpeado con cuarenta azotes). Todas estas transgresiones tienen algo en común: involucran alimentos. Veamos algunos ejemplos y de paso aprendamos ciertas leyes bíblicas que involucran a algunos alimentos:

1)   Bikurim (Primicias): Una vez al año los israelitas debían entregar parte de sus primicias al Santuario como una ofrenda. Si alguno comía de aquellas primicias antes de la declaración oficial (o como sugiere el Talmud antes de depositarlas en la canasta) uno era castigado con los azotes.
2)   Kadshei Kodashim (Sumamente sagrado): Había ciertos alimentos, especialmente carnes, cuyo estatus era “sumamente sagrado” y que los mismos solo debían ser comidos por los sacerdotes en las inmediaciones del Templo de Jerusalén. Cualquiera que comiese aquellos alimentos fuera del Templo recibía azotes.
3)   Kadshei Kalim y Maaser Sheni (alimentos sagrados ligeros y el segundo diezmo): Existían también otros alimentos semi-consagrados y los alimentos consagrados como parte del diezmo para el Templo o los sacerdotes que solo se debían comer dentro de las inmediaciones de las murallas de Jerusalén, si se comían afuera… ya saben como sigue la historia.
4)   Etzem BaPesaj (el hueso del sacrificio pascual): La Torá prohibe romper un hueso del sacrificio pascual si uno lo rompía… ya se imaginan cual es el castigo.

El Talmud agrega luego otras transgresiones que también involucran alimentos y sacrificios cuyo castigo son los cuarenta azotes:

5)   Toda u Shelamim Lifnei HaZerika: Si se realizaba un sacrificio de agradecimiento y de paz antes de la asperción de la sangre en el altar.
6)   Leejol min HaBejor Jutz Miierushalaim: Si un sacerdote comía aunque sea una pequeña porción del primogenito fuera de Jerusalén.
7)   Leejol Min Haolá: Quien comiese aunque sea una pequeña porción del sacrificio de Olá (Holocausto) que debía ser integramente quemado en el altar.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Makot 16 - Lo Taase + Kum veAse

El Talmud sigue detallando por que transgresiones uno es susceptible de recibir Makot (Latigazos) y por cuales no. Los criterios no son claros. Muchas veces los principios generales que son traídos para la aplicación de este castigo son luego refutados o se presentan bien varias excepciones. Uno de los principios generales enunciados es el que quiero tratar de explicar en el post de hoy. Dice el Talmud: "Kol Mitzvat Lo Taase, She Iesh Ba Kum VeAse ein Jaiabim Alea - Toda transgresión de un mandamiento negativo que puede ser solucionado con un mandamiento positivo uno no debe recibir latigazos por la misma". Permítanme explicar. Los mandamientos bíblicos pueden ser divididos en dos categorías "Lo Taase" (negativos) y "Taase" (positivos). Los primeros son los "no harás tal cosa" y los segundos "harás tal cosa". Los primeros mandamientos van por la vía negativa y otros por la vía positiva. Ahora bien hay ciertos mandamientos "Lo Taase" que son taxativos y que no hay "reparación" algunas. Por ejemplo: "No asesinarás", si uno asesina a otra persona no hay forma de "volver a atrás" y es por eso que el asesino debe ser castigado con todo el peso de la ley y sin atenuantes. Sin embargo hay otros mandamientos "Lo Taase" que la misma Torá presenta una solución por la positiva (Kum veAse) en el caso que uno llegase a transgredir aquel precepto. Veamos algunos ejemplos: 

(1) Según la Torá (Deut. 22:6) uno debe espantar a la madre que esta empollando para tomar a los huevos. Si uno transgrede este mandamiento negativo y toma a los huevos mientras la madre esta presente el castigo debería ser que esta persona reciba los Makot pero los mismos no son aplicados ya que la persona tiene la posibilidad de acercarse nuevamente al nido y espantar a la madre, es decir la misma persona que transgredió puede a través de un acción "corregir su error".

(2) Otro mandamiento de la Torá es que un violador debe casarse con su víctima (la racionalidad para este mandamiento es motivo de otro post pero creanme aunque parezca perverso tiene su lógica interna). Ahora bien si el hombre luego de casarse con su víctima se divorcia esta transgrediendo un mandamiento "Lo Taase" pero si vuelve a tomarla como esposa puede así reponer su error a través de un "Kum veAse" y así queda exceptuado de recibir el castigo de Makot que originalmente se merecía. 

(3) La Torá claramente prohibe también robar. Si uno roba el castigo correspondiente es nuevamente Makot sin embargo uno no recibe aquel castigo ya que puede devolver lo robado (o si no lo posee el equivalente monetario) a través de un acto de "Kum veAse", reparando así su transgresión. 

Creo que con estos ejemplos queda claro el planteo talmúdico. Más allá de las particularidades creo que es importante tomar el principio general y aplicarlo nosotros también en nuestros hogares, instituciones y sociedades; ciertos castigos que le corresponderían a una persona por cierta transgresión pueden quedar anulados y sin efecto si tan solo quien cometió la transgresión encuentra la forma de recomponer o resarcir aquel daño inflingido. Los sabios entienden que el castigo, en este caso físico, es innecesario cuando existen la posibilidad de reparación. 

jueves, 25 de octubre de 2018

Makot 13 - Estos son los "latigados"

En nuestra página del día hacemos la transición entre el segundo y tercer capítulo del tratado de Makot. Ya dejamos atrás al castigo de "Estos son los exiliados" y ahora damos comienzo a un nuevo capítulo cuyo titulo es "Estos son los latigados". Sé que no existe en español el término "latigado" pero me permito esta licencia literaria y neologismo para seguir la estructura talmúdica. Este capitulo es una continuación de la larga lista que comenzó allá en el tratado de Sanedrín, el cual Makot es una mera continuación, de los diferentes castigos para las diferentes transgresiones. Allá por Sanedrín en varios capítulos vimos "Elu Hen HaNeargim" (estos son los muertos por el tribunal rabínico), luego en el capítulo pasado vimos "Elu Hen HaGolim (estos son los que deben exiliarse). Aparte de estos dos castigos: la pena de muerte y el exilio la Torá estipula también un castigo físico (40 latigazos, reducidos a 39 por las autoridades rabínicas) para ciertos transgresores y "malvados"(Deut. 25:1-4). Qué infracciones conllevan la pena de Malkot (golpes, es decir latigazos) no queda claro en la Torá y es por eso que los rabinos dan una lista extensa y principios generales para determinar que transgresiones conllevan este castigo en particular. 

Según la lista en nuestra primera Mishná varias transgresiones de incesto, uniones matrimoniales prohibidas e ingestas de comidas prohibidas conllevan el castigo de Malkot. Por ejemplo, tener relaciones con una hermana, comer harinas leudadas en Pesaj o comer durante Yom Kippur eran castigadas con latigazos. El Talmud tiene un problema con esta lista y no comprende el criterio utilizado para determinar que transgresiones conllevan esta pena y cuales no ya que según un principio general talmúdico cada transgresión conlleva un castigo y no dos y muchos ítems en esta lista aparte de recibir Malkot llevan también aparejado el castigo de Karet (ostracismo, bíblicamente hablando o "muerte por el tribunal celestial" según lo entienden los rabinos). El Talmud dice que esta lista se basa en el razonamiento de Rabí Akiva que consideraba que las transgresiones cuya pena es Karet también pueden recibir antes los Malkot, no así las transgresiones cuyo castigo es la pena capital. Seguiremos en los próximos días ahondando en este asunto. 

miércoles, 24 de octubre de 2018

Makot 12 - Un asesinato dentro de la ciudad de refugio

Al Talmud le gusta ir a los detalles. A los sabios le gusta analizar todas las posibilidades y poner a prueba todas las hipótesis. Cabe mencionar que para la época de la Mishná y el Talmud ya las ciudades de refugio (si alguna vez funcionaron, algo de lo que no tenemos evidencias históricas ni arqueológicas) habían dejado de existir tiempo atrás. Todos los debates y argumentaciones son entonces meramente teóricos. Dentro de los detalles que los rabinos expanden y que no son presentados en la Torá en relación a las leyes de las ciudades refugio esta ¿Qué sucede cuando un asesino involuntario una vez que encontró refugio en una de las ciudades de refugio comete otro asesinato involuntario dentro de la ciudad? ¿Qué debe hacer? ¿A dónde se debe ir? La Mishná lo resuelve pragmáticamente: se debe mudar de un barrio a otro dentro de la misma ciudad de refugio. Debe hacer un exilio dentro del exilio. ¿Y qué pasa si el que asesinó involuntariamente es un Levi? Cabe recordar antes de responder a esta pregunta que las ciudades de los levitas servían también como ciudades refugio aparte de las seis ciudades específicamente destinadas para tal fin. Es más el Talmud nos dice que durante los cuarenta años del desierto, antes de que se construyan estas ciudades de refugio, si durante la travesía alguien asesinaba a otra persona sin intención debía exiliarse en el campamento de los levitas. Volvamos, sin embargo, a la pregunta ¿Dónde se exilia un levita que mató sin intención a alguien en su ciudad? Fácil: Se debe ir a otra ciudad levita. Como verán los rabinos tenían respuesta para (casi) todo. 

martes, 23 de octubre de 2018

Makot 11 - Hasta la muerte del Sumo Sacerdote

"y morará en ella hasta que muera el sumo sacerdote" (Núm 35:25). 

Según la Torá el asesino involuntario debe refugiarse, y según el Talmud exiliarse, en las ciudades refugio y debe vivir allí hasta "que muera el sumo sacerdote". Esta expresión similar a la de "cada muerte de obispo" significa que el asesino involuntario vivirá allí un tiempo extendido y solo podrá salir cuando muere, después de muchos años (en la mayoría de los casos), el sumo sacerdote. ¿Por qué esperar hasta ese momento? Quizás esta era una expresión para enfatizar un largo periodo de tiempo donde por un lado "bíblicamente" hablando el redentor de la sangre ya se olvidaría del incidente y sería seguro para el asesino involuntario salir o bien "rabínicamente" hablando el castigo del exilio llegó a su fin y el asesino involuntario puede recuperar su vida. 

La Mishná y el Talmud discuten también algunos detalles de quien es este sumo sacerdote. Dicen que este era o bien el Kohen Mashuaj (el ungido con aceite como era la costumbre en los tiempos del primer Templo) o bien el Kohen HaMeruve Bibegadim (el que utilizaba las ocho prendas sacerdotales sin ser ungido como era la costumbre durante los tiempos del segundo Templo). Como a los sabios también le gusta trabajar con la casuísticas y analizar cada detalle y posibilidad se preguntan que pasa si mientras se esta dirimiendo el juicio del asesino involuntario muere el sumo sacerdote. Depende el momento exacto en el cual esto suceda o bien el asesino involuntario puede salir inmediatamente o bien debe esperar a que muera el nuevo sumo sacerdote que será asignado.

Por último cabe mencionar que la Mishná nos indica el énfasis que según los rabinos tenía la noción de que el asesino involuntario debía vivir en esta ciudad refugio. Según la Mishná el asesino involuntario no podía salir por ninguna razón de allí. Ninguna. Incluso, dicen, aunque todo el pueblo de Israel lo necesitase este no podía salir de allí. Así dice incluso la Mishná: "Allí vivirá, allí morirá, allí será su tumba". 

lunes, 22 de octubre de 2018

Makot 10 - Para que viva... el asesino.

"41 Entonces apartó Moisés tres ciudades a este lado del Jordán al nacimiento del sol,  42 para que huyese allí el homicida que matase a su prójimo sin intención, sin haber tenido enemistad con él nunca antes; y que huyendo a una de estas ciudades salvase su vida:  43 Beser en el desierto, en tierra de la llanura, para los rubenitas; Ramot en Galaad para los gaditas, y Golán en Basán para los de Manasés." (Deut. 4)

Los rabinos del Talmud leen muy atentamente este pasaje, uno de los dos pasajes bíblicos que hablan sobre los Arei Miklat, ciudades refugios, y enfatizan que estas ciudades deben estar diseñadas para que "viva" el asesino involuntario. ¿Qué significa? Que las mismas no pueden ser un lugar olvidado o inhóspito. Estas ciudades deben estar diseñadas para que aquel que mató a alguien sin intención alguna y por "pura tragedia" imposible de prevenir pueda vivir bien allí. Es por ese motivo que los sabios indican que estas ciudades deben ser lugares a la vera de fuentes de agua, un lugar donde allá comercio y poblados. Allí tampoco se deben vender armas ya que si por algún motivo el Goel Dam, el redentor de la sangre, entra en aquella ciudad no encuentre elementos para matar a quien mató a su familiar. 

La ciudad debe proveer todo para que la persona pueda allí vivir. Esto lleva a los rabinos a decir que si un estudiante de Torá debe exiliarse en una de estas ciudades su rabino debe exiliarse con él ya que su vida es la Torá. Incluso más si es un Rosh Yeshiva el que debe exiliarse toda su Yeshiva debe exiliarse con él para que sus alumnos sigan aprendiendo Torá. Debemos elegir bien a nuestros maestros y estudiantes no sea cosa que terminemos siendo llevados a una ciudad refugio!

viernes, 19 de octubre de 2018

Makot 9 - Las seis ciudades de refugio

Según la Torá (Núm. 35:14) debían haber seis ciudades de refugio (Arei Miklat) para que se escapasen allí aquellas personas que asesinaron a una persona por accidente y sin intención alguna. Estos Arei Miklat funcionaban como protección pero también eran parte del castigo ya que según el pensamiento rabínico "el ser humano es siempre responsable". En nuestra quemará los sabios nos describen un poco más como se "imaginaban" las ciudades de refugio. Según ellos estas seis ciudades, tres en trans jordania y tres en la tierra de Canaan (Israel), estaban enfrentadas una a la otra, a la misma distancia y a la misma altura. Las primeras tres ciudades fueron dispuestas por Moshé y las otras tres por Ioshua luego de la conquista. Las mismas empezaron a funcionar únicamente cuando las seis ya estaban dispuestas. La Mishná también nos dicen que habían caminos que conducían a cada una de estas ciudades refugio y carteles que indicaban el camino.  Estas ciudades de refugio también se debían disponer ni en ciudades muy grandes ni en ciudades muy pequeñas sino en ciudades de tamaño intermedio teniendo en cuenta siempre que allí debía haber una fuente natural de agua y mercados. También se cuenta que dos sabios acompañaban al asesino involuntario desde donde ocurrió la tragedia hasta la ciudad de refugio más cercana para evitar que en el camino lo encuentre el redentor de la sangre (aquel familiar directo de la víctima que podía matarlo por haberle quitado la vida a su pariente) para indicarle que no lo debe matar.

jueves, 18 de octubre de 2018

Makot 8 - Categorías de asesinos

 En nuestra Guemará del día aparecen distintas categorías de asesinos y sus respectivos castigos.

HaMitkaven LaHarog: “El que se dispuso a matar” a una persona pero termino matando a otra persona. Un ejemplo, alguien quería matar a ploni pero finalmente por accidente mató a almoni. ¿Qué se hace con este asesino intencional pero que asesinó a alguien que no quería asesinar? ¿Su estatus es el de un asesino intencional o el de un asesino no intencional? Según la tradición rabínica no se lo puede ni castigar con la muerte a manos de un tribunal ni con el exilio a las ciudades de refugio. Es por eso que los rabinos crean una tercera categoría cuyo castigo no se encuentra en la Biblia y es la Kipá. La Kipá era una pequeña carcel donde se metía a estas personas que cometieron una transgresión pero que legalmente la ley no permitia que sean castigados con la pena de muerte y entones se los hacía ingresar a ese pequeño lugar y se les daba de comer algo hasta que esto les produzca la muerte. Es decir “lo mataban” pero indirectamente ya que no tenían el poder legal para aplicarle las penas de muerte mencionadas en la Torá. HaMitkaven LaHarog, a la Kipá (aislamiento/confinamiento).


HaOreg Bishgaga: “El que mata sin intención”. Si una persona mata a otra sin intención y por “error absoluto”, sin malicia, sin predeterminación y por mera fatalidad esta persona debe exiliarse en las ciudades de refugio. Esta a la vez es su castigo (irse de su lugar de origen) pero a la vez su salvación (ya que allí no lo pueden ajusticiar a él). HaOreg Bishgaga, al Ir HaMiklat (refugio).

HaOreg BeMezid: "El que mata con intención". Si una persona mato intencionalmente a alguien de forma premeditada y aquella persona muere de forma inmediata el castigo que le corresponde, bíblicamente y rabínica mente hablando (aunque hace 2000 años no se aplica prácticmanente), a esta persona es la pena de muerte.   HaOreg BeMezid, Din Mavet (pena de muerte).

martes, 16 de octubre de 2018

Makot 7 - Los asesinos involuntarios

Vuelvo después de varias semanas de inactividad a intentar escribir unas líneas de cada folio talmúdico que voy estudiando. Estamos comenzando ahora el segundo capítulo del tratado de Makot. El título de este capítulo es "Elo Hen HaGolin" (Estos son los que se exilian). Este capítulo explicará en detalle quienes deben exiliarse a los Area Miklat (Ciudades de refugio) dispuestos a lo largo y a lo ancho de la Tierra de Israel para que residan allí los asesinos involuntarios. Según la Torá si una persona mata intencionalmente el castigo para la misma debe ser la pena de muerte. Sin embargo si alguien mata sin intención "por accidente" la persona debe obligatoriamente escaparse a estas ciudades de refugio para que el Goel HaDam (el redentor de la sangre), es decir el pariente más próximo del asesinado, no lo mate. En estas ciudades el asesino involuntario viviría seguro. 

En la primera Mishná, un tanto compleja, se nos dan tres ejemplos de tres tipos de "asesinos involuntarios" que deben sí o sí exiliarse a los Area Mikltat. Estos son los que de alguna forma están haciendo un trabajo en las alturas y su instrumento de trabajo, una soga con un objeto o ellos mismos se caen sobre un transeúnte. Si el transeúnte muere ellos son considerados como asesinos involuntarios ya que no tuvieron "culpa alguna" sino que estaban realizando una tarea normal, de la forma tradicional de hacerlo, y fue simplemente una tragedia que justo se haya soltado la soga o roto la escalera y que un transeúnte que justo pasaba murió por el impacto. La Torá, de alguna manera, nos dice que hay lamentablemente accidentes y tragedias que no se pueden evitar, sin embargo la persona que mato aunque sea sin ninguna intención y habiendo tomado todas las precauciones posibles debe exiliarse para protegerse, y es por eso que este asesino involuntario puede encontrar refugio en los Arei Miklat. Estos son los accidentes denominados Bishgaga Gmurá: "Totalmente involuntarios". Otra será la normativa halájica en los casos que el accidente podría haber sido de alguna forma evitado y hubo, aún sin intención, negligencia por parte del asesino involuntario. Analizaremos estos casos en los próximos posteos. 

viernes, 14 de septiembre de 2018

Makot 6 - Asociación para la Mitzvá y para la Averá

Al final del folio 5b Rabí Akiva nos enseña una maravillosa lección. Según la Torá para que los testimonios se sostengan en el juicio deben ser pronunciados por por lo menos dos testigos. El testimonio de un testigo, para casos de Dinei Nefashot (donde puede haber un castigo corporal) no es válido pero sí puede llegar a ser valido para casos de Dinei Mamonot (juicios económicos). Ahora bien la Torá plantea que el testimonio debe ser de "dos o tres" testigos (Deut. 17:6). Los sabios en la Mishná no se ponen de acuerdo para que la Torá agregó el "tres" ¿qué viene a agregar esta situación? Rabí Akiva extrae de aquí una importante moral. Él sostiene que técnicamente hablando el testimonio del tercer falso testigo es superfluo, que con el testimonio de los primeros dos alcanzaba, sin embargo este tercero porque se "asoció" con transgresores también debe ser castigado. Según él su testimonio incluso no es tenido en cuenta pero porque se junto con aquellos también merece ser castigado. En el mismo sentido, enseña él: "Las escrituras castigan al que se asocia con los transgresores como si fueran verdaderamente transgresores, y mucho más entonces premia a los que se asocian con los que hacen Mitzvot como si fueran hacedores de Mitzvot". En otras palabras los que nos quiere decir Rabí Akiva es que si nos juntamos con malhechores por más que no hagamos "técnicamente" nada también somos culpables y debemos recibir un castigo y su opuesto también es válido: si nos juntamos con personas que cumplen mitzvot y que hacen el bien, aunque técnicamente nuestra presencia es superflua, también recibiremos una recompensa por nuestra "mera presencia". Una idea interesante. 

jueves, 13 de septiembre de 2018

Makot 5 - El dinero se reparte, el castigo físico no.

La Mishná y su Guemará nos siguen trayendo numerosos detalles de los Edim Zomemim (falsos testigos) cuando estos se vuelven técnicamente testigos falsos y como debe ser su castigo. Ya hemos dicho que según la Torá los Edim Zomemim deben ser castigados con el mismo castigo que su testimonio le iba a ocasionar al damnificado. Tres son en términos generales sus posibles castigos: retribución monetaria, golpes (Malkot), y muerte (Din Mavet). También es claro que mínimamente se necesitan dos testigos para que estos se conviertan en Edim Zomemim. Ahora bien si estos testificaron falsamente acusando al prójimo de deberle plata a otra persona cuando tengan que retribuir al damnificado económicamente ¿cada uno deberá hacerlo por el total del dinero o se lo repartirán 50% y 50%? Para poner un ejemplo si acusaron falsamente que alguien le debía a otra persona 100 dólares. Ahora ¿cada uno debe retribuirle con 100 dólares o 50 cada uno? Según la idea general de los sabios es que en temas económicos se deben dividir entre los Edim Zomemim la compensación (es decir cada uno debe dar la mitad o un tercio en caso de que sean tres y así subsecuentemente), sin embargo si el castigo son latigazos (Malkot) estos no se dividen entre los dos sino que cada uno recibe cuarenta (menos uno). La Guemará nos enseña el por que de esta diferencia. Según la lógica de los sabios tal como la aplicación de la muerte no puede ser por la mitad, el castigo corporal tampoco puede ser por la mitad (técnicamente los sabios lo aprenden ya que en ambos contextos esta escrito la palabra Rashá-Malvado). En otras palabras: el dinero se reparte, el castigo físico no. 

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Makot 4 - Un castigo, no dos.

Hemos visto que según la legislación bíblica los "falsos testigos" (Edim Zomemim) deben ser castigados ellos mismos con el mismo castigo que su falso testimonio le iba a causar a un inocente. Ese debe ser su castigo, en criollo: "se les debe devolver con la misma moneda". Sin embargo hay casos en los cuales los sabios concluyen que también se los debe castigar con Malkot ("latigazos correctivos") por su mal accionar. Ahora bien la Mishná trae el siguiente caso: Si un falso testigo acuso a otro de deberle a un tercero 200 zuz ¿Cuál debe ser su castigo? Según Rabí Meir su castigo debe ser pagar esos 200 zuz pero también recibir los Malkot. La mayoría de los sabios disiente y presentan el siguiente principio: "Kol HaMeshalem Eino Loke" - "Todo aquel que paga no debe ser golpeado". Es decir: con el primer castigo basta, ya pagó su transgresión y no necesita un castigo extra físico. Esta noción vuelve a encontrarse en el Talmud los cuales interpretan el pasaje bíblico que habla sobre que uno es castigado por "su maldad" (Rishato) entendiendo que uno debe ser castigado por "una maldad y no por dos". Esta creo yo es una poderosa idea, cuando alguien transgrede ¿cuál debe ser su castigo? ¿Su castigo debe ser solamente reparar el daño que hizo o debe tener un castigo extra más allá de esa reparación? Los sabios se debaten, no se ponen de acuerdo. Sin embargo en la Halajá y en el caso por lo menos de los Edim Zomemim la decisión es que estos deben recibir un único castigo (pagar lo que acusaron al otro deber) y no deben recibir un castigo físico. 

martes, 4 de septiembre de 2018

Makot 3 - Una condición contraria a la Torá.

En la mitad de una interesante Sugya del Talmud aparece el concepto que hoy quisiera repasar con ustedes: "Jol HaMatne Al Ma SheKatuv BaTorá T´nao Batel". Una frase difícil de traducir pero conceptualmente sería una cosa así: "Todo aquel que hace un arreglo en contra de lo que esta escrito en la Torá aquel arreglo queda anulado". Les dije que era una idea complicada pero ahora con unos ejemplos lo vamos a entender mejor. Según esta noción rabínica todos los arreglos y acuerdos interpersonales en los cuales una de las partes ponga como condición algo que la Torá prohíbe aquella condición queda inmediatamente sin validez pero el acuerdo sigue siendo valido. 

Un ejemplo: Si alguien arregló desposar a una mujer con la condición de que no le proveerá de su placer sexual (un mandamiento según la Torá) aquella condición queda anulado y el matrimonio es válido aunque esa condición no se lleve a cabo. Otro ejemplo. Si alguien toma como siervo a un israelita con la condición de que este no sea liberado luego de seis años, aquella condición (contraria a la ley bíblica que presupone que luego de seis años de trabajo el siervo quedará libre) es anulada y la adquisición del siervo es válida y luego de seis años tiene la posibilidad de retomar la libertad. En otras palabras si uno pone una condición que viola las leyes de la Torá aquella condición es "borrada" y no debe cumplirse pero el pacto sigue en pie. 

Una excepción: Los rabinos discuten si este principio involucra a los acuerdos económicos. Según la mayoría de los sabios si en un arreglo interpersonal se fijan otros montos diferentes a los de la Torá aquella condición no es invalida y se debe mantener. Un ejemplo: Si según la ley bíblica quien roba debe devolver lo robado más un 20% de aquel valor pero en un acuerdo entre las partes decidieron que le devolvería el valor de lo robado más un 10% aquel acuerdo y condición son válidas. No todo los sabios aceptan esta posición y hay muchos que consideran que incluso en estos casos económicos las leyes bíblicas deben mantenerse y uno no puede modificarlas. 

lunes, 3 de septiembre de 2018

Makot 2 - Testigos Falsos

Empezamos el estudio de un nuevo tratado talmúdico aunque técnicamente Makot (golpes) es la continuación del tratado talmúdico de Sanedrín. En este tratado estudiaremos básicamente tres temas: Edim Zomemim y su castigo, Galut (castigo de exilio) y Malkot (castigos corporales). Empecemos nomas. 

El tratado comienza discutiendo sobre como aplicar ciertos castigos a los Edim Zomemim (testigos falsos). El origen de esta ley se encuentra en Deut. 19: "16 Cuando se levantare testigo falso contra alguno, para testificar contra él, 17 entonces los dos litigantes se presentarán delante de Adonai, y delante de los sacerdotes y de los jueces que hubiere en aquellos días. 18 Y los jueces inquirirán bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano, 19 entonces haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti. 20 Y los que quedaren oirán y temerán, y no volverán a hacer más una maldad semejante en medio de ti. 21 Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie."

Según la perspectiva bíblica si se descubre que los testigos mintieron estos deben recibir la pena de la cual acusaban falsamente a otra persona. Esto se traduce que si dicen que tal persona robo y el castigo por robar es devolver lo robado más una cuarta parte de aquel valor los testigos falsos deben devolver lo robado más una cuarta parte de aquel valor. Si acusan a alguien de asesinato y aquella persona no mato a nadie y el castigo por asesinato es la muerte los testigos falsos deben morir. Hasta acá todo "sencillo" sin embargo ¿Qué ocurre cuando una persona acusa a la otra de ser hijo de una mujer divorciada o repudiada? Creo que todos necesitamos una aclaración. Lo que la Mishná se pregunta es que pasa si se acusa a una persona de ser el hijo de una relación sexual prohibida o de un grado de "jerarquía social bajo". Si por ejemplo se dice que tal persona es un bastardo (mamzer) ¿se castiga al que acuso falsamente presentándolo de ahora en más como bastardo? Algunos dirán que sí pero los rabinos dicen que no. El castigo a esta persona son latigazos (Malkot). ¿Por qué? Porque los sabios del Talmud interpretan muy meticulosamente las palabras del Deuteronomio y dicen que el castigo debe ser para el que acuso falsamente pero no para su descendencia y si a un testigo falso se lo identifica como un bastardo esto significará que sus hijos también serán técnicamente bastardos y ellos no tienen la culpa de la transgresión de su padre. 

jueves, 16 de agosto de 2018

Jaguigá 27 - El Altar y la Mesa familiar

Hace unas semanas que no estoy subiendo los post del último capítulo de Jaguigá. Hay dos motivos: el principal es que gracias a Dios comencé un nuevo trabajo como rabino en una comunidad pujante del Norte del Gran Buenos Aires en la Argentina y las nuevas responsabilidades y el re-acomodamiento imposibilitaron que tenga el tiempo y la disposición para estudiar y subir un comentario diariamente. El segundo motivo es que la temática de este último capítulo es extremadamente árido sobre temas de pureza e impureza y con detalles técnicos muy difíciles de "traducir" en un pequeño comentario a cada página del Talmud. Sin embargo no quería antes de pasar a nuestro próximo tratado a estudiar, Dios mediante, ahora sí de forma más asidua y sin saltearnos muchas carillas sin concluir de alguna forma nuestro estudio y recorrido por el tratado de Jaguigá. 

Como dijimos el último capítulo versa sobre la impureza y proceso de purificación ritual principalmente de los objetos del santuario. Cada utensilio tenía otra forma de ser purificado y dependiendo su uso su purificación debía ser más rigurosa. Dentro de todas las discusiones se nos dice que por el tema de pureza/impureza todos los elementos del Templo tenían dos o tres copias para ser utilizados en caso de que el "original" estuviese en estado de impureza. Todos esos elementos requerían de purificación excepto los altares. Los altares eran considerados como si fueran parte de la tierra y todo objeto adosado a la tierra por principio general no necesita de una Tevilá (inmersión ritual en agua) para ser purificado. 

En este contexto casi a terminar el tratado se cuenta que dos rabinos solían decir: "En tiempos donde existía el Beit HaMikdash el altar expiaba los errores del hombre, ahora la mesa del hombre hace expiación por él". Es decir, cuando existía el Templo de Jerusalén y uno cometía una transgresión la forma de expiar aquel error era entregando un sacrificio en el altar del Templo, en nuestros días que el Templo no esta más ¿Cómo expía el hombre? Según Reish Lakish y Rabí Iojanan lo hacemos a través de nuestras mesas familiares. Es la mesa de cada uno de nuestros hogares la que expía nuestros errores. 

¿De qué forma? Rashí explica que cumpliendo el mandamiento de Ajnasat Orjim (recibiendo visitas en la mesa familiar) uno expía por los errores. El Maharshá lo entiende de otra forma. Él sugiere que cuando un hombre se límita y reduce la cantidad de comida presente en su mesa en recuerdo a la destrucción del Templo esa es su forma de expiar. Por último hay quienes dicen que al agregar palabras de Torá a la mesa familiar uno lo esta convirtiendo así en un altar. 

¿Se les ocurre a ustedes otra forma de entender aquel dicho que compara al Altar con la mesa familiar? Concluimos así el estudio del tratado de Jaguigá con esta pregunta abierta.

Adran Alaj Jomer BiKodesh veSalika La Masejet Jaguigá. 

lunes, 30 de julio de 2018

Jaguigá 19 - Sobre utensilios y personas

¿Son los utensilios como personas o más bien son las personas como los utensilios? El Talmud, de una forma muy curiosa, se plantea esta misma pregunta. El tema tiene que ver con la purificación ritual. El caso puntual es el de una ola que sumerge a una persona o a un utensilio con sus aguas. El Talmud se pregunta: Si una ola que contiene más de 40 Sea (unos 350 litros) de agua envuelve a una persona o a un utensilio ¿Quedan estos en estado de pureza? Si se compara a los utensilios con las personas entonces sí pero si se compara a las personas con los utensilios entonces no. Un poco complicado ¿no? Expliquémoslo de forma un poco más clara:


  • Los seres humanos son Bar Kavaná, personas racionales y por tanto que pueden controlar sus intenciones. Entonces si los seres humanos necesitan intención de querer purificarse para que las aguas tengan efecto entonces los utensilios solo pueden ser purificados si la persona que los deposito allí tenía la intención de que se purifiquen. Siguiendo esta lógica si una persona en estado de impureza o un objeto en estado de impureza son absorbidos por una ola pero no tenían la intención de purificarse entonces ninguno se purificó. Veamos ahora el otro caso.
  • Los utensilios no piensan ni tienen intenciones, son objetos inanimados. Entonces si decimos que una ola abraza a los utensilios y estos quedan en estado de pureza (incluso aunque no hubo intención del dueño de aquellos objetos de purificarlo) por carácter "transitivo" las personas incluso sin intención si son empapadas por una ola quedan en estado de pureza. 
La halajá dictamina que las personas son como los utensilios. Si una persona, aún sin intención, se sumerge en una Mikvé o un manantial de agua o es "tragado" por una ola la persona queda en estado de pureza. Esta es la ley hasta nuestros días. Si una mujer, por ejemplo, aún sin intención luego de su periodo menstrual ingresa en el río, en el mar o incluso (hay quienes dicen) en una piscina aunque no tenga intención de purificarse la misma queda en estado de pureza. En otras palabras: no se necesita intención para el proceso de purificación. 

domingo, 29 de julio de 2018

Jaguigá 18 - Netilá Vs. Tevilá

En nuestros días solemos "lavarnos" las manos de forma ritual antes de comer únicamente pan. Muchos lo hacen únicamente antes de comer la Jalá durante Shabbat o los días festivos pero verdaderamente según la tradición judía cada vez que comemos pan, incluso durante la semana, debemos lavarnos las manos. Este lavado de manos se remonta a los tiempos del Templo de Jerusalén y una noción que las comidas debían comerse en un estado de pureza físico. Las manos, que constantemente iban tocando cosas, debían estar limpias y puras a la hora de comer. Existían en aquel momento, unos dos mil años atrás, dos formas de limpiarse las manos: Netilat Yadaim y Tevilat Yadaim. 

Netilat Yadaim, la forma que hoy tenemos para lavarnos las manos, era la que se utilizaba a la hora de comer Julin (carnes no utilizadas para los sacrificios), los alimentos del Maaser (Diezmo) y de la Trumá (la porción del diezmo destinada a los sacerdotes). Quien se disponía a comer este tipo de comida debía hacer Netilat Yadaim, es decir, vestirse pequeñas cantidades de agua en una mano y en la otra a partir de un recipiente. Hoy en día la halajá antes de comer pan es verter agua desde un recipiente primero en una mano, luego en la otra y repetirlo una vez más (por influencia de los místicos hay quien lo hace tres veces en cada mano en vez de dos). 

Tevilat Yadaim, la otra forma de lavarse las manos era para comer del Kodesh, de las carnes y de otros sacrificios entregados en el altar. La forma de hacerlo era sumergir las manos en una fuente de agua pura (como el agua de la Mikvé). Hay quienes repetían esta acción más de una vez. Esta forma era considerada como más elevada y solamente utilizada para las comidas más "sagradas". Para todo lo demas bastaba con la purificación de Netilat Yadaim. 

Recuerden la próxima vez antes de comer pan aparte de lavarnos las manos por higiene continuemos la tradición judía de limpiarnos las manos de forma ritual para disponernos a comer. 


viernes, 27 de julio de 2018

Jaguigá 17 - Tashlumim

En cada una de las tres festividades de peregrinación (Pesaj, Shavuot y Sucot) se debían ofrecer una gran cantidad de sacrificios. Algunos eran Shelamim (los cuales eran repartidos entre el altar, los sacerdotes y quien traían el sacrificio) y otros eran Olot (estos se quemaban íntegramente en el altar). Según la tradición bíblica y rabínica los sacrificios de estas festividades debían entregarse idealmente en el primer día de las festividades. El primer Yom Tov era el día para hacer dichos sacrificios. En Pesaj y Sucot, sin embargo, como la festividad se extendía por seis días más se permitían hacer Tashlumim (compensaciones) de estos sacrificios durante todos aquellos días. Es decir si alguien por algún motivo no pudo entregar su sacrificio en primer día de la festividad podía hacerlo durante los seis días subsiguientes. Sin embargo ¿Qué debía ocurrir en Shavuot? Shavuot a diferencia de las otras festividades solamente duraba un día ¿Debía haber Tashlumim o no? La tradición rabínica entiende que sí al equiparar esta festividad con las festividades de Pesaj y Sucot, tal como aquellas tenían seis días de Tashlumim los siguientes seis días de Shavuot, aunque estos no sean días festivos, también se pueden entregar los sacrificios compensatorios. 

En otras palabras: siempre hay una segunda oportunidad. Sin embargo como dice el dicho "Batel Zmano, Batel Korbano" que en una traducción libre sería "pasado el tiempo el sacrificio queda nulo". En otras palabras: siempre hay una segunda oportunidad pero si el tiempo (incluso el extra) pasa uno a veces pierde su posibilidad y ya no puede ofrecer más el sacrificio. 

jueves, 26 de julio de 2018

Jaguigá 16 - El ser humano entre ángeles y animales

¿Qué es el hombre? ¿Qué es el ser humano? El Talmud nos dice que los Bnei Adam (lit. hijos de Adán pero haciendo referencia a toda la humanidad) comparten tres características con los ángeles ministeriales y tres categorías con los animales. Estás son:

  • Los seres humanos tienen capacidades cognitivas, caminan erguidos y hablan en hebreo como los ángeles ministeriales.
  • Los seres humanos comen, se multiplican y defecan como los animales. 
El ser humano es descripto en el Talmud como un ser en un punto medio, como un ser que tiene características divinas pero también terrenales. Los ángeles son puro espíritu. Los animales son pura materia. El ser humano sin embargo es una combinación de materia y espíritu, de lo divino y de lo terrenal. Compartimos con los ángeles ciertas características pero también compartimos características con el reino animal. Cada ser humano debe decidir hacia donde inclina la balanza si hacia su costado divino o su costado animal. 

miércoles, 13 de junio de 2018

Jaguigá 15 - Rabí Meir y Ajer

En el contexto de diferentes historias sobre sabios que estudiaban el Maase Merkavá, los secretos místicos y esotéricos de la Torá, se nos narra la famosa historia de los cuatro sabios que ingresaron al Pardes (Pardes es una palabra de origen persa que significa un lugar protegido pero desde que la versión de la Septuaginta tradujera el término Gan Eden/Jardín del Eden como Pardes en diversas lenguas este término comenzó a hacer referencia al paraíso). En aquel mítico lugar donde residía Dios estos cuatro sabios tienen diversas experiencias místicas con resultados disimiles. De los cuatro sabios uno muere, otro pierde la cordura, uno sale en paz y el último se vuelve hereje. De este último quiero hablar hoy.

Elisha ben Abuya, un gran sabio del siglo I d.e.c, es aquel que luego de su encuentro místico y de una visión que tiene abandona los caminos de la Torá y se vuelve el hereje más conocido del Talmud. Al parecer en aquel Pardes vio al arcángel Metatron sentado cerca del trono de Dios y pensó que verdaderamente había dos autoridades en el Cielo y no una. Y es así como este gran maestro comenzó entonces a dudar de todo lo que alguna vez había aprendido sobre el monoteísmo y la existencia de un único poder supremo que juzga el mundo y se volcó hacia la idolatría. La gota que rebalsó el vaso es que aparte de esta visión escuchó cuando estaba saliendo de aquel mítico Pardes una voz que decía que todos aquellos que se arrepienten pueden volver a Dios... excepto él. Dios mismo al parecer ya no lo aceptaría devuelta aunque se arrepintiese.

Esta "voz" lo hace reflexionar y como sabe que no podrá obtener el mundo venidero decide entonces disfrutar de este mundo. ¿Qué hace? Va y se acuesta con una prostituta. Si no entrará al paraíso por lo menos disfrutará, piensa él, de todos los placeres que este mundo terrenal puede ofrecerle. La prostitua en un momento lo reconoce y le pregunta si acaso él no es el famoso sabio Elisha ben Abuya. Él para despistarla arranca unos tallos del suelo y como aquel día era Shabbat y esta es una tarea prohibida en el día sagrado la prostituta se dice para si misma: "Este es otro (Ayer Hu)", ya que un sabio nunca arrancaría algo del suelo intencionalmente durante Shabbat. Y es así como esta prostituta apoda para la eternidad a Elisha ben Abuya con el término "Ajer" (otro). Así será conocido este sabio, convertido en apostata, de ahora en más. Simplemente como Ajer, el otro.

Aunque Ajer había abandonado los caminos de la Torá para su estudiante predilecto el gran Rabí Meir él seguía siendo Elisha ben Abuya y él quería seguir aprendiendo Torá de su maestro. El Talmud nos relata varias preguntas que Rabí Meir le hace a su maestro-hereje y como él sigue abrevando de su Torá. En una de las historias más conmovedoras durante Shabbat Rabí Meir seguía a pie a su maestro Ajer mientras él andaba en caballo (algo prohibido durante Shabbat) estudiando y aprendiendo de su maestro. En un momento Ajer se detiene y le dice que Rabí Meir no debe seguir avanzando porque estaría transgrediendo el Tjum Shabbat (la distancia máxima que una persona puede andar en Shabbat en una zona no habitada). Ajer, aunque él se había vuelto hereje, desea proteger a su alumno Meir para que él no transgreda la ley judía.

El Talmud después se pregunta como puede ser que Meir seguía estudiando de Ajer si este era un hereje y en términos generales uno solo debe estudiar Torá de una persona integra y observante. Varios maestros dan diversas razones por las cuales Rabí Meir entendía que aunque su maestro se había volcado a la herejía aún había mucha Torá que aprender de él. La cita más famosa y conmovedora al respecto es cuando enseñan que Rabí Meir comparaba su estudio con Ajer como aquel que encuentra una granada, tira su cascara pero come su fruta. De la misma forma Rabí Meir tenía la capacidad de desechar la parte externa de Ajer (su herejía) pero aún así podía disfrutar y absorber su Torá, sus conocimientos interiores. ¡Que podamos siempre aprender de todos! ¡Que podamos siempre desechar la cascara y comer del fruto!

martes, 12 de junio de 2018

Jaguigá 14 - De guerreros a sabios

Una de las transformaciones en la historia judía más fundamentales es el modelo de liderazgo y concepto de héroe entre la Biblia y el Talmud. En la Biblia el líder, y el héroe, es el hombre fuerte y valiente, el rey y el líder militar. En cambio en los tiempos rabínicos, cuando la sociedad judía había perdido autonomía y los nuevos líderes de la comunidad eran eruditos bíblicos y no grandes guerreros, los sabios tuvieron que recurrir a la exegesis bíblica para "sustentar" su modelo de liderazgo y sus "heroes contemporáneos" en la propia Biblia. Donde la Biblia habla de heroes militares la tradición rabínica leerá sabio. Un claro ejemplo de este fenómeno es la famosa cita de Pirkei Avot (4:1): " ¿Quién es fuerte?  El que domina su inclinación, según está escrito: mejor es el paciente que el fuerte, y quien domina su espíritu (es mejor que: quien conquista una ciudad (Proverbios 16:32)" El fuerte, el poderoso, el héroe, en la tradición rabínica no podía ser el fuerte bíblico (los personajes como Shimshon, el Rey David o Ieoshua) ya que ellos carecían de aquellas características por lo cual permutan el significado de fuerte de una característica física a una cualidad espiritual interna. Esta transformación del "héroe bíblico" al "héroe rabínico" se puede ver claramente en la interpretación rabínica de un pasaje de Isaías que se encuentra en nuestro folio talmúdico:

"Porque he aquí que el Señor Adonai de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá al sustentador y al fuerte, todo sustento de pan y todo socorro de agua; el valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta, el adivino y el anciano; el capitán de cincuenta y el hombre de respeto, el consejero, el artífice excelente y el hábil orador. Y les pondré jóvenes por príncipes, y muchachos serán sus señores." (Isaías 3:1-4)
El sentido literal del pasaje de Isaías es que Dios por su enojo contra el reino de Judea es que dejará a aquel territorio sin todos sus líderes espirituales, jurídicos, guerreros y políticos. Sin embargo la audaz pluma talmúdica transformará cada uno de estos conceptos en personajes de sus propios tiempos y de su propia cultura: 

  1. Sustentador: Los maestros de la Biblia
  2. Fuertes: Los maestros de Mishná
  3. Todo sustento de pan: Los maestros de Talmud
  4. Todo socorro de agua: Los maestros de Agadá
  5. El valiente: Los maestros de la tradición halájica. 
  6. El hombre de guerra: Los que hacen la "guerra de la Torá".
  7. Un juez: es un juez
  8. Un profeta: es un profeta.
  9. El adivinador: el rey.
  10. El anciano: Aquella persona que puede ocupar el puesto de líder de una academia rabínica.
  11. Capitán de cincuenta (Jamishim): El capitán de los libros de la Torá (Jumashim)
  12. Hombre de respeto: Aquel que por su honor su generación haya gracia. 
  13. El consejero: Aquel que sabe intercalar los años y los meses. 
  14. Artífice excepcional: Este es el estudiante que hace más sabio a su maestro por sus preguntas...


Y así continúa... la transformación es total. De líderes políticos y militares a líderes intelectuales y espirituales. Los rabinos, al comienzo de su liderazgo, debían encontrar sustento a su estilo de vida confinado al estudio riguroso de la Biblia siendo que la Biblia en ningún momento menciona si quiera la palabra rabino (maestro), ni el estudio de la Torá como una ocupación diaria... para tapar aquel agujero los rabinos reinterpretan los pasajes bíblicos para darse a ellos mismos autoridad. Una movida magistral.