Al final del folio 5b Rabí Akiva nos enseña una maravillosa lección. Según la Torá para que los testimonios se sostengan en el juicio deben ser pronunciados por por lo menos dos testigos. El testimonio de un testigo, para casos de Dinei Nefashot (donde puede haber un castigo corporal) no es válido pero sí puede llegar a ser valido para casos de Dinei Mamonot (juicios económicos). Ahora bien la Torá plantea que el testimonio debe ser de "dos o tres" testigos (Deut. 17:6). Los sabios en la Mishná no se ponen de acuerdo para que la Torá agregó el "tres" ¿qué viene a agregar esta situación? Rabí Akiva extrae de aquí una importante moral. Él sostiene que técnicamente hablando el testimonio del tercer falso testigo es superfluo, que con el testimonio de los primeros dos alcanzaba, sin embargo este tercero porque se "asoció" con transgresores también debe ser castigado. Según él su testimonio incluso no es tenido en cuenta pero porque se junto con aquellos también merece ser castigado. En el mismo sentido, enseña él: "Las escrituras castigan al que se asocia con los transgresores como si fueran verdaderamente transgresores, y mucho más entonces premia a los que se asocian con los que hacen Mitzvot como si fueran hacedores de Mitzvot". En otras palabras los que nos quiere decir Rabí Akiva es que si nos juntamos con malhechores por más que no hagamos "técnicamente" nada también somos culpables y debemos recibir un castigo y su opuesto también es válido: si nos juntamos con personas que cumplen mitzvot y que hacen el bien, aunque técnicamente nuestra presencia es superflua, también recibiremos una recompensa por nuestra "mera presencia". Una idea interesante.
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