lunes, 24 de diciembre de 2012

Rosh Hashana 26 - Aprendiendo palabras



Entonces harás tocar fuertemente la trompeta... (Vaikrá 25:9) 


Estamos dando comienzo al tercer capitulo del tratado de Rosh Hashana. Los dos primeros capitulos, en su gran mayoría, no tenían una relación directa con esta festividad. Sin embargo este tercer capitulo versará sobre las características del Shofar (del cuerno animal que se utiliza para aquella celebración) y el último de los capítulos también nos instruirá en otras características de la liturgia de la festividad que da comienzo al año nuevo. 
La primer Mishná nos dice que todos los Shofarot están permitidos. Los cuernos de todos los animales pueden ser utilizados y son kasher (aptos) para ser usados en Rosh Hashaná. Excepto, y con los sabios siempre hay una expceción, el cuerno de las vacas. ¿Por qué? Porqué según los sabios el término correcto para definir a este tipo de cuernos no es Shofar sino que es Keren. Y aquí comienza el tema por el cual va a disparar el Talmud el día de hoy. El tema del significado de las palabras. Los sabios harán una especie de diccionario de las más diversas palabras, que en un momento los sabios de Israel desconocían su significado y que por un viaje al extranjero o por los dichos de una esclava finalmente entendieron su significado. 

El Talmud nos relata que los sabios no sabían exactamente que era un Iuval, qué especie de animal era, y aprenden que es un carnero cuando Rabi Akiva en uno de sus viajes por Arabia escucha a los pastores de aquel lugar llamar al carnero Iuval. O por ejemplo cuando este sabio visitó África escuchó que a una moneda llamada "Ma´ah" la llamaban "Kshitá". De esta manera pudo comprender un versículo del libro del Génesis donde se decía que por 100 Kshitá compró Iaakov unos campos en la ciudad de Shjem. Rabi Akiva pudo entender cuánto era ese valor. Y todo esto por viajar. 

Otra forma de aprender el significado de palabras extrañas del Tanaj, aparte de viajar y recorrer el mundo, es a través de animarse a escuchar y a aprender de todos. Y cuando decimos de todos es de todos. En este caso será una mujer, esclava y no judía, la que les enseñará a los sabios de Israel. Los sabios no sabían el significado de la palabra "Serugin" hasta que un día ellos escucharon a la sirvienta de la casa de Rabi que cuando veía entrar a los sabios en tandas, por intervalos, les decía a ellos "¿Cuánto tiempo más van a estar entrando por serugin?" De allí aprendieron los sabios que Serugin significaba "intervalos". Este es tan solo un ejemplo de los muchos que trae el Talmud, mas la lección es una: de todos, en todo momento y de cualquier manera se puede aprender algo nuevo. 

sábado, 22 de diciembre de 2012

Rosh Hashana 25 - 2 Iom Kippur

El Talmud consta de 2700 hojas (aproximadamente). En su interior reverberan miles de discusiones, miles de alegorías, interpretaciones a los más complejos versículos y por supuesto, historias maravillosas. En el día de hoy estudiaremos tan solo una pero sin duda, una de las más maravillosas.

Primero vamos con el contexto. El mismo sigue siendo el tópico que venimos trabajando hace días: ¿Cómo se debe santificar el nuevo mes? Recordemos someramente el procedimiento: Si dos testigos veían la luna nueva debían ir hacia el tribunal rabínico de Ierushalaim, quienes evaluaban sus palabras, y si les parecían dignas de confianza santificaban el nuevo mes diciendo "Mekudash". Así de simple, así de complejo.

Cierta vez, y ahora sí metiéndonos de lleno en la historia, dos testigos atestiguaron ver la luna de una forma que a algunos rabinos no los convencía demasiado mientras que a otros sí. Algunos afirmaban que eran falsos testigos y que nunca habían visto la luna nueva. Esta era la posición de Rabi Ioshua. Sin embargo el presidente (Nasí) del mayor tribunal rabínico de Ierushalaim, Rabán Gamliel, aceptó la declaración de estos testigos y santificó el nuevo mes. Sin embargo Rabi Ioshua no aceptó dicha santificación por lo cual, por sus cálculos decidió esperar un día más para declarar el primero del nuevo mes. Esto, inevitablemente, llevó a existieran dos calendarios con un día de diferencia cada uno. 

Rabán Gamliel, demostrando autoridad y consternado por la resolución de Rabí Ioshua, decidió castigarlo. Decretó sobre él que debía cargar su bastón y sus monedas en el día que para él era Iom Kippur (o sea, un día después del Iom Kippur de Rabán Gamliel y toda la comunidad). Rabán Gamliel, como autoridad máxima del pueblo judío, no podía aceptar una insubordinación semejante y decide castigarlo de la manera más dura que puede hacerlo: obligando a Rabi Ioshua a cargar sus cosas por el espacio público en el día más sagrado del calendario judío (huelga decir que cargar estos elementos, o cualquier otro, está terminantemente prohibido durante Shabbat o Iom Kippur). 

Rabi Ioshua, como nos podemos imaginar se angustia ya que debía cumplir con el decreto de este gran sabio, so pena de un castigo mayor. Cuando este sabio se dirigía a cumplir su "condena" se encuentra con Rabi Akiva. Rabi Akiva lo ve triste y trata de consolarlo y le dice, para que no se sienta mal por su "supuesta transgresión" que él había aprendido que todo lo que decretase el Beit Din (tribunal rabínico) más allá de que sea por error, por equivocación con o sin intención, o por el motivo que fuese debía ser cumplido y esa era la voluntad Divina. Lo que Rabí Akiva intentaba explicar era que la decisión de santificar los meses y declararlos no dependía necesariamente de fenómenos naturales sino de voluntades de los hombres. Si el pueblo de Israel, y sus máximas autoridades, decidían que tal o cual fecha fuese indicada como el inicio del mes, ese sería el nuevo Rosh Jodesh. Con estas palabras Rabi Akiva logra aplacar el dolor y consolar a Rabi Ioshua, ya que este se da cuenta de que no esta transgrediendo precepto alguno ya que Iom Kippur fue el día anterior. 

La historia finaliza con una escena hollywoodense. Rabi Ioshua agarra su bastón y sus monedas y va hacía Iavne donde se encontraba Rabán Gamliel en el día que según su cuenta era Iom Kippur. Rabán Gamliel se levanta de su "trono" y corre a besar a Rabi Ioshua en la frente y le dice: Bo Beshalom Rabi VeTalmidi (ven en paz mi maestro y mi alumno). Mi maestro y mi alumno le dice Rabán Gamliel ¿Cómo puede ser el uno y el otro al mismo tiempo? El Talmud en su inmensa sabiduría nos dice que Rabi Ioshua era su maestro por su inmensa sabiduría pero también era su alumno porque aceptó las palabras de Rabán Gamliel. 

¿Qué conclusiones extraen ustedes de esta historia maravillosa?

Extra: Los sabios enseñan "Dichosa la generación en la cual los adultos escuchan a los jóvenes". 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Rosh Hashana 24 - Santificando el mes

Así habló Moisés a los hijos de Israel sobre las fiestas solemnes de Adonai (Vaikra 23:44)

Los testigos, nuestros famosos testigos que decían ver la luna nueva, debían dirigirse apenas veían este acontecimiento a donde se encontraba el Beit Din en Jerusalém. Allí cada una de estas parejas al llegar podía encontrar un gran banquete ¿Para qué? Para que tengan un incentivo y una recompensa por tomarse el trabajo de observar aquel fenómeno de la naturaleza y advertirle a los sabios de Jerusalém sobre el mismo. Esta es parte de la sabiduría milenaria del pueblo judío: siempre hay que ofrecer comida. Si bien ésta nunca es la razón principal por la cual uno participa de las actividades comunitarias algo rico para comer siempre alegra y predispone de mejor manera a quienes asisten a nuestras sinagogas. Cada momento de estudio, cada ceremonia o cualquier actividad debe ser acompañada por un refrigerio. O por lo menos así lo creían los sabios de la Mishná.

Cuando estas parejas llegaban, a la primera que se arrimaba a aquel sector de Ierushalaim se le tomaba declaración. Primero se le hacían diversas preguntas para asegurarse que vio la luna nueva de manera certera y no se estaba equivocando o mintiendo. Luego de escuchar las declaraciones del primero se hacía pasar a la otra persona que conformaba aquella pareja. Si sus dichos coincidían y eran considerados válidos por los sabios, los rabinos decidían declarar el nuevo mes. No obstante, y esta también es otra enseñanza maravillosa, a todas las otras parejas que llegaron y que ahora su declaración no es necesaria no se los despachaba inmediatamente sino que se les hacían algunas preguntas generales para que sientan que valió la pena su esfuerzo y que no vinieron, como mal-decimos los porteños, al pedo. Estas personas consideraban que su esfuerzo era apreciado lo cual seguramente llevaría a que la próxima vez que viesen la luna nueva también tengan ganas de tomarse la molestia de "ir a declarar". Otra gran enseñanza practica de nuestros sabios. 

Ahora sí, llegaba el momento de la santificación del nuevo mes. El Rosh Beit Din, la máxima autoridad de la judería de Ierushalaim, decía a viva voz "Mekudash (santificada)" y el pueblo que oía respondía "Mekudash, Mekudash (santificada, santificada)". Y de esta manera el nuevo mes era declarado. Rabi Eliezer en nombre de Rabi Tzadok comenta que sólo se debía santificar el nuevo mes de esta manera si esto ocurría en la noche del 30 del mes anterior. Sin embargo, si los testigos no llegaban hasta el otro día o los sabios no se decidían en santificar el nuevo mes, una vez que la luna nueva ya es visible para todos, la misma no debe ser santificada "prematuramente" ya que, como este sabio dice, los cielos ya lo santificaron. 

martes, 18 de diciembre de 2012

Rosh Hashana 23 - Los Cutim

Todos escuchamos hablar cierta vez de los buenos samaritanos, al parecer los sabios del Talmud no apreciaban tanto a estos hombres y mujeres. Kutim o Shomronim eran los nombres que recibían este grupo étnico y religioso con muchas similitudes en relación a las prácticas y a las observancias rituales a las del antiguo Israel. Ellos eran observados y puestos bajo la lupa por los sabios del Talmud. No eran técnicamente judíos pero tampoco eran 100% no judíos. Eran, a los ojos de los sabios, un problema. 

Y al parecer de buenos "samaritanos" tenían poco. Ya vimos en el post anterior como todo el sistema de elección de testigos fue cambiado por el intento de los Baitosim de confundir a los fariseos. En esta oportunidad el Talmud nos cuenta cómo surgió la noción de enviar mensajeros. Según nos dicen los sabios en la antigüedad no se anunciaba el inicio de un nuevo mes con el envío de emisarios a cada ciudad sino que se transmitía la noticia (luego de que el Beit Din lo decretara) a través de señales de humo. Sí, leyeron bien. Las míticas señales de humo al parecer, alguna vez, existieron. Los sabios encendían por la noche una fogata en la cima más alta del monte más alto de Ierushalaim. De allí hacían señales y otras personas recibían ese "mensaje" en otras montañas próximas a la zona e inmediatamente prendían otras fogatas para que otros pueblos que se encontraban más alejados de Ierushalaim puedan recibir la noticia del nuevo mes. Y así sucesivamente, cada quien que observaba una fogata encendía la suya en su monte más próximo. 

¿Pero qué hicieron los Samaritanos? Para confundir a los fariseos y hacer que "tropiecen" en la fijación de su calendario, que se diferenciaba al de ellos claro está, encendían en noches "erróneas", cuando todavía la luna nueva no había aparecido, y lograban así que otros se confundan. Y como se imaginaran no habían teléfonos en aquella epoca para anunciar que todo fue un error por lo cual muchas comunidades judías fariseas celebraban las festividades en fechas que no correspondían. Por este motivo los sabios de Israel anularon el anuncio a través de las señales de humo y decidieron pasar aquella forma griega y romana de anunciar los decretos reales: a través de mensajeros. De allí vienen los primeros Shlujim. Corrían de ciudad en ciudad a anunciar la buena nueva. El comienzo de un nuevo mes. 

Extra! Rabi Iojanan enseñaba: "Todo aquel que aprende Torá pero no la enseña se parece a un Hadas (mirto) en el desierto". Los mirtos, como todos sabemos por Sucot, tienen un hermoso e intenso aroma; mas si nadie está para olerlo o si el mismo no se deja que los otros lo huelan el mirto no tiene nada que ofrecer. Así también ocurre con una persona llena de Torá, si ésta no comparte su sabiduría con el mundo la misma no sirve para nada. Es un hermoso perfume sin nadie para poder disfrutarla. 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 22 - Testigos

Habíamos establecido que en la antigüedad,  antes del siglo III y de la fijación del calendario eterno, cada mes los judíos debían establecer y santificar la luna nueva y con esto el comienzo de un nuevo mes. El procedimiento incluía al menos dos testigos que aseveraban haber visto la luna nueva (Molad). Estos iban presurosamente al Sanhedrín en Ierushalaim y de allí enviaban emisarios a todos los rincones de Israel y las diásporas para anunciar así la llegada de un nuevo mes. 

Las Mishnaiot y sus respectivas Guemarot siguientes versarán en torno a la credibilidad y a quienes pueden ser testigos para semejante responsabilidad. Recordemos que con su testimonio, con el testimonio de dos personas, se fijaba el calendario para todo el pueblo judío. Lo primero que advierte el Talmud es que el testimonio de dos Krovim (familiares cercanos) se considera nulo. Así también advierte que son nulos los testimonios emitidos por los jugadores de dados (apostadores), los usureros, los esclavos y los que comercian en el año sabático. Todas estas personas, según la Guemará, no son creíbles y sus testimonios no son considerados válidos. 

En la antigüedad  nos cuenta la Mishná, se recibía el testimonio de cualquier judíos mas en la actualidad (o sea en los tiempos de la redacción de la Mishná) las cortes en Ierushalaim sólo recibían el testimonio de "conocidos". ¿Por qué? Por los problemas que se generaron con los Baitosim. Estos personajes, extraños y enigmáticos  al parecer tenían una relación estrecha y varias similitudes con los Tzdukim (aunque estos nunca son mencionados explicitamente por el Talmud). Los Baitosim eran una secta de judíos, como los fariseos o los esenios. Sin embargo había una diferencia esencial con los fariseos (los proto-rabinos) la fijación del calendario. Ellos argumentaban, por ejemplo, que Shavuot siempre debía caer el sábado por la noche y no debía ser en un día flexible como sostenían los fariseos. Al parecer también, los Baitosim tenían un calendario solar y no luni-solar como era el de los sabios del Talmud. Entonces ¿Qué ocurrió? En cierta oportunidad los Baitosim querían confundir a los rabinos en relación a su calendario por lo cual sobornaron a dos personas, a un judío fariseo y a un judío de los baitosim, para que vayan y declaren haber visto la luna nueva (aunque todavía no había salido). Cuando los rabinos descubren el fraude deciden desde ese momento aceptar solamente el testimonio de aquellas personas que ellos mismos conocen. 

Extra! En torno a la discusión de los testigos fidedignos o de los mentirosos el Talmud revela, en su inmensa sabiduría, una frase hermosa y desafiante. "Sobre toda cosa que luego podrá ser descubierta, los hombres no mienten". Los hombres, según el Talmud, no suelen mentir sobre temas que luego evidentemente se puede comprobar su veracidad. En este caso si la luna ya había salido o no. Los hombres, según esta mirada positiva del Talmud, sólo mentirían en casos donde la verdad o la comprobación de lo dicho no sea tan evidente. 

domingo, 16 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 21 - Desplazando al Shabat

La fijación de los meses desplaza el Shabat. El fijar los tiempos y las festividades tiene prioridad sobre el día más sagrado de la semana. Sobre este tema versan las Mishnaiot y sus Guemarot que aparecen en nuestro Daf. Como ya habíamos explicado, en la antigüedad, antes que se fije un calendario eterno, eran los mismos judíos que al observar el Molad (la luna nueva), indicando así el comienzo de un nuevo mes, iban y atestiguaban sobre este fenómeno ante la corte en Ierushalaim y de allí se enviaban emisarios a todas las provincias y distritos donde hubieran judíos fijando así el inicio de un nuevo mes; y de forma consecuente las diversas festividades que en ese mes acaecían. 

Una Mishná nos comenta que para anunciar el Rosh Jodesh, el comienzo del mes, de Tishrei o de Nisan se pueden violar todas las leyes del Shabbat. Los emisarios (shlujim) podían salir a anunciar sobre el nuevo mes violando todas las leyes de Shabbat si fuera necesario. ¿Por qué solo por estos dos meses y no otros? El Talmud da la respuesta. Porque por sobre esos dos meses se basaba y se programaban todas las festividades (Moadot). Eran los meses principales sobre los cuales se fijaban todas las conmemoraciones y celebraciones judías del año; desde Pesaj hasta Iom Kippur. 

Sin embargo la pregunta esencial es de dónde aprendemos que se pueden violar las normas de Shabat para santificar un nuevo mes y el Talmud vuelve a darnos una respuesta pero esta vez citando un versículo (Vaikrá 23:4): "Estas son las fiestas solemnes de Adonai, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos." El versículo es enfático en cuanto un punto, que es muy bien percibido por los sabios del Talmud, las convocaciones santas (o sea, las festividades) deben ser decretadas y "convocadas" por los propios judíos. Y estas deben ser decretadas en sus tiempos (bemoadam) y si "estos tiempos" caen azarosamente en Shabbat pues no queda más opción que violar una vez las normas de aquel día para poder fijar correctamente todas las otras convocaciones sagradas del año. 

martes, 11 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 19 - Meguilat Taanit

Desde tiempos remotos los ayunos han sido una señal de duelo y constricción. Ayunar es afligir nuestras almas, o por lo menos así lo comprenden los sabios de la tradición judía. El primer libro puesto en escrito de la tradición oral (Tora ShebealPe) fue: Meguilat Taanit, el rollo de los ayunos. Allí se nombran 35 eventos desde los tiempos de los Macabeos hasta pasada la destrucción del Beit Hamikdash los cuales eran días festivos por diversas conmemoraciones. Y como eran días festivos estaba prohibido ayunar en ellos. Uno de  las festividades que allí se nombran es Januká. En estos días como en en los que los precedían y les seguían no se podía ni ayunar ni mostrar señales de duelo. Al parecer, para la tradición rabínica los tiempos de la celebración eran tiempos de alegría y tenían que "obligar" al pueblo judío a celebrar. El festejar los milagros y la historia no es una opción, es una obligación.

Los sabios del Talmud en nuestra página citan en reiteradas oportunidades a la Meguilat Taanit y discuten en torno a ella. Algunos sabios sostienen que después de la destrucción del Templo de Jerusalem en el año 70 d.e.c las prohibiciones de la Meguilá fueron levantadas, es decir en aquellos días si uno quisiera si podría ayunar o mostrar signos de duelo. Otros sabios, sin embargo, dicen que no; que incluso luego de la destrucción del Beit Hamikdash las prohibiciones de la Meguilá siguen en pie. 

Hacer los días Iom Tov. El Talmud nos ilustra un caso paradigmatico de como muchas fechas terminaron ingresando en el listado de los días en los cuales estaba prohibido ayunar. Nos cuentan que el Maljut Harashá, el malvado imperio de los romanos, buscaba la destrucción física de Israel prohibiendoles estudiar Torá, la circuncicisón y festejar Shabat. Iehuda ben Shmua fue y le consulto a una Matrona (una mujer de gran poder del imperio romano). Ella los aconsejo para que fuesen de noche y les reclamaran a las autoridades. Allí fueron los sabios de Israel y exclamaron frente a las autoridades romanas: Oh los cielos ¿acaso no somos sus hermanos, no somos hijos del mismo padre y de la misma madre? ¿En qué nos diferenciamos de los demás pueblos que ustedes decretan sobre nosotros decretos más fuertes y opresivos? En ese mismo instante los decretos del imperio romano fueron anulados. Y paso seguido los sabios decidieron convertir a ese día, por haberse salvado de la muerte espiritual y nacional, en un día de fiesta, en un Iom Tov. 

Finalmente la halajá queda que después de la destrucción del Beit Hamikdash las prohibiciones de la Meguilat Taanit quedan abolidas salvo las que respectan a las festividades de Januká y Purim. 

Aquí les dejo una traducción del arameo de la Meguilá por si alguno quiere verla: http://www.attalus.org/translate/taanit.html

lunes, 10 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 18 - Ayunos ¿Sí o no?

La Mishná comienza describiendo una escena. No nos enseña directamente una halajá sino que nos describe qué sucedía en los tiempos que existía el Beit Hamikdash. Se cuenta que seis veces en el año, los Shlujim (enviados) salían de Ierushalaim a anunciar la llegada de un nuevo mes para que la gente del resto de Israel y de las diasporas puedan prepararse para las festividades que caían aquel mes. Por ejemplo se nos dice que el primero de Nisan salían por Pesaj o el Av salían por Tisha BeAv. 

El Talmud ve con asombro esta lista de meses en los cuales los emisarios salían del Beit Hamikdash. Ya dijimos que ellos, por ejemplo, salían para anunciar Tisha BeAv en el mes de Av pero entonces se pregunta el Talmud ¿Por qué no salen emisarios en Tamuz por el ayuno del 17 de aquel mes, o bien en Tevet por el ayuno que acaece el 10 de ese mes o incluso en Tishrei por el ayuno del 3 de aquel mes? Estos son los 4 ayunos "formales", colectivos y principales de la tradición de Israel; mas solo la Mishná recuerda a Tisha BeAv. 

Así ha dicho el Dios de los ejércitos: El ayuno del cuarto mes, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo, se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría, y en festivas solemnidades. Amad, pues, la verdad y la paz. (Zejaria 8:19)

El profeta Zejaria describe estos cuatro ayunos que como hace Rabi Akiva, contando desde Nisan como el primero del mes, son los cuatro ayunos que conocemos hasta el día de hoy. El cuarto mes siendo Tamuz, el quinto Av, el séptimo Tishrei y el décimo Tevet. La primera respuesta del Talmud ante la diferencia de porqué fue nombrada Tisha BeAv y no las otras tiene que ver porque este ayuno es más importante y trascendente que los demás; porque aquel día se quintuplicaron las catastrofes acaecidas sobre el pueblo de Israel. La destrucción de ambos templos, la toma de Beitar y la destrucción definitiva de Ierushalaim. Por este motivo Tisha BeAv es un ayuno más Jamur (estricto) que los demás. Tiene las mismas propiedades y restricciones que Iom Kippur.

Luego de aclarar este asunto, el Talmud discutirá sobre esta cita de Zejaria. El profeta afirma que aquellos días de ayuno se convertirán en días de gozo y alegría (Sasón UleSimjá). ¿Cómo debemos entender esto? El Talmud nos da una respuesta maravillosa que influye fuertemente en nuestras posiciones halájicas contemporáneas. Nos dice que en los tiempos que haya Shalom (paz) estos días de ayuno deben convertirse en días de celebración. En tiempos de paz sobre Israel y sobre la humanidad aquellos días de dolor deben pasar a ser días de fiesta y regocijo. Sin embargo si hay persecusiones y opresión (Shmad) sobre Israel se debe ayunar y acongojarnos por el dolor en aquellos días. No obstante, también agrega Rab Papa: si no hay Shalom pero tampoco hay Shmad, o sea que no hay una paz total pero tampoco Israel vive tiempos de persecuciones  los que quieren pueden ayunar y los que quieren pueden decidir no hacerlo.  

Sin duda, creo yo, podemos afirmar que actualmente nos encontramos en esta tercer categoría. No existe la paz definitiva mas el pueblo judío no se encuentra perseguido como en los tiempos de Amán, la inquisición o los Nazis. Y si afirmamos que la halajá debe ser dinámica y debe dar cuentas de las transformaciones del pueblo de Israel, el impacto de la creación del Estado de Israel debe ser reflejado en la halajá. Por esta razón yo adopto personalmente una posición del movimiento conservador que establece que se debe seguir ayunando en Tisha BeAv ya que la paz no es completa más los otros ayunos son "optativos", cada uno puede elegir según su parecer si ayunar o no. En mi elección personal elijo también ayunar cada año en el 17 de Tamuz mas los otros dos ayunos dejaron de ser días de congoja y aflicción por lo menos en mi observancia personal. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

Rosh Hashana 16 - Rosh Hashaná

A los sabios de Israel le gustan mucho los números; y mientras más exactos y simétricos puedan ser, mejor. En este caso estamos pasando a estudiar la segunda Mishná. Después de 15 páginas de discutir apenas cuatro lineas, los sabios del Talmud ahora se disponen a comentar una nueva Mishná de pocas líneas también. Tal como había cuatro años nuevos, ahora nos dicen los sabios: también en cuatro momentos del año el mundo es juzgado. En Pesaj es juzgada la Tvuá, la cosecha. En Shavuot se juzgan los frutos de los árboles. En Sucot se juzgan las aguas (las lluvias). Y finalmente, el punto que más nos compete, en Rosh Hashaná los seres humanos son juzgados. En cuatro momentos del año, diversas porciones de la Creación son llamadas a juicio. La Guemará lo primero que hará es establecer que la sentencia de ese juicio se lleva a cabo en el año entrante y no en el año que pasó. En Rosh Hashaná de cada año, los seres humanos son juzgados, y según la teología talmúdica el destino del el ser humano queda sellado en Iom Kippur. Si alguien por ejemplo fallece luego de Iom Kippur, según esta lógica, es por el decreto que "recibió" en el último Rosh Hashaná. 

Luego de esta introducción temporal el Talmud nos regala una gran cantidad de Midrashim (homilías) sobre Rosh Hashaná y el juicio Divino. En primer lugar nos dice lo siguiente: En cada una de estas festividades el ser humano debe presentar algo ante Dios para que este los juzgue. En Pesaj uno debe presentar un Omer (una porción de su cosecha) para que Dios pueda bendecir la cosecha de todos nuestros campos. En Shavuot sucede lo mismo con los frutos del árbol; se los presentamos a Dios para que a través de estos Él pueda bendecir todos nuestros campos. 

Y en Rosh Hashaná ¿Qué presentamos ante Dios para que nos bendiga? Debemos presentar las tres secciones que componen el servicio liturgico de aquel día. Maljuiot (reinados), Zijronot (recuerdos) y Shofarot. El primero de estos es para que Dios reine sobre Su creación. El segundo de estos elementos es para que los recuerdos de nuestras buenas acciones y de la de nuestros antepasados intercedan en nuestro favor para tener un juicio favorable. Y por último los Shofarot, el toque del carnero, es para que nuestras plegarias y súplicas puedan elevarse a través de su voz y sus sonidos. Sin embargo, hay otros sabios que sugieren que el Shofar es tocado para LeArvev HaSatan, para marear al Satán. El sonido y el estruendo del Shofar buscan distraer a aquel ángel "malvado" de su función, que no es otra que traer la muerte al mundo. 

El Talmud presenta varios comentarios y adagios de Rabi Itzjak. Comparto con ustedes dos que me resultaron hermosos y desafiantes.

1) "Es buena la plegaria del hombre tanto antes como después de haberse decretado su sentencia". En otras palabras, es importante y esencial que cuando parece que el destino de un ser humano ya está sellado que el hombre continúe rezando y clamando, intentando así de alguna manera cambiar su destino que como vemos, nunca está plenamente cerrado. Esto nos lleva al segundo adagio de Rabi Itzjak.

2) "Cuatro cosas quiebran/modifican/amainan la sentencia del juicio decretada sobre los hombres: la Tzedaká (la justicia social), Tzaaká (la plegaria), Shinui HaShem (el cambio del nombre/reputación) y Shinui Maase (el cambio de las acciones)". Rabi Itzjak nos dice que luego de haberse decretado nuestra sentencia todo hombre y toda mujer tienen estas cuatro herramientas para intentar modificar o amainar el veredicto celestial.
Por un lado debemos generar una mayor equidad en el mundo, por otro lado debemos continuar rezando para no perder las esperanzas, luego debemos cambiar nuestro ser y simbólicamente lo hacemos a través de un cambio de nombre. Y por último, y en mi opinión más importante, debemos comenzar a cambiar nuestras acciones. Al fin y al cabo lo único que define nuestros destinos son nuestras propias acciones. 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 17 - Los 3 libros

Rabi Keruspedai, un rabino con un nombre no muy judío que digamos, nos enseña uno de los mensajes más trascendentes y simbólicos de Rosh Hashaná. Este sabio afirma que en el día del juicio tres libros se abrían en las cortes celestiales. Un libro donde serán inscritos los Reshaim Gmurim, los completamente malvados. Un libro de los Tzadikim Gemurim, los completamente justos. Y finalmen te, el último de los libros donde se sitúa el 99% de la humanidad, el Sefer Habeinonim, el de los "intermedios". Los primeros son inscritos directamente en el libro de la muerte, los segundos son directamente inscritos en el libro de la vida. Sin embargo el destino de los beinonim, la suerte de todos nosotros, queda en suspenso hasta el día de Iom Kippur. 

La gran mayoría de la humanidad no es ni completamente malvada ni completamente justa. Hay algunos que sus buenas acciones sobrepasan a sus malas acciones, a sus equivocos y errores, mientras que hay otros que sus malas acciones sobrepasan sus virtudes. En este limbo, en esta sección de los Beinonim, nos encontramos todos nosotros. Es el libro más extenso que se abre cada Rosh Hashaná. Shamai, el gran sabio del último siglo antes de la era común, nos comenta que cada Rosh Hashaná es un símbolo del gran día del juicio, de aquel día que dará comienzo al fin de los días. En ese día los Reshaim Gmurim irán directamente al Gueinom (el infierno, sí! En el judaísmo existe el infierno!), los Tzadikim Gmurim irán directamente al Olam Habá, a la vida eterna, a un especie de paraíso. Y ¿qué pasará con todos nosotros? Según esta metáfora de Shamai los beinonim iremos al Gueinom mas allí clamaremos y elevaremos nuestras voces en plegarias para finalmente poder ascender a la vida eterna.  

Ya que hablamos del Gueinom, de paso cañazo, los sabios del Talmud nos enseñan algo más acerca de este "espacio-tiempo" imaginario. El Gueinom al parecer no es eterno. Se nos cuenta que allí los Reshaim permanecen durante 12 meses, durante ese tiempo son juzgados. Al finalizar el año su cuerpo se descompone y su alma es quemada (el Gueinom talmúdico al parecer también tiene fuego) y luego un gran viento viene y lleva sus cenizas hacia los pies de los Tzadikim. Justicia poética, no?

Para finalizar este breve estudio sobre Rosh Hashaná comparto una enseñanza de Rabi Iojanán: "Grande es la Teshuvá (el arrepentimiento) que anula la sentencia divina impartida sobre el ser humano"

Shabbat Shalom!

P.D: no olvidemos que todas estas enseñanzas son metáforas y como tales debemos entenderlas. Quien entiende las palabras de estos sabios como certezas no es un piadoso, es un demente. 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 14 - Hillel y Shamai

En el último de los cuatro años nuevos tenemos una disputa. En el mes de Shvat es el año nuevo de los árboles (y sus frutos). No obstante, en la Mishná hay una discusión entre Shamai e Hillel. El primero opina que este año comienza el primero de Shvat, mientras que Hillel afirma que empieza el 15 de ese mes (en la festividad que hoy conocemos como Tu BiShvat). Por esto último sabemos que, como de costumbre, la halajá queda como Bet Hillel. No obstante observamos algo particular que ocurre en esta ocasión.

Se cuenta que Rabi Akiva, en cierta oportunidad, un primero de Shvat tomó de un árbol de etroguim (aquella fruta cítrica que utilizamos para Sucot) algunos frutos para el Maaser (el diezmo fijado por la Torá). Lo curioso es que no tomó etroguim para un solo maaser sino para el maaser (el diezmo) de dos años distintos. Por un lado, siguiendo la opinión de Hillel (que afirmaba que el 15 de Shvat comenzaba un nuevo año para los árboles) al tomar del árbol un primero de Shvat dio el diezmo para el Maaser Sheini, el diezmo que se debía hacer todos los segundos años luego del año de la Shmitá (del año de reposo de la tierra). No obstante, algunos frutos que tomó ese primero de Shvat, siguiendo la posición de Shamai (que consideraba que ese día ya cambiaba el año para los frutos) los dio para el Maaser Ani, el diezmo que se daba el tercer año para los más necesitados del pueblo de Israel. En este extraño episodio Rabi Akiva utiliza la indecisión de la Mishná para en un mismo momento realizar dos diezmos (que correspondían a dos años diferentes).

Esta historia da origen a un dictum muy interesante y trascendente del Talmud que paso a traducir, reproducir y comentar. "La Halajá se fija siempre según la posición de Bet Hilel". Después de escuchar el Bat Kol, aquella Voz Divina que se le manifestaba a los sabios del Talmud, no hay dudas que siempre que hay una disputa la Halajá no debe quedar como Shamai sino que debe quedar como Hillel (como es el caso de Tu BiShvat). Hoy día nadie puede fijar la halajá como Shamai, siempre debe hacerse como Hillel. No obstante el Talmud continúa diciendo qué ocurría antes que ese Bat Kol anunciase que la halajá siempre debía quedar como Hillel. "Quien quiera seguir la halajá de Shamai puede hacerlo, quien quiera seguir la halajá de Hillel puede hacerlo también". Antes del anuncio divino cada comunidad, cada sabio podía optar. Si quería seguía la posición de Shamai y si querían tomaban la posición de Hillel. Al parecer había mayores libertades. 

Aquí viene lo más hermoso del dictum talmúdico: "Quien adopta las posiciones más laxas o permisivas (Kulot) de Shamai y las más laxas o permisivas de Hillel es considerado un Rashá (malvado)". El Talmud es enfático al afirmar que uno es considerado un malvado si elige la decisión de un rabino por ser la más laxa. Si uno varía y va eleigiendo qué posición seguir por ser la más flexible o la más permisiva es considerado por la tradición judía como un malvado. Es como quien dice que uno quiere siempre zafar, buscando siempre la opción más sencilla. Y eso para la tradición de Israel es ser un Rashá. Sin embargo el Talmud continúa: "Quien adopta las posiciones más estrictas (Jumrot) de Beit Shamai y las más estrictas de Hillel es como un tonto que camina en la oscuridad". Elegir por otro lado siempre las opciones más estrictas y severas es ser un tonto que actúa ciegamente. Ser estricto "porque sí" es ser un tonto. E incluso más, un tonto que camina en la oscuridad, en una situación que nadie lo puede ayudar. 

Para finalizar el Talmud concluye diciendo: "Si vas a adoptar la posición de Bet Shamai que sea tanto en sus opiniones estrictas como en las permisivas y si vas a tomar la posición de Bet Hillel que sea tanto en sus decisiones permisivas como en las estrictas". En definitiva no seas como aquellos bicéfalos que van cambiando de rabino y de autoridad por conveniencia. No busques siempre al más estricto ni al más permisivo. Elegí un rabino, una comunidad o una forma del ser judío y vivila al máximo. Elegí a tu Shamai o a tu Hillel, pero como escribe Albert Camus, llega el momento en el cual todo hombre debe hacerse hombre y elegir. Uno es libre pero la libertad viene con la condición de animarse a elegir. 

martes, 4 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 13 - Medidas

Kol Midot Jajamim ken hu - Todas las medidas de los sabios así son. Esta frase, dura y enfática  viene a contestar la pregunta de un sabio que se quejaba sobre si era tan necesario respetar con rigurosidad las medidas y los tiempos establecidos de los sabios.  Soloveitchik  uno de los sabios judíos más importantes de la modernidad, sostenía que todo el aparato legal judío se sostenía bajo patrones matemáticos  Todo son números, todo debe ser calculable y preciso. Cada una de las Mitzvot, según este dictum talmúdico y el Rab Soloveitchik, están regidas y reguladas por las matemáticas. 

Algunos ejemplos que da el Talmud luego de este dictum. Si uno hace la inmersión ritual en una medida de agua de 40 seá (una medida talmúdica de volumen cubico), la Tevilá es considerada válida, si le falta tan solo un litro de agua, no se considera válida la inmersión. La exactitud por sobre todo. Una prenda es considerada ropa (por lo cual puede llegar a impurificarse) si tiene 3 tefajim (unos 10 centímetros) por 3; si tiene menos que esa extensión no es considerado ropa por lo cual no contrae impurezas. 

Los sabios llamaban a este mundo de las medidas, los volumenes y los tiempos rigurosos los Dalet Hamot shel Halaja, los cuatro codos de la Halajá. Esta era una medida de distancia. Uno, por ejemplo, no podría andar más de cuatro codos sin cubrirse la cabeza. O, a la mañana uno no debería caminar mas de cuatro codos sin lavarse las manos. 

Lo mismo ocurre con la Sucá, hay medidas especificas para su construcción, o para la escritura de un Sefer Torá o incluso para los tiempos. Hay momentos precisos y horas particulares en las cuales se pueden o no decir tal o cuales plegarias. Todo está medido y cronometrado. Estas son las midot, las "medidas", de los sabios. 

¿Por qué creen que esto sucede? ¿Qué es lo que lleva a los sabios a ser tan rigurosos con las medidas? Yo tengo algunas respuestas pero quisiera escuchar las de ustedes...

lunes, 3 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 12 - El mes del diluvio

 El año seiscientos de la vida de Noaj, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas... (Bereshit 7:11)

Rabi Eliezer y Rabi Ioshua no solían ponerse de acuerdo. Cuando se tiene una estructura y un análisis particular esto lleva a diferencias irreconciliables no sólo en el punto que se está discutiendo (en su caso fue en qué mes se había creado el mundo) sino en todas las otras cuestiones que de alguna forma derivan de aquel planteo. En este caso tiene relación con el versículo que citamos previamente. ¿Cuándo comenzó el diluvio en los tiempos de Noaj? La Torá es clara, en el segundo mes. El problema surge en los tiempos del Talmud. El segundo mes ¿Contando desde cuando? Si seguimos la hipótesís de Rabi Eliezer el segundo mes debiera ser Jeshvan, mientras que si seguimos a Rabi Ioshua el segundo mes debiera ser Iaar. Como cada uno sostenía que en un mes particular, y no en el otro, el mundo fue llamado a la existencia; ahora también, invariablemente, deben disentir - como vemos que lo hacen - en relación a otros sucesos que la Torá afirma que sucedieron en tal o cuál mes. Cada cuenta, cada comienzo, nos arrojarán meses y resultados diferentes. 

La pregunta es entonces ¿El Diluvio universal comenzó el 17 de Jeshvan o el 17 de Iaar? Una respuesta podría ser "qué importa" pero el Talmud, como de costumbre, presenta alguna respuesta. Afirman que los sabios judíos contaban al Diluvio, ergo también la creación del mundo, según rabi eliezer, o sea en Jeshvan y Tishrei respectivamente. Mientras que los sabios no judíos contaban el inicio de los años y del universo desde el mes de Nisan, como afirmaba Rabi Ioshua, por lo cual situaban al Diluvio en el mes de Iaar. 

Hablando del Mabul (diluvio) y de sus fechas los sabios se ponen a comentar algunas cuestiones. Es central para la teología rabínica el concepto de Midá Keneged Midá. Dios, en esta teología, juzga y castiga a los hombres con la misma regla/medida con la cual ellos transgreden. Como la humanidad en aquel entonces no tenía "moral sexual" y las relaciones promiscuas e incestuosas eran constantes, Dios castiga al mundo a través del Diluvio, con agua caliente. Las aguas del diluvio no eran frías como podíamos imaginar, como el agua de la lluvia, sino que caían hirviendo a la tierra. ¿Por qué? Porque tal como el semen al salir del cuerpo humano se encuentra "caliente", y a través de este los humanos transgredían, el castigo también debe ser enviado de forma "caliente". La única diferencia, y no quiero ser escatológico, es que en vez de llover semen caliente llovía agua caliente. Midá Keneged Midá, algo así como la ley del Talion Divina. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Rosh Hashaná 11 - Gezira Shava

Existen las "verdades" religiosas y existen las "verdades científicas". Cada una tiene sus paradigmas y su lenguaje. De esta manera, sin contradicciones (y superando el intento de la edad media de homologar religión con ciencia), podemos afirmar que el mundo tiene 5773 años pero que también tiene otros cuantos  millones. La cultura judía, y especialmente el Talmud, si bien utilizará saberes "seculares" o científicos lo que más le importará es darle sentido a los actos y a la vida de los seres humanos. Intentarán dotar de significados y significaciones la vida judía. Para ellos utilizan reglas, paradigmas y lenguajes propios. 

Para ilustrar esto que estoy diciendo veamos un ejemplo que encontramos en el Daf de hoy. En el último Post planteamos la discusión entre dos sabios que discutían sobre en qué momento el mundo fue creado y además insistían, cada uno argumentando a su favor, que grandes acontecimientos simbólicos de la tradición de Israel ocurrieron en aquellos meses. A continuación cada uno plantea sus argumentos y sus ideas para sostener aquellas proporciones. Tomemos un ejemplo para ayudarnos a ilustrar este hecho. 

Rabi Eliezer insistía que el mundo fue creado en Tishrei y que en ese mismo mes tres mujeres "estériles" del pueblo de Israel: Rajel, Sará y Janá quedaron finalmente embarazadas luego de que Dios se acordase de ellas. ¿Cómo llega este sabio a esta conclusión? Mediante uno de los principios hermenéuticos centrales de la tradición rabínica: Gezira Shava. La noción que subyace a esta herramienta es que el texto bíblico, al ser Divino, tiene un uso exacto y preciso de las palabras: ninguna sobra y ninguna falta. La idea es que una palabra que es usada en un lugar, y luego es repetida en otro contexto y en otra parte del texto, guarda alguna relación "situacional" o "conceptual" con la misma palabra previamente utilizada. Veamos el ejemplo.

Los sabios juegan con las palabras Pekidá y Zejirá, dos formas del texto biblico para referirse al recuerdo. Y hacen lo que se conoce una Gezira doble. Vean el siguiente juego de versículos:

Y se acordó (VeiIkor) Dios de Rajel, y la oyó Dios, y le concedió hijos (Bereshit 30:22)

Y levantándose de mañana, adoraron delante de Dios, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Jana su mujer, y Dios se acordó (VaIzkera) de ella. (Shmuel 1 1:19) 

Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración (Zikarón) al son de trompetas, y una santa convocación. (Vaikra 23:24)

Y recordó (Pakad) Dios a Jana, y ella concibió, y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Adonai. (Shmuel 1 2:21) 

Recordó (Pakad) Dios a Sara, como había dicho, e hizo Dios con Sara como había hablado. (Bereshit 21:1)

Los sabios juegan con estas dos raíces  Como en el versículo de Vaikrá aparece la raíz de Zejirá, los sabios la emparentan con dos situaciones donde la misma raíz es utilizada en el caso de dos mujeres estériles que cuando Dios "las recuerda" finalmente pueden dar a luz. Y como el día de la conmemoración (Zikarón) es el primero de Tishrei, cuando cae Rosh Hashana, el día que VeIzkor, que Dios se acordó de Rajel y de Jana, seguramente tuvo que haber sido (por tener la misma raíz  en el mes de Tishrei. Y por último para no dejar a Sará afuera de esta tirada (al no usar con ella la palabra zejirá sino la palabra pekidá, lo que hacen es conectar otro versículo de Janá donde dice Pakad, con un versículo de Bereshit donde Dios recuerda (pakad) a Sará y ella logra concebir. Por lo cual la lógica finalmente queda así, construyendo esta hermosa Gezira Shava: Como el primero de Tishrei es el día de conmemoración (zikaron) y Dios recordó a Janá, esto quiere decir que esto sucedió el mismo día, y si también hay una conexión entre el recuerdo de Dios (pakad) entre Jana y Sará, esto quiere decir que ambas concibieron el mismo mes. 

Un juego hermoso pero complejo. Y como siempre: da para cualquier cosa. 

jueves, 29 de noviembre de 2012

Rosh Hashaná 10 - Briat HaOlam


Los sabios talmúdicos suelen tener discusiones apasionantes. En otras tantas oportunidades discuten sobre, lo que para nosotros son nimiedades  En el día de hoy Rabi Eliezer y Rabi Ioshua tendrán una disputa más que impactante, sobre un tema nada menor. El Majloket, la discusión, se entabla por la siguiente pregunta ¿Cuándo fue creado el mundo? La importancia de aquella pregunta tiene consecuencias teológicas pero por sobre todos halajicas ¿Desde cuándo debemos contar los años? ¿Cuándo debemos festejar los comienzos de los años? ¿El primero de Nisan o el primero de Tishrei? Antes de pasar a los comentarios de los sabios es importante plantear la siguiente aclaración. Hoy en día ya conocemos cual es la respuesta; Rosh Hashaná es celebrado el primero de Tishrei. Sin embargo, los sabios aclaran ya desde antaño, que el primero de Tishrei no fue creado el mundo sino que en ese día fue creado el ser humano, o sea que el primer día de la creación fueron seis días antes, el 25 de Elul. En definitiva hoy festejamos el inicio de los años, no por la creación del mundo sino por la creación mitológica del ser humano. 


Ahora sí, vamos con la discusión. Rabi Eliezer plantea que todas las siguientes cosas ocurrieron en Tishrei: El mundo fue creado, los patriarcas nacieron y murieron ese mes, la matriz de Sará, Rajel y Jana fueron abiertas, Iosef salió de su cautivero y nuestros antepasados en Egipto terminaron en este mes, el mes de Tishrei, la idolatría. Por último, Rabi Eliezer, considera que en Nisan (con la salida de Egipto) el pueblo de Israel fue redimido mas nuevamente en el futuro el pueblo judío será redimido por el Mashiaj en el mes de Tishrei. Rabi Eliezer es un apologista del mes de Tishrei, los más grandes sucesos de la historia sucedieron o sucederán en aquel mes. 

Rabi Ioshua, como se imaginarán, dice exactamente lo contrario. Este es un apologista de Nisan. Considera que el mundo fue creado en este mes, así como que los patriarcas nacieron y murieron durante el mes de Nisan. Todo lo que Rabi Eliezer dijo que sucedió en Tishrei, él plantea que sucede en Nisan. A esto le suma la idea de que Itzjak nació en Pesaj, y Pesaj, sucede durante el mes de... Nisan por supuesto (sin embargo, llamemos la atención que la historia del nacimiento de Itzjak es la primer lectura de Rosh Hashana que lo celebramos en Tishrei). Y por último si la primera redención fue en Nisan, la última Geulá, la redención final también será en este mes. 

Nisan o Tishrei, esa es la cuestión!

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Rosh Hashaná 9 - Shnat HaIobel

25:9 Entonces harás tocar fuertemente la trompeta (Shofar) en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra. 25:10 Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad (Dror) en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia. 25:11 El año cincuenta os será jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos, 25:12 porque es jubileo; santo será a vosotros; el producto de la tierra comeréis. 25:13 En este año de jubileo volveréis cada uno a vuestra posesión. (Vaikrá 25 9-13)


La Mishná nos decía que el primero de Tishrei es también el año nuevo de los jubileos (iovlim). La palabra jubileo en español es frecuentemente utilizada. Por un lado tenemos las jubilaciones y por el otro lado el jubilo, por un lado damos por concluida nuestra etapa laboral y por el otro lado está el festejo, el gozo. Shnat HaIovel para la tradición judía es un ideal, quizás uno de los ideales más intensos y jamás alcanzados por nuestra tradición. El 10 de Tishrei, que no es otro día que Iom Kippur, cada cincuenta años algo extraordinario debía suceder. El año del Jubileo. Cada 50 años, como dicen los versículos que citamos previamente, se debía dejar en libertad a todos los esclavos y cada tierra debía volver a su dueño primigenio. Una restitución mesiánica y edénica sin el mesías y sin el jardín del eden. Cada 50 años el pueblo judío debía reconocer que nada le pertenecía en este mundo, que uno no es dueño que uno simplemente posee las cosas de manera transitoria. Que el único dueño del mundo es su Creador, que nosotros somos inquilinos con derecho a tomar adquisiciones transitoriamente. 

La mayoría de los historiadores, arqueólogos y biblistas consideran que este año de jubileo y de libertad nunca se llevó a la practica. No hay evidencias de que alguna vez en la historia esto haya sucedido, sin embargo el mensaje y el ideal es claro. Llegará el día en que la libertad no será una reclamación sino una realidad. En donde no seremos dueños sino huéspedes. 

Comencemos ahora a ver algunos detalles. Si la Torá dice que el 10 de Tishrei será el día del Jubileo ¿Por qué la Mishná nos dice que esto ocurre el primero del mes? y el Talmud, como de costumbre, lo resuelve de manera fantástica. Rabi Iojanán dice que desde Rosh Hashaná hasta Iom Kippur, del Shnat HaIovel, no se deben adquirir esclavos ni dejarlos en libertad. Sin embargo los que todavía son esclavos deben dejar de trabajar y ponerse a tomar, a comer, a disfrutar con coronas en sus cabezas, preparandose así para la libertad. Durante 10 días deben usar coronas, como si fueran reyes, para poder sentirse libres y empezar a vivir una realidad nueva. Y en el día de Iom Kippur, el día más sagrado del año, al escuchar el toque de Shofar a la salida del diez, cuando todo el pueblo de Israel concluía el ayuno, los eslavos deben salir en libertad y las tierras deben volver a sus dueños originarios. Cuando el clamoroso sonido del shofar se escucha por la tierra de Israel, todos aquellos esclavos dentro y fuera de Israel, deben salir a vivir en libertad. El Shofar es el anuncio de la libertad. 

Dror. La palabra que utiliza la Torá para hablar de libertad no es Jerut, como suele hacerlo, sino Dror. Mas lo sabios del Talmud dicen "Ein Dror ela lashon jerut", sin lugar a dudas Dror no es otra cosa que libertad. Sin embargo los sabios, haciendose los filólogos, dicen que Dror viene de la palabra ladur que es sinonimo de lagur (habitar). Ser libre, dicen los sabios, es poder vivir donde uno quiera vivir, poder comerciar por todo el país sin restricciones. Ser libre es poder elegir el propio destino, es poder elegir donde uno quiere vivir, donde uno quiere morar y donde uno quiere realizarse. 

martes, 27 de noviembre de 2012

Rosh Hashaná 8 - Rosh Hashana!

La tierra de la cual Adonai tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Adonai tu Dios, desde el principio del año hasta el fin. (Devarim 11:12)

Si el primero de Nisán es el año nuevo de los reyes de Israel y de las festividades, el primero de Tishrei es el año nuevo de los años. Rosh HaShana LeShanim. Es nuestro año nuevo, la festividad que hoy día todos los judíos del mundo toman como un nuevo año. Mas la Biblia calla al respecto, en ningún lugar aclara que el 1 de Tishrei es el año nuevo "judío", esto es más bien una interpretación y una enseñanza de los sabios de la Mishná y del Talmud. Rabi Eliezer dice que el primero de Tishrei es el día de la creación del Mundo mientras que Rab Najman dice que este día es el año nuevo judío porque es el día del juicio. Este último sabio lo aprende del versículo que citamos de Devarim, desde el principio del año, dice Rab Najman, se juzga todo lo que acontecerá hasta su fin, hasta el fin de aquel año. 

Tocad la trompeta en la nueva lunaEn el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne. Porque estatuto es de Israel, Ordenanza del Dios de Iaakov. (Tehilim 81:4)

Este versículo de los Salmos que cantamos en cada Rosh Hashana (Tiku Bajodesh Shofar...) anuncia también que el primero de Tishrei es el año nuevo ya que como interpretan los sabios Rosh Hashana es la única festividad del año donde la luna está ausente, donde hay luna nueva. Al ser el primero del mes, y no a mediados como la mayoría de las fiestas (Pesaj, Purim, Sucot, etc), la luna no se ve, la luna está ausente, está "tapada". En el resto de las festividades hay luna llena por estar en la mitad del calendario hebreo (Pesaj, por ejemplo, es el 15 de Nisan, cuando la luna esta a su máximo esplendor). El día de la fiesta solemne es el día del juicio, el año nuevo. 

El segundo versículo también es interpretado de manera espectacular por nuestros sabios. Allí se dice primero "Porque estatuto es de Israel" y luego se dice que es una "Ordenanza del Dios de Iaakov". Los sabios aprenden de este versículo que el Beit Din celestial no baja a juzgar a los hombres sino hasta que los propios hombres, el Beit Din terrenal, consagre el nuevo mes y comience a juzgar. El Dios de Iaakov sólo juzga a la humanidad una vez que los hombres, por sí solos, deciden comenzar a juzgarse y a corregir sus propios actos.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Rosh Hashaná 7 - Alquiler de casas

A veces el Talmud peca de ingenuo o busca transmitir ideas que yo todavía no termino de entender. La tradición judía enseña que la segunda opción es mucho más probable (y casi siempre creo que tienen razón) pero esta vez este tema sobrepasa mi nivel de análisis. 

Les presento la situación y mi desconcierto. Comenzamos nuestro estudio diciendo que hay cuatro años nuevos en el año. El primero de ellos es Nisan, el año nuevo de las festividades y los reyes; el Talmud, sin embargo, dirá que también es el Rosh Hashana de los "alquileres de casas". Así es, como sabemos, el Talmud no trabaja solamente lo que nosotros hoy llamaríamos "la esfera religiosa" sino que aborda cada uno de los aspectos de la vida, incluso los ciclos fiscales de las transacciones de inmuebles. Y dice lo siguiente: quien le alquila la casa a su prójimo por un año (al parecer ese era el tiempo "modelo" para los contratos de alquiler), debe contar 12 meses, día por día; más si dice "te la alquilo por este año" incluso si el inquilino comenzó a habitar la casa el primero de Adar (un mes antes del primero de Nisan) apenas comienza Nisan se le termina el "año" del contrato. 

La pregunta es ¿Quién puede ser tan ingenuo de alquilar por "un año" una casa para sólo poder habitarla "un mes"? ¿Cómo alguien podía aceptar esta legislación? Los comentaristas de este relato comentan algo muy interesante y dicen "Hadamim Modiim" ("el dinero da cuenta"); dicen los sabios si una persona quiso alquilarla por un mes pagará esa suma mas si quiso alquilarla por un año de seguro la suma será mayor por lo cual se infiere que no quiere habitarla únicamente un mes. 

En definitiva mi desconcierto no se encuentra totalmente injustificado. Un reflejo de esto es que los legisladores judíos medievales hicieron caso omiso a esta "ley" y establecieron que los alquileres no se "cortan" el primero de Nisan sino que se contabilizan doce meses desde el momento en el cual uno ingresa a habitar el hogar alquilado (no importa en que época o mes del año uno se encuentre).

Si alguien le encuentra una lógica a esta historia por favor me avisa...

domingo, 25 de noviembre de 2012

Rosh Hashana 6 - Neder o Nedavá?

Cuando haces voto a Adonai tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Adonai tu Dios de ti, y sería pecado en ti. Mas cuando te abstengas de prometer, no habrá en ti pecado. Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste (Nedarta) a Adonai tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria (Nedava) que prometiste con tu boca. (Devarim 23:22-24)

Este es uno de los vericulos centrales que de la tradición de Israel en cuanto a promesas y juramentos se trata. Antes que nada debemos enfatizar que no hay nada más errado que el dicho popular: "los judíos no juran". Un tratado entero del Talmud versa sobre este tema (Shevuot) y otro tratado habla sobre las promesas (Nedarim). No obstante, como bien señalan estos versículos, todo lo que salga de nuestras bocas debemos cumplirlo. Por ese motivo, generalmente nos abstenemos de prometer ya que la promesa crea una nueva realidad que ya nada lo puede cambiar. 

Los ejemplos de los juramentos y promesas que utiliza el Talmud tienen relación con los sacrificios del Beit Hamikdash. En la antiguedad era común prometer llevar un carnero al Templo de Jerusalém por algún motivo particular. El Talmud, de manera muy simpática desarrolla la siguiente idea: Un Beit Din, una corte rabínica, puede obligar, si alguien prometió algo, a que esta persona lo cumpla. Sin embargo la Torá nos ordena a llevar el sacrificio por voluntad propia. ¿Cómo se resuelve esta contradicción? Muy sencillo, dice el Talmud, se lo "golpea" - o sea, se lo obliga - hasta que diga "Rotze Ani - Yo quiero entregar el sacrificio". Un Beit Din debe entonces instigar a una persona que hizo una promesa a que la cumpla, pero esta persona no debe hacerlo por obligación, por lo cual se lo amedrenta hasta que él por "propia voluntad" decida cumplir su promesa. 

La diferencia entre Neder y Nedaba. La Torá habla de Nedarim (promesas obligatorias) y Nedavot (promesas voluntarias); y el Talmud explica la diferencia entre unas y otras. Las primeras son aquellas que se formulan cuando uno dice, por ejemplo, "llevaré un sacrificio"; mientras que las segundas son aquellas que se establecen cuando dice "llevaré este sacrificio". La diferencia es clara, las primeras son generales, mientras que las segundas son particulares. Si yo me comprometo (hago un neder) en llevar un sacrificio al Beit Hamikdash - sin especificar qué animal de mi rebaño en particular es - si este muere o algo le sucede yo estoy obligado a llevar otro en su lugar. Sin embargo si uno hace una Nedavá, y especifica qué animal llevará al Beit Hamikdash por su promesa, si este animal muere uno no tiene que buscarle un reemplazo. 

Entonces, en resumen: trata de no prometer, ya que tu promesa no tiene vuelta atrás, te estás obligando ante Dios y ante tu sociedad; pero llegado el caso que decidas prometer mejor que hagas una Nedavá y no un Neder. No hace falta que prometas pero si lo haces asegurate de poder estar a la altura de la misma.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Rosh Hashana 5 - Shavuot

"Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Adonai." (Vaikrá 23:15-16) 

El problema del calendario siempre fue un tema escabroso para el mundo judío. Decenas de disensos generaron la fijación de un calendario único para todo el pueblo judío. Es más, muchas de las más grandes divisiones internas del pueblo de Israel se debieron (en gran parte) a problemas en torno al calendario. La Torá, muchas veces, deja en su literalidad muchas dudas en relación a cuándo se deben celebrar ciertas festividades. La lucha entre los esenios y los fariseos se dio en gran parte por un problema del calendario, entre los fariseos también hubieron rupturas cuando de fijar fechas se trataba, lo mismo pasó en el medioevo entre el judaísmo talmúdico y los judíos caraitas. Nadie se ponía de acuerdo en torno a cómo y cuándo celebrar las diversas festividades que narra la Torá. 

Uno de los grandes conflictos ocurrió en torno a la festividad de Shavuot. La única, que como leíamos al comienzo del post, no está fijada con una fecha propia. Pesaj, por ejemplo, siempre habrá de caer el 15 de Nisan, sin embargo Shavuot (o Atzeret como es llamada en la Torá y en el Talmud) no tiene niguna fecha fija de acuerdo con la Torá. La misma se debe celebrar "50" días después, o luego de siete semanas, de Pesaj, o algunos dicen, del Shabat después de Pesaj. Y esta fue una de las grandes disputas entre los fariseos y los primeros cristianos, tal como lo reflejan los Tosafot (comentaristas) talmúdicos en estos folios. "Ad Mimejorat HaShabat", dice la Torá. Los primeros cristianos o Baitosim como los llaman los Tosafot insistían en que se debe entender Shabat en esa frase como el día después del Shabat que le sigue a la celebración de Pesaj. Sin embargo los sabios comprenden esta frase de un modo diferente y estipulaban que se debe contar desde la noche que le sigue inmediatamente al fin del Iom Tov primero de Pesaj, ya que entienden Shabat como "el día de reposo".

Los cristianos festejan su Pentecostés, como su nombre lo indica, en una fecha movible mientras que los judíos celebramos Shavuot en una fecha fija, todos los 6 de Sivan. 

Vayamos con algo de Halajá. Si vemos los dos versículos presentados al comienzo del Post entenderemos la forma tradicional, y que plantea el Talmud aquí, de contar el tiempo entre Pesaj y Shavuot. No sólo hay que contar los días sino también las semanas. Es una Mitzvá, y así lo dicen los sabios, contar tanto los días como las semanas que separar a una festividad de la otra. Por este motivo el 16 de Nisan contamos que ese es el "Hoy es un día del Omer", y luego de una semana debemos debemos contar "Hoy son siete días, que es una semana del Omer", y así sucesivamente hasta el último de los días, previo a Shavuot que se cuenta "Hoy son cuarenta y nueve días, que son siete semanas del Omer". 

Tanto los días como las semanas valen. Cada día es importante, cada día suma, cada día cuenta; pero también recordamos los días en su conjunto, no vivimos días aislados sino que los vivimos en semanas, y éstas en meses y éstos en años. Cada día y cada semana cuentan. 

Shabat Shalom

jueves, 22 de noviembre de 2012

Rosh Hashana 4 - Bal Teajer

No hay que demorarse en cumplir las promesas. La Torá nos comanda a cumplir todo lo que sale de nuestras bocas. No obstante, estudiamos en nuestro Daf Yomi que uno tiene un "cierto tiempo prudencial" para cumplir sus promesas para con Dios, para con el Mikdash o para con otro ser humano. Como veníamos viendo uno de los cuatro años nuevo del año es el primero de Nisan. El año nuevo de los reyes y de las festividades. En este sentido Pesaj, que acaece el 15 de Nisan, es la primera festividad del año, seguida por Shavuot, siendo la última festividad Sucot. 

En relación a las festividades y las promesas hay una seria discusión en el Talmud. La Torá prohíbe retrasarnos en nuestras promesas. El término bíblico es Bal Teajer " - No lo retrasarás -. Pero ¿Cuánto es el tiempo que no me puedo retrasar? Y para eso están las fiestas. Hay ciertos sabios que dicen que desde que uno hizo una promesa no deben pasar tres festividades seguidas (no importa el orden). O sea que si prometí antes de Shavuot sí o sí antes del Pesaj siguiente tengo que cumplir mi promesa. Hay otros que sin embargo dicen que tal como Pesaj es la primera festividad del año para incumplir en Bal Teajer uno debe traspasar esta festividad. Otros, y así quedará la halajá, dicen que si uno hizo una promesa debe cumplirla antes de llegar la próxima festividad. O sea que si el 16 de Nisan (un día después de Pesaj) realizo una promesa tengo tiempo para cumplirla hasta un día antes de Shavuot. Pasado Shavuot estaría transgrediendo el precepto negativo de Bal Teajer

"Tafasta Meruba lo Tafasta, Tafasta Muat Tafasta - Si agarras mucho, no agarras nada; si agarras poco, algo agarras". Este es un famoso adagio talmúdico que vale la pena compartir. En español diríamos "el que mucho abarca poco aprieta". La idea de esta frase que aparece en una discusión de nuestro Daf es que si uno intenta ir por mucho finalmente nada conseguirá, más si intenta conseguir menos algo de seguro logrará. 

martes, 20 de noviembre de 2012

Rosh Hashaná 3 - Tzadik (?)

Ayer veíamos que el año judío contaba con "cuatro años nuevos". El primero de ellos era el año nuevo de los reyes y las festividades. Rab Jisda, el día de hoy, nos dice que la cuenta de los años del reinado de los reyes desde el mes Nisan era sólo para los reyes de Israel, al resto de los reyes de las naciones los años de su reinado se los computaban desde cada primero de Tishrei. Hasta aquí con lo referente a nuestro tema especifico pero vayamos ahora a estudiar otro tema. 

El Talmud trae una Braita (una enseñanza rabínica de los tiempos de la Mishná que no entró en este canon) que dice lo siguiente: Quien dice "Este dinero que doy en Tzedaká será para que mis hijos vivan muchos años" o quien dice "Este dinero que doy en Tzedaká será para recibir un lugar en el Olam Habá (mundo venidero)"; se lo considera un Tzadik Gamur, un hombre íntegramente justo. Antes de analizar esta enseñanza y sus implicancias veamos una enseñanza de otro sabio en Pirkei Avot 1:3 "No seas como los sirvientes que sirven a su amo para recibir recompensa, sino se cual sirviente que sirve a su amo sin el propósito de recibir recompensa". 

¿Son mis acciones íntegras y justas si están condicionadas? ¿Es lo mismo dar Tzedaká si lo hago para que el  otro me reconozca o si lo hago simplemente porque "debo hacerlo"? Este es el tema sobre el cual estas dos fuentes vienen a discutir. Para el sabio anónimo de nuestro tratado lo que importa son las acciones, no las intenciones. Uno es considerado un Tzadik no por las razones que a uno lo llevan a actuar sino por las acciones que eminentemente realiza. Sin embargo, Antígonos Ish Sojo, el sabio de Pirkei Avot considera que el ideal es ser como los sirvientes (hombres y mujeres) que le sirven a su amo (Dios) sin esperar recompensa. En este sentido uno debería actuar y comportarse éticamente no por las consecuencias positivas que esa acción puede ocasionarte, sino porque es lo "correcto" y lo que uno debe hacer. 

Creo yo que nuestro sabio anónimo habla de la realidad, del día a día, y Antígonos habla del ideal. Nuestro ideal religioso, como hombres y mujeres comprometidos con el mensaje milenario de la Torá, es actuar de la manera correcta simplemente porque así debemos obrar. Visitar enfermos, dar Tzedaka, ser hospitalarios, acompañar a los deudos; y todas las otras Mitzvot relacionadas deberían hacerse porque comprendemos que aquello es lo correcto, que aquello es el llamado de Dios puesto en acciones. Sin embargo, envueltos en nuestro día a día, muchas veces por nuestra forma "humana" de ser, buscamos beneficios por nuestras acciones. Y si vamos a ver a un enfermo queremos que nos lo agradezcan, si damos Tzedaka queremos ser reconocidos, si somos hospitalarios esperamos que el invitado nos traiga algo y así sucesivamente. Al parecer siempre damos algo porque queremos recibir. Quizás éste no sea el ideal pero sí es la realidad. Y lo que importa es empezar a dar, no importa quizás de entrada el motivo por el cual realizamos tzedaka, una ayuda a un necesitado es una ayuda. Si donamos dinero a una institución que alimenta a gente carenciada la sopa que comerán no se verá afectada si la persona donó por ideales o por conveniencia, esa sopa lo alimentará de igual manera. 

Uno se hace Tzadik - justo - más por sus acciones que por sus intenciones. Lo importante es hacer, lo importante es actuar confiando que con el correr del tiempo encontraremos el sentido intrínseco en nuestras acciones y no su sentido "utilitario". Como decía una canción de mi infancia "manos a la obra"!

lunes, 19 de noviembre de 2012

Rosh Hashaná 2 - Cuatro años nuevos

Cuatro años nuevos tiene el año. Cualquiera que ve el calendario judío puede intuir que es un pueblo al que le gusta celebrar. Decenas de festividades y días conmemorativos llenan nuestro Luaj (calendario). El tratado de Rosh Hashaná, que como todo tratado talmudico empieza desde la página Bet (2) y no desde la Alef (1) - ya que siempre hay algo que no podremos conocer - comienza comentando que cada año tiene cuatro años nuevos. No uno, no dos sino cuatro!

Los sabios de la Mishná y del Talmud consideran que para diversas cuestiones deben haber diferentes inicios. No es muy diferente a lo que ocurre en nuestros países donde el año lectivo o el año fiscal no coinciden necesariamente con el "año nuevo" del 31 de diciembre. Con el correr de los días iremos viendo cuáles son estros cuatro años nuevos y sus especificidades pero hoy comencemos con unos breves comentarios de los mismos. 

  1. 1 de Nisan: Año nuevo de los reyes y las festividades. 
  2. 1 de Elul o algunos dicen 1 de Tishrei: Año nuevo del Maaser Behema (del diezmo de los animales)
  3. 1 de Tishrei: Año nuevo de los años, de la Shmitá (años sabáticos) y los jubileos. 
  4. 1 de Shvat o 15 del mismo mes: Año nuevo de los árboles.
De manera ordenada, como suele ser el Talmud, comenzará a indagar sobre los motivos y los significados de cada uno de estos cuatro años nuevos. El primero que discutirá será el que sucede el primero de Nisan (el primer día del año según la Torá, mas según los sabios el año nuevo será el primero de Tishrei). Aquel día, el primero de Nisan, es el año nuevo de los reyes. ¿Qué significa esto? Que desde ese día se cuentan los años de los mandatos de los reyes. En la antigüedad  explica el Talmud, en los contratos y documentos (shtarot) no se ponía "2012 o 5773" sino que se ponía "tercer año del reinado de tal o cual rey". 

Los documentos oficiales eran administrados y fechados por los años en el trono de los diversos reyes. Es muy común encontrar esta formula en el Tanaj cuando nos quiere situar alguna historia en un periodo particular. En este sentido si un rey asumía su mandato un 29 de Adar (un día antes al primero de Nisan), un día después se contaba como el segundo año de su mandato, mientras que si ascendía al trono el 2 de Nisan, recién un año después, cuando llegue al 1 de Nisan del otro año se le computaría un segundo año de su mandato. 

¿Cómo aprenden esto los sabios? ¿De dónde los sabios infieren que los reyes comienzan sus "años" el 1 de Nisan? Por una comparación que hacen entre el reinado del Rey Shlomó y la salida de Egipto. Tal como ietziat mitraim ocurrió en el mes de Nisan (el 15 de ese mes) así también el reinado de Shlomó comenzó en Nisan. 

domingo, 18 de noviembre de 2012

Avodá Zará 75 y 76 - Formas de Kasherizar

Al parecer en los tiempos de la Mishná y el Talmud la vida comercial entre judíos y no judíos era bastante habitual y constante. Eso explica el porqué de tantas discusiones y especificaciones en torno a este tema. Como vemos, por lo general los sabios del Talmud no es que prohiben total contacto con el mundo no judío, ya que esto hubiera sido imposible de sostener tanto social como económicamente, sino más bien lo que hacen, es regular los encuentros y las situaciones. Ahora estudiaremos el caso de que debe hacer un judío cuando compra alguna vajilla o algún elemento de cocina a un no judío.

La presuposición es la siguiente, seguramente el no judío, al no recaer sobre el las leyes de kashrut o de pureza o impureza, no tenga sus elementos de cocina y vajilla apta para el consumo de un judío; ya que más allá de las comidas prohibidas también los elementos en los cuales uno cocina o come pueden quedar prohibidos porque estos de alguna u otra manera por lo general absorben las comidas que se ponen sobre ellos. El ejemplo más clásico es el de un plato de madera sobre el que se puso carne no kasher, es casi imposible kasherizar o "purificar" este producto ya que la madera es sumamente absorbente. Diferente es el caso del vidrio, que no absorbe, o del plástico que absorbe con mucha dificultad. Pero veamos ahora sí la Guemará y su lógica, con enseñanzas practicas que nos sirven hasta el día de hoy.

Hay tres formas principales de kasherizar, de volver utilizable, un producto adquirido de las manos de un no judío. Tevilá, Hagalá y Livun Baur. Pasemos a explicar cada uno de los términos. La Mishná nos dice lo siguiente: Los elementos que sea costumbre que para "limpiarlos" sean sumergidos en agua, se les debe hacer la Tevilá, los que sea costumbre sumergirlos en agua hiriviendo, para limpiar el producto con más fuerza, se les debe hacer la Hagalá. Por ultimo los productos que sea costumbre utilizarlos sobre fuego se los debe "kasherizar" a través del fuego (Livun Baur). 

El Talmud luego enfatiza y aclara más esta situación y dice: los elementos de cocina o vajilla que nunca fueron utilizados deben ser simplemente lavados y ya están aptos para su uso. Los elementos que suelen ser utilizados con comidas frías (imaginemos un plato de postres) tan solo a través de la Tevilá quedan permitidos. La vajilla u otros elementos que se los suele utilizar para cocinar o servir comidas calientes deben ser "purificados" a través de la hagalá, sumergiendo el mismo en agua hirviendo; y luego se le debe hacer la Tevilá. Por último los productos que suelen ser utilizados con fuego, como una parrilla o un fierrito de parrilla, deben ser kasherizados a través del fuego, deben ser quemados al rojo vivo y luego deben pasar por la Tevilá

Estos mismos procedimientos milenarios son las herramientas que hasta hoy en día utilizamos para kasherizar y para utilizar diversas vajillas o elementos a lo largo del año. Algunos ejemplos prácticos. Para Pesaj por lo general debemos kasherizar la gran mayoría de nuestra vajilla y la forma más sencilla y correcta de hacerlo es hacerle Tevilá, por ejemplos los vasos de vidrio, o hacerle Hagalá a los tenedores o cuchillos de metal. Otro ejemplo práctico y cotidiano es la parrilla. Cuando vamos de camping y llevamos nuestra comida Kasher debemos primero encender un gran fuego y dejar un rato largo, más de una hora, la parrilla prendida fuego para así lograr consumir toda la grasa y todos los remanentes que quedaban sobre ella. Recuerden, Tevilá, Hagalá y Livun Baur, son los tres procedimientos básicos para kasherizar. De la Guemará a nuestras vidas, del siglo II al siglo 21 sin escalas.

Para terminar el estudio de este tema y de todo el tratado de Avodá Zará les comparto una frase del gran Rabi Akiva que sintetiza todo esto que estuvimos estudiando: כבולעו כך פולטו (Kevoló Kaj Poltó), "como lo trago así debe sacarlo". La lógica es simple y bien concreta, de la misma manera que un utensillo recibió una "impureza" de la misma manera debe sacarlo. Si fue a través de un elemento caliente debe sacarlo a través de la hagalá (que no es otra cosa que agua hirviendo), si un vaso lo hizo a través de algo frío (quizás Iayin Nesej) la manera de volverlo kasher es a través de un elemento frío, en este caso, la Tevilá.

Saliká La Masejet Avodá Zará - De esta forma completamos el estudio del tratado de Avodá Zará.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Avodá Zará 74 - Vinos mezclados

Estamos a dos páginas de completar nuestro estudio del tratado de Avodá Zará, aún así debemos seguir hablando del vino, pero esta será la última vez. 

Una de las Mishnaiot que aparece en estos folios nos dice lo siguiente: una autoridad anónima nos sugiere que si Iayn Nesej, el vino usado para libaciones paganas, cae sobre un barril de vino permitido todo este vino está prohiobido para Hanaha, o sea para comerciar con él. Sin embargo Rabán Shimón ben Gamliel sugiere que en cambio no todo el vino queda prohibido para comerciar sino que se debe vender todo el vino a uno no judío y luego deducir de la venta la proporción del vino prohibido que cayó sobre el barril y ese dinero si está terminantemente prohibido. Y como todo elemento que está prohibido y no tiene solución debe ser llevado al Iam Hamelaj como dice el Talmud. Debe ser llevado al mar muerto para que allí el dinero se descomponga y nadie nunca más pueda hacer uso del mismo.

El Talmud luego va a llegar a un punto intermedio, a una solución pactada. Rab Najman sugiere que entre estas dos posturas que aparecen en la Mishná hay una Halaja Lemaase, una ley que debe seguirse en la práctica y es la siguiente: Si una porción pequeña de Iayin Nesej cae sobre vino permitido, por más mínima que sea,  todo el barril queda prohibido y esto no tiene solución (Takaná). Sin embargo si el vino que cae no es el vino usado para libaciones sino simplemente Stam Ieyinaim, un vino que estuvo en contacto por un tiempo con un no judío (la mayoría de los vinos en la actualidad) se debe seguir la postura de Rabán Shimón ben Gamliel, todo debe ser vendido y se debe tirar al mar muerto la proporción de la venta que le correspondería al Stam Ieynaim

Ahora sí, con esta discusión se cierra por última vez en este tratado toda discusión en torno a los vinos permitidos o prohibidos.